Luis Fernández: "Quiero seguir experimentando fuera de lo conocido"
A través de la plataforma en línea que gerencia junto a su pareja, la actriz Mimi Lazo, sigue desarrollando propuestas teatrales en su novedoso concepto vía Zoom, que le han valido numerosos premios internacionales. “Desconocidas”, de Mónica Montañés, es la más reciente obra.
Cuando Luis Fernández y Mimi Lazo llegaron a vivir a Los Ángeles, no intuían que en la urbe californiana crearían una novedosa propuesta interactiva, teniendo como punto de partida el arte teatral. Y mucho menos que la propiciaría una pandemia, la del coronavirus en su etapa más dura.
La exitosa pareja de actores y emprendedores artísticos ve recompensado ese esfuerzo con el éxito de sus producciones que, apoyándose en Zoom, el programa de software por videochat y en su plataforma MimiLazo.net como vehículo emisor, han logrado, además de una apreciable audiencia, también elogiosas críticas e importantes premios en festivales.
El ejemplo más reciente es la resonancia que en esos eventos ha tenido Desconocidas, una obra de Mónica Montañés sobre la migración, estelarizada por Mimi Lazo y la primera actriz chilena Verónica Oddó.
-Creo que cuando Mimi tuvo la visionaria idea de adaptar nuestro repertorio a la plataforma de Zoom y crear nuestra propia sala virtual, no anticipamos que llegaría a ser algo tan complejo y tan lleno de posibilidades, tanto de conexión como creativas -expresa en entrevista para El Estímulo quien, además de histrión, es director, productor, escritor y compañero sentimental de la actriz-. Por un lado, teníamos desde antes de la pandemia la necesidad de encontrar maneras de conectar con nuestro público regado por el mundo y dentro de Venezuela, pero no imaginamos que surgiría esa oportunidad de esta manera.
Afortunada circunstancia
-Cuando Mimi insistió en utilizar Zoom, en momentos en que el planeta entero descubrió esta herramienta para funcionar durante la cuarentena y el aislamiento de la pandemia, enfrentamos inmediatamente varios retos. Lo primero es que, en lo personal, detesto el teatro grabado -puntualiza Fernández-. Cuando no se tiene la audiencia en vivo, el teatro para mí pierde el alma. De manera que Zoom nos ofrecía esa posibilidad, pero más que adaptar nuestras obras, las recreábamos para este nuevo medio. No había referentes, nadie había hecho algo así, de manera que tuvimos que plantearnos nuevas reglas para un formato inédito y a partir de allí, redefinir el trabajo que queríamos hacer.
Destaca Fernández que ha sido un proceso que aún continúa. “A medida que experimentamos contando las historias en este formato, combinando escenas pregrabadas con escenas en vivo y probamos lo que funciona y la manera como llega a la audiencia en sus dispositivos, encontramos ciertamente retos y limitaciones en unas áreas, pero también una cantidad de posibilidades creativas que ni imaginamos”.
Más allá del confinamiento y la pandemia, que fue el marco de “necesidad” que nos obligó a todos a revisarnos, este nuevo formato nos ha permitido conectar con miles de espectadores en cualquier parte del mundo y a través de estimulantes procesos creativos que sin duda tenemos que seguir explorando.
Luis Fernández
-¿Seguirán exclusivamente en esta ruta o se moverán en ambos medios?
-Siempre volveremos a los escenarios y a las salas de cine. En mi caso particular, son mi templo sagrado, mi religión. Pero este descubrimiento no se detiene aquí y sin duda lo seguiremos explorando y definiendo sobre la marcha con la ayuda de los artistas que se quieran sumar y los espectadores que nos acompañan.
“Desconocidas” o el trauma de la migración
Esta labor pionera en torno a la consolidación de una nueva propuesta interactiva les ha brindado, como ya dijimos, no pocas satisfacciones. Desconocidas, la íntima historia de Mónica Montañés, acaba de recibir el premio al mejor largometraje en el Cinephone International Film Festival, celebrado en Barcelona, España. El doloroso tema de la migración se plasma en esta obra a través de las relaciones desarticuladas entre tres mujeres, de tres generaciones, de una misma familia, obligadas a cambiar de país.
