Pastelitos 212: cofres crujientes con sabores de todo el país
Farlyn Tilano y Eduardo Villegas, de familias andina y zuliana, comenzaron haciendo pastelitos rellenos para los amigos. El éxito fue tal que se transformó en una marca que ya cumplió su primer año, que amplió su portafolio de sabores salados y dulces y que comienza a despachar, todos los días, desde las 7 am
Unos de los grandes ganadores de la cuarentena han sido los pastelitos. En ese afán de los tiempos duros de volver a lo que nos hace feliz, estos bocadillos nos han hecho sonreír. Entre ellos están Pastelitos 212, que en mayo cumplieron su primer aniversario.
Los elaboran Farlyn y Eduardo, con familia merideña y zuliana, por lo que zanjan esa discusión eterna de si son de aquí o allá. Así que, entre sus sabores, puede aparecer un yoyo maracucho (de plátano y queso) o un andino (típico guiso de carne y arroz). Pero la variedad de sabores no se queda allí.
En el menú se pueden encontrar desde tradicionales de carne molida o mechada, pollo y queso, hasta papa y queso, cazón, camarones, ajoporro y queso, italiano (sabor a pizza) y guayaba y queso, entre otros.
Despachan por delivery (muchas veces incluido en el precio), a la hora acordada por el cliente. Vienen envueltos por separado y con una calcomanía, en cada uno, con el sabor que corresponde.
Todo llega con su salsa en una caja bien cerrada con sticker de seguridad.
Los comienzos
Farlyn es periodista, y por muchos años condujo el programa radial especializado en salud y bienestar “La Pasión por la Vida”. Con la cuarentena y apelando a sus raíces andinas y zulianas, comenzó a elaborar pastelitos para sus amigos.
La acogida fue mejor de la esperada y decidió tomarlo en serio y fundar su propia marca, para ofrecerlo al público. Así surgió Pastelitos 212, con el código telefónico de Caracas como un guiño a la capital.
Su esposo Eduardo, ingeniero de Sistemas, la apoyó desde el comienzo. Y también aportó su adn culinario, pues es de orígenes andinos y caraqueños.
«Queríamos llevar emociones positivas a través de la memoria gastronómica», dice Farlyn.
El reto fue lograr el timing adecuado, de manera que llegaran recién hechos, calientes y crujientes, a la hora que deseaba el cliente. «Lo logramos aplicando innovación y experiencia conjuntas en la logística», añaden.
Eso incluye un horario tempranero: desde las 7 am pueden despachar pastelitos.
Los comensales deciden si quieren sus pastelitos recién hechos o si prefieren comprarlos congelados, para prepararlos luego en la sartén, el horno o el airfryer. Esto último también funciona para calentar y dejar crujientes, en pocos minutos, los pastelitos ya hechos que quedan
Coordenadas
Precios: un pack de 15 pastelitos más salsa, 20 $. Hay precios por unidad y otros combos.
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"Todo el que es llanero o tiene familia llanera, me dice que le recuerda a su infancia, su casa materna, la comida de su casa. Y yo me siento orgullosa de brindar esa alegría", dice Edys Rondón, sobre el picadillo que prepara con carne de pecho asada, yuca, topocho, plátano y sofrito, tal como lo aprendió en su casa de Barinas