La morcilla, ese discreto embutido que suele estar en las parrilladas venezolanas, es un cofre del tesoro de los nutrientes. Una pieza de 100 gramos aporta entre 250 y 400 calorías pero, además, su alto contenido en minerales ayuda a prevenir enfermedades.
El doctor Wartan Keklikian, cirujano bariátrico de la Unidad Bariátrica y Metabólica (UBAM) de la clínica La Floresta, comentó que tiene un alto valor biológico nutritivo porque «la morcilla no está hecha solamente con sangre, como mucha gente piensa. Lleva ingredientes como carne y grasa de cerdo o tocino; cereales, como el arroz y, dependiendo de quien la elabore, pan, leche, cebolla, pimentón, ají, ajo, cilantro, repollo o berro, entre otros».
Basado en sus conocimientos, enumeró las 7 ventajas de comer morcilla.
1. Contra la anemia. Entre las propiedades de la morcilla está su alto contenido de hierro, que ayuda a prevenir la anemia y afecciones similares.
2. Muchos nutrientes. Contiene grandes dosis de nutrientes esenciales para el cuerpo humano como calcio, magnesio, potasio y zinc.
3. Desarrolla el cerebro. Aporta grasas indispensables para el desarrollo cerebral de los niños. Los lípidos representan entre 18 y 38 % de su composición, dependiendo de quien las elabore.
4. Potente en proteínas. Una morcilla de apenas 100 gramos contiene 14 gramos de proteínas, aproximadamente. Esto cubre la cuarta parte de los requerimientos diarios de proteína para un adulto.
5. Bajo colesterol. Su nivel de colesterol es muy bajo, de solo 18 miligramos. «Tiene cerca de 6 gramos de ácidos grasos saturados, es decir, que está por debajo del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual señala que un alimento sano debe tener menos de 10% de ácidos grasos saturados del contenido total de las grasas, lo cual es excelente», dice Keklikian.
6. Buena opción para diabéticos. En cada 100 gramos de morcilla, apenas hay 14 gramos de carbohidratos, que cubren 3% de los requerimientos totales diarios. «Es muy bajo en hidratos de carbono, lo que la convierte en una buena opción para personas diabéticas», señala el especialista.
7. Rica en micronutrientes. Este embutido posee calcio, hierro, sodio, vitaminas A, B1, B2, C. “Sumados a las proteínas, grasas, carbohidratos, agua, fibra y compuestos vitamínicos, la morcilla califica como un alimento sano», apunta.
3 recetas originales con morcilla
Por su alto contenido nutricional, el médico sugiere la incorporación de este alimento a la dieta balanceada. “Como es bajo en hidratos de carbono se puede acompañar con arroz, vegetales o ensaladas. También con garbanzos o leguminosas, como lentejas o frijoles, tal y como se prepara tradicionalmente en recetas ibéricas, en las que se encuentran los cocidos. Y, claro, en nuestra parrilla”, afirma el médico.
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La morcilla es mucho más que parrilla. Por ello compartimos 4 recetas originales para incorporarla a la mesa familiar, especialmente si hay niños, o personas que tienden a la anemia. Fueron creadas por los chefs Carlos Páez, perteneciente al staff de la marca de embutidos La Montserratina, y por Gerardo Rodríguez, de la tienda Grill Market.
Canapé de morcilla. Se abre la morcilla y se saca la pulpa. La piel se descarta. La pulpa de la morcilla se saltea en sartén caliente, con un poco de cebolla. Se sirve sobre casabitos, y se decora con ají dulce caramelizado (que se hace también en sartén, cocinándolo con un poco de azúcar).
Arepa de morcilla. Se prepara la masa de arepa como siempre pero, antes de formar las arepas, se mecía con pulpa de morcilla. Luego se prepara en budare o frita. Acepta cualquier relleno aunque para el favorito del chef Páez es el queso guayanés.
Paté de morcilla. Se saca la pulpa de 4 morcillas y se procesa en licuadora con media taza de queso crema suavizado con un poquito de leche (cerca de una cucharada). Todo se coloca todo en un envase de vidrio y se mete en la nevera hasta cuajar. Se come con casabe, pan o galletas. Sirve como dip.
La morcilla se vende cocida, por lo que no es necesario cocerla mucho más. Basta con calentarla.