Aisladas en un apartamento en Madrid, el Alzheimer de la abuela, interpretada por Verónica Oddó, hace de la tarea de insertarse en una nueva ciudad un doloroso imposible. Su hija, el personaje de Mimí Lazo, retratada en una cadena de noches de insomnio, intenta encontrar un orden, una manera de hacer de esta dura experiencia algo llevadero. La nieta, encarnada por Nina Rancel, evadida en su propia realidad virtual, inmersa en videojuegos, complementa el trío de mujeres, que no son más que una reiteración de sus antecesoras, que en algún momento de sus vidas han tenido que dejar sus países y vender sus casas para comenzar de nuevo.
Este experimento audiovisual, surgido durante la pandemia, hizo que Luis Fernández le armara un marco conceptual y visual para provocar la ilusión de aislamiento de los tres personajes en un mismo espacio, aún cuando Verónica Oddó actúa desde Santiago de Chile, Mimi Lazo desde Madrid y Nina Rancel desde Los Ángeles.
La experiencia cuenta, además de las escenas pregrabadas, con secuencias que se emiten en directo, vía Zoom, ante los espectadores que domingo a domingo se unen por este medio on line a la sala virtual MimiLazo.net.
Lluvia de premios en festivales
Tan novedoso y creativo concepto ha sido reconocido como un aporte inédito y un nuevo formato por otros festivales internacionales de cine experimental, celebrados en Calcuta, Roma, Berlín, Toronto, Los Ángeles y Milán.
Entre los premios que ha Desconocidas cosechado están también el de mejor actriz para Verónica Oddó, en el Festival de Cine Independiente de Toronto; mejor producción para Mimí Lazo y mejor dirección para Luis Fernández, en el Indie Short Film Festival de Los Ángeles, así como el de mejor largometraje en el Cinephone International Film Festival en Barcelona, España, que es el más reciente de los eventos en los cuales ha sido galardonado.
«Desconocidas” ha sido seleccionado como finalista en el Smartphone International Film Festival, en Australia, en la categoría de mejor largometraje, cuyo veredicto se dará a conocer en noviembre próximo.
-¿Cómo surge la idea de hacer “Desconocidas”?
-A medida que experimentábamos con nuestro repertorio, Mimi insistió en crear algo nuevo especialmente hecho para la sala virtual. Mónica había venido trabajando el tema de la migración de manera muy profunda y multidisciplinaria en un taller de artes en Madrid, y parte de lo que creó fue punto de partida para esta historia, que ella confiesa es su trabajo más personal, pero que resonaba con la de Mimi, la mía y la de Verónica Oddó. Todos habíamos experimentado la pérdida de identidad que viene con la migración, y el trauma que llega de la mano de esta fractura con el país del que nos vamos, cómo nos reta el país al que llegamos y cómo eso afecta nuestras dinámicas familiares.
-El tema era sumamente poderoso. Siento que de alguna manera lo trabajamos todos en forma de taller, sin conocer mucho el “cómo” lo íbamos a contar. Y poco a poco, a partir de las lecturas, las improvisaciones entre Verónica y Mimi, y las largas discusiones, terminamos de darle una forma muy específica, única y particular, que no por casualidad terminó resonando también con los miles de espectadores que la han visto ya.
-¿Te imaginabas que iba a tener la resonancia que ha tenido en los festivales donde ha participado?
-La verdad no esperábamos ese resultado. Contando con que es una manera inédita de combinar teatro y cine, frente a una audiencia en directo, no sabíamos si encajaría en las normas de los festivales de cine. Pero la reacción ha sido extraordinaria. Conservo una carta del festival de cine de Roma, en la que nos comentan que no sabían dónde ubicar nuestra “película”, que no tenían una categoría para ella, por la originalidad del formato en el que se contaba, pero necesitaban reconocer nuestro trabajo y nos otorgaron una Mención Especial del Jurado. Ese es un reconocimiento que se extiende más allá del producto puntual y valida el riesgo de todo un equipo, desde la idea inicial hasta su realización final, lo que no es cosa menor.
-¿No te seduce la idea de convertirlo en un largometraje para cine?
-Creo que el cine es cine, y el teatro es teatro. Esto es otra cosa, tiene su personalidad propia, y aunque aún no tenga nombre específico, es lo que es, y funciona muy bien. Creo que tanto Desconocidas como el resto de nuestros experimentos audiovisuales merecen permanecer en este formato.
Dos inmensas actrices
-¿Qué decir de las actuaciones de dos soberbias actrices, como Verónica Oddó y Mimí Lazo, que llevan el peso histriónico de Desconocidas?
-De nuevo Mimi, en su empeño visionario, tenía tiempo queriendo traer a su maestra Verónica Oddó de vuelta a la actuación. Mimi y yo, por supuesto, veneramos a Verónica, su enorme talento y valioso legado. Yo sabía que más temprano que tarde, Mimi lograría su cometido, como hizo con Marisela Berti en la versión virtual de A 2.50 la Cuba libre o con Mayra Alejandra en la producción de Cubalibre en 2009. Mimi no cree en el retiro y tiene el poder y la visión de convocar a la más elusiva actriz para que vuelva a “hacer lo suyo”. Y siempre, inequívocamente, el resultado es extraordinario. De modo que simplemente fuimos testigos de un proceso íntimo del trabajo de Verónica, en Chile, y Mimi en Los Angeles, sobre el texto de Mónica, que se convirtió en el corazón de esta obra y alrededor del cual armamos el producto final. Cosa que me hace sentir enormemente privilegiado como creador.
Referencias de un formato inclasificable
-Otras dos creaciones de la plataforma de ustedes, “La voz humana” y “Jav y Jos”, han participado también en reseñas internacionales. ¿Podrías hablarnos de la receptividad que tuvieron?
-Estos experimentos han impactado mucho, tanto en los festivales de cine experimental como en la audiencia virtual. Son productos indescifrables, incatalogables, que además funcionan muy bien. Al igual que la versión virtual de La Cubalibre, siento que de alguna manera son referencias para comprender este formato que hemos creado. La Voz Humana y Jav y Jos: una pareja casi perfecta han acumulado once reconocimientos en festivales internacionales.
-¿A qué atribuyes que monólogos como El aplauso va por dentro, así como No eres tú, soy yo, que estelarizan Mimí y tú, respectivamente, se hayan mantenido por tantos años en cartelera y aún convoquen el interés del público?
-En estos días comentaba con Mimi que no somos contadores de chistes. No sabemos hacer Stand-up o comedia comestible de sólo entretener o pasar el rato. Y en esto hay que sumar a Mónica Montañés, que junto a Mimi originaron el fenómeno más exitoso de la historia del teatro en Venezuela, El aplauso va por dentro. Ciertamente son comedias, pero creo que su éxito y longevidad radica en que plantean temas sumamente profundos, complejos e incluso muy duros, con el humor que hay que tener para ver las dificultades de la vida. La manera como tocan las teclas más profundas del espectador, mientras a la vez lo hacen reír, crea un impacto sólido que además el público siente necesario. Y eso los modifica de alguna manera y hace que vuelvan y que la recomienden.
Experimentar fuera de lo conocido
-Actor, director, escritor y productor, ¿en qué faceta te sientes más cómodo?
-Siempre digo que nací realmente a los 16 años, cuando actué por primera vez sobre un escenario. Actuar fue durante décadas mi forma de aportar, generar debate necesario y construir. Tal vez por eso de alguna manera me han buscado los personajes más controversiales. Es, sin duda, mi zona más cómoda y donde más riesgos he corrido. Producir es algo que Mimi hace de manera natural y yo sólo participo cuando no tengo más alternativa. Escribir es lo que más difícil encuentro y en lo que más me falta por aprender y hacer. Dirigir es lo que más quiero hacer en este momento. Es el área en la que siento que más tengo que decir y más puedo hacer y aportar en este momento específico de mi vida profesional.
-¿Cuáles consideras tus mayores logros como hombre de teatro?
-La verdad no miro mucho atrás, a los logros del pasado. Creo que la nostalgia es peligrosa y me he entrenado a enfocarme en lo que viene. Pero he sido muy afortunado muchas veces en relación al teatro. Experiencias que recuerdo en particular, por ejemplo, son las participaciones en cinco ediciones del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, el más grande del mundo. Haber tenido el privilegio de dirigir Golpes a mi puerta del maestro Gené, haber apostado por un proyecto tan duro como High y verlo convertirse en la obra más taquillera del Trasnocho Cultural, con ocho meses ininterrumpidos de temporada a sala llena, haberme atrevido a cantar y bailar en el musical Cabaret, y haber dirigido Chicago en el Teresa Carreño para 30 mil espectadores, por nombrar algunas.
-¿Proyectos para el futuro?
-Dirigir, sin duda. Y seguir experimentando fuera de lo conocido.
“Venezuela está en nuestros planes”
-¿Cómo te fue durante la gira que hiciste hace unos meses por algunas ciudades de Venezuela con “No eres tú, soy yo”?
-Fue extraordinario reencontrarme con Venezuela luego de cinco años. Recorrerla y volver a actuar en persona para ese público maravilloso.
-¿Se han planteado Mimi y tú venir a hacer presentaciones teatrales en Venezuela, sin que eso signifique que dejen de lado su actividad en mimilazo.net?
-Sí, por supuesto. Está en nuestros planes.
Inapreciable interacción
-¿Qué puedes decir de la fluida interacción que han logrado con el público de sus espectáculos al final de cada presentación en MimiLazo.net? Vale decir que esta comunicación online resulta mucho más eficaz inclusive que el contacto con la audiencia en el camerino después de los espectáculos teatrales convencionales. ¿Estás de acuerdo en que esto es así?
-Sin duda. El encuentro personal e íntimo con los espectadores luego de cada función en MimiLazo.net fue una gratísima sorpresa y es ahora una prioridad para nosotros. Creamos esta plataforma para llevarle nuestro trabajo a la gente dondequiera que estuvieran, pero al comienzo echábamos en falta el aplauso en persona, sentir la reacción de la audiencia. Sin embargo, pronto descubrimos que esa reacción es en esta plataforma mucho más personal, somos testigos de cómo literalmente la gente nos abre las puertas de sus casas, y tener la posibilidad de una “visita a camerinos” de todo el público, escuchar sus historias, no tiene precio.
-Hemos logrado no sólo conectar a más de 20 mil espectadores en todo el planeta, sino también crear vínculos muy especiales con muchos de ellos, que ya son parte de nuestro público estable.
-¿No crees que “Sexo sentido” tiene todos los atributos como para hacer una película?
-Más que una película, una serie. Recientemente se produjo en México, por Sony Pictures, la primera temporada de la serie Reputación Dudosa, a partir de mi obra, y sobre Sexo Sentido he estado trabajando en los últimos años. Es un tema álgido para hacerlo en español porque hay un doble estándar, consumimos las series más controversiales que se hacen en inglés, pero al plantearlas en español, los que se sientan a decidir en un comité suelen ser muy pacatos. Sé que tomará su tiempo, pero también estoy seguro que ocurrirá.
La actriz habla por primera vez en esta entrevista exclusiva de las razones por las que tuvo que irse del país y de la campaña de odio que le hicieron en Miami antes de mudarse a Los Ángeles, ciudad donde con su pareja, el actor y director Luis Fernández, desarrolla una novedosa e inteligente propuesta interactiva.