La principal causa de la malnutrición, caracterizada por la ingesta insuficiente de vitaminas, minerales y nutrientes, que debilita el sistema inmunológico y eleva la mortalidad infantil, es sobre todo la pobreza.
En 16 países, entre los que figuran Irak, Suazilandia, Comores y Burundi, la situación de hambruna es «muy grave» o «alarmante», indica el informe.
«Conflictos como los de Siria, Irak o Sudán del Sur ponen en peligro la situación alimentaria en estos países. Los refugiados se ven expuestos a una mayor amenaza de inseguridad alimentaria, malnutrición y enfermedades», indicó Bärbel Dieckmann, presidente de la ONG Welthungerhilfe (Ayuda Mundial contra el Hambre).
Irak, donde el porcentaje de personal con malnutrición es más del doble que en 1990, ocupa el penúltimo lugar entre todos los países en el índice de este año.
La violencia constante, el gran número de desplazados en el país y la afluencia de refugiados procedentes de Siria, así como la calidad de las necesidades básicas, que empeora año tras año, agudizan esta situación, indica el informe.
La difícil situación en Suazilandia encuentra su explicación en la propagación extrema del virus del VIH, que afecta al 26,5 % de la población adulta, según los expertos.
Según Dieckmann, a todo ello «se suma la epidemia de ébola en África occidental, que influirá de forma considerable en los próximos meses en la situación alimentaria de los países afectados».
Así, un total de 26 países, entre los que figuran Brasil, Perú, Angola, Benin, Gana, Camboya, Malí, Tailandia y Vietnam, vieron reducidas sus puntuaciones GHI a la mitad o más.
El Índice Global del Hambre, que se actualiza cada año, es una herramienta diseñada para medir y dar seguimiento de manera comprehensiva al hambre a nivel mundial y también por países y regiones