Reservas internacionales caen a nuevo mínimo de $13.501 millones
Las reservas internacionales cayeron a 13.501 millones dólares tras el pago del bono Global 2016 por 1.543 millones de dólares (capital más intereses).
Las reservas internacionales cayeron a 13.501 millones dólares tras el pago del bono Global 2016 por 1.543 millones de dólares (capital más intereses).
El presidente del ente emisor, Nelson Merentes, aseguró a Reuters que el país seguirá con sus mecanismos de “arquitectura financiera” para garantizar los pagos a sus acreedores.
El Banco Central de Venezuela está negociando con el banco alemán Deutsche Bank operaciones de canje de su oro monetario, en busca de mayor liquidez para cumplir con sus compromisos externos de este año, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con la discusión.
Este mes da inicio al cronograma de pago de la República y Pdvsa de compromisos de deuda externa. En febrero se deben honrar 2.227 millones de dólares con tenedores de bonos, en momentos en que el país petrolero sufre una fuerte crisis de iliquidez.
Para David Osio, asesor financiero de Davos Financial Group, la capacidad y disposición del gobierno de implementar los cambios económicos necesarios es prácticamente nula sin un cambio político.
En un reciente informe, el banco advierte que la selección de Luis Salas como jefe del gabinete económico introduce nuevos elementos de incertidumbre sobre la voluntad del gobierno de honrar sus compromisos internacionales.
El gobierno honró el pago de $10.500 millones en 2015 y debe hacer frente a una cifra similar este año, pero los precios del petróleo continúan en picada -por debajo de $30- sin ninguna señal en el horizonte cercano de una recuperación.
El gobierno honró el pago de $10.500 millones en 2015 y debe hacer frente a una cifra similar este año, pero los precios del petróleo continúan en picada -por debajo de $30- sin ninguna señal en el horizonte cercano de una recuperación.
Las reservas internacionales restaron 5.719 millones de dólares o 26% en 2015, en un contexto de fuerte contracción económica y del desplome de los precios del petróleo que ha representado una caída en los ingresos de al menos 50%.
A juicio del analista económico Henkel García, director de la firma Econométrica, la fuerte escasez de bienes esenciales que se observa en el mercado nacional ha llegado al punto que se puede comparar con la data de 2003, cuando el país sufría los rigores del paro general convocado en diciembre de 2003 y se mantuvo hasta febrero de 2003 por el sector opositor al gobierno. “La oferta total de bienes y servicios está en estos momento al nivel del paro de 2003, con la diferencia de que no estamos en paro”, señaló García durante su participación en el conversatorio ‘Venezuela 2016’ organizado por la ONG Espacio Público, en el marco de su programa de tertulias entre periodistas que viene promoviendo desde hace más de un año.
Francisco Rodríguez, jefe de investigación para la Región Andina de Bank of America, sostiene que el nivel de deuda todavía es manejable y que puede sortearse "si se hacen las cosas bien".
Como consecuencia de la caída del precio del petróleo las importaciones por habitante han caído a niveles del gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989), cuando la población rondaba los 19 millones de venezolanos, 11 millones menos que hoy en día que se ubica cerca de los 30 millones.
Una delegación venezolana, encabezada por el ministro de Economía y Finanzas, Rodolfo Marco; le aseguró a inversores de deuda estadounidenses que el pago de la deuda externa sigue siendo su prioridad, dijo a IFR una fuente que asistió a la reunión.
El banco de inversión estima que con cada $10 que pierde el barril venezolano el producto interno bruto real se contrae 1% en los siguientes 12 meses.
En mi artículo anterior comentaba que el escenario petrolero es tal que pareciera inevitable que este gobierno entre en default el próximo año y nos preguntábamos qué sentido tiene entonces cumplir con los compromisos de deuda externa en lo que resta de 2015. Ciertamente “default” es una mala palabra en círculos financieros y es comprensible que cualquier gobierno responsable trate de evitar semejante raya, pero aquí no tenemos la opción razonable de pagar hoy y mantener abiertas las líneas de crédito mañana. No, esa no es la disyuntiva en que se encuentra el país actualmente. Estos bárbaros nos han llevado al extremo donde debemos escoger entre un escenario malo, donde no pagamos hoy y se nos cierran las líneas de crédito mañana, y un escenario peor, donde pagamos hoy e igualito se nos cierran las líneas de crédito mañana. En ambos casos quedamos como un país maula, pero en el segundo quemamos hoy unas divisas escasas sin beneficio aparente, ni siquiera en la percepción de riesgo del país.
El ritmo de declive de las reservas internacionales es calificado por Credit Suisse como “sorprendentemente acelerado”. “Mientras más rápido Venezuela reduzca estos activos, mayor es la probabilidad de un evento de default en los pagos de deuda externa”, señala en su último informe.
Datos en el sitio oficial del Fondo Monetario Internacional muestran que Venezuela redujo en unos $380 millones su posición en derechos especiales de giro (DEG) en abril, lo que le permite transferir esos fondos a sus reservas en efectivo, reseñó la agencia de noticias Reuters.
Las noticias y los análisis pretenden mostrar y explicar lo que está sucediendo en el ámbito político, económico y social de Venezuela. Valiéndose de testimonios y estudios, un canadiense ofreció perspectiva y unió la información y la comparación para facilitar una imagen de la situación actual.
Las obligaciones del Estado venezolano se multiplicaron por cuatro en 16 años y ahora arrojan un saldo récord de 112.641 millones de dólares entre lo que debe el Gobierno y principalmente los préstamos y emisión de bonos contratados por PDVSA. En dos años de gestión de Nicolás Maduro, el endeudamiento foráneo marcó récord