El director general de la agencia nuclear de la ONU, el argentino Rafael Grossi, subraya que la situación en Ucrania, donde la mayor central atómica de Europa se encuentra ocupada por fuerzas rusas, es «insostenible» por el incumplimiento de la supervisión internacional.
«Creo que la situación sigue siendo insostenible y cuanto más tiempo pasa, más insostenible es. Porque si analizamos desde el punto de vista de las salvaguardias y las inspecciones, seguimos sin inspeccionar», explicó a Efe el máximo responsable del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
La central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, es la mayor de Europa por potencia eléctrica producida, y se encuentra bajo control de las fuerzas rusas desde marzo, lo que ha supuesto problemas para el OIEA debido a desconexiones frecuentes en el suministro de datos sobre la situación de la planta.
«Hay ciertos plazos y compromisos que deben cumplirse y que no se están cumpliendo. Y desde el punto de vista de la seguridad tecnológica: continuamos teniendo problemas de conectividad», explicó el experto argentino.
«También ha sido de público conocimiento que la conexión entre nuestros grupos de expertos aquí y la planta se interrumpe a intervalos regulares. Después se levantan nuevamente, vuelven a caer. No es sostenible esto», agrega.
Grossi insistió que se deben llevar a cabo tareas de reparación y de supervisión que no se están llevando a cabo.
«Quizá, desafortunadamente nos estamos acostumbrando. Pero bueno, más allá de eso, yo sigo insistiendo. Y mi insistencia sigue siendo tan urgente como el primer día puedo hacer», lamentó.
El presidente del regulador nuclear ucraniano, Petro Kotin, acusó la semana pasada a Rusia de militarizar la planta con la instalación de armas pesadas, incluidos misiles, con los que atacan localidades cercanas bajo control ucraniano.
Grossi aseguró que no puede corroborar las acusaciones ucranianas y explicó que este tipo de información muestra lo necesaria que es una misión de verificación sobre el terreno.
«Obviamente no tenemos manera de comprobar si esto es así o no, y en todo caso, esto prueba aún más la necesidad casi imperiosa a estas alturas, de que se nos permita regresar a Zaporiyia para una misión con múltiples objetivos», señala Grossi.
«Y reitero: es la central nuclear más grande de Europa. No estamos cumpliendo el calendario de inspecciones. La cantidad de material nuclear que allí existe es muy grande. No podemos seguir prolongando nuestra ausencia», recalca.
El responsable del OIEA señala que además hay que evaluar los daños físicos de la planta debido al intercambio de fuego durante la ocupación de la central por fuerzas rusas así como las acusaciones ucranianas del uso de la violencia contra el personal de la planta.
El director del OIEA se mostró dispuesto en junio a visitar la central bajo control ruso, pero Ucrania criticó con vehemencia esos planes al considerar que el viaje del responsable de la ONU podría suponer algún tipo de legitimación de la ocupación rusa.
«Esa idea es incorrecta y además es contraproducente desde el punto de vista de la seguridad nuclear, de las salvaguardias y también del título de propiedad, si lo puedo decir de esta manera, de Ucrania sobre esta planta», afirmó Grossi.
Y añadió: «Cuanto más se aleje el organismo de la planta, cuanto más la presencia del organismo en la planta sea una quimera, esta situación sólo se agravará».