El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, celebró este sábado el éxito de la manifestación que recorrió buena parte de Caracas sin ser reprimida por la Guardia Nacional ni la Policía Nacional y señaló que para el gobierno es muy difícil y costoso arremeter contra manifestantes pacíficos.
La Policía Nacional Bolivariana permitió el paso de una marcha opositora por el oeste de Caracas que llegó a la sede de la Conferencia Episcopal, para honrar a las víctimas muertas de las protestas antigubernamentales de las últimas tres semanas.
Miles de opositores venezolanos llegaron finalmente al oeste de Caracas, de manera pacífica y sin ser reprimidos por las fuerzas de seguridad mediante la denominada "Marcha del silencio", en la que se rindió homenaje a los veinte muertos que han dejado las violentas protestas que buscan la salida del presidente Nicolás Maduro del poder.
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, indicó que no hubo negociaciones previas con el gobierno para que los manifestantes pudieran llegar sin problemas hasta la Conferencia Episcopal Venezolana. Informó que acudirán a organismos internacionales como la OEA para denunciar el reparto de armas a civiles. "Esta es la peor equivocación de Nicolás Maduro", afirmó.
Hasta la sede del Palacio Episcopal de San Cristóbal, marcharon este sábado la sociedad civil del Táchira, partidos políticos y movimiento estudiantil, para pedir la intermediación de la iglesia católica en relación a la violencia que ha sacudido a Venezuela y que han cobrado la vida de una joven tachirense, entre una veintena de fallecidos.
La concentración en el boulevard no fue numerosa pero sirvió para calentar motores. Muchos desayunaron en los puestos de empanadas o se tomaron el primer café ante la cansada mirada de los naturales habitantes de la zona, que suelen dormir en la calle.