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Drones persiguen contrabandistas bolivianos

Los drones persiguen vehículos sospechosos y alertan mediante el envío de imágenes a un centro de control que a su vez activa a patrullas en tierra que interceptan a los contrabandistas.

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Fotografía de AP

El gobierno boliviano comenzó a utilizar drones para perseguir y capturar a contrabandistas de gasolina, cuyo comercio ilegal causa millonarias pérdidas al Estado.

Desde que comenzaron a operar cuatro drones el 20 de enero las autoridades decomisaron 100.000 litros de combustibles -gasolina y diésel-, informó el miércoles 11 de marzo la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Los drones persiguen vehículos sospechosos y alertan mediante el envío de imágenes a un centro de control que a su vez activa a patrullas en tierra que interceptan a los contrabandistas, explicó el director de Operaciones de Interdicción de Hidrocarburos Jaime Cