El diálogo: una débil llama en medio de un ventarrón
Jesús Chuo Torrealba le cae bien personalmente al presidente Nicolás Maduro. Así lo ha dicho públicamente el jefe del Estado. El domingo se dieron la mano. Maduro le dijo que no sonriera para que no lo destruyeran los enemigos del diálogo. Otra versión indica que le recriminó la sonrisa "porque esto no es cosa de risa". Pero creo mas en la primera versión, sobre todo porque vino acompañada de un reconocimiento por sus palabras ante manifestantes que le recriminaban una actitud moderada frente al llamado a marchar a Miraflores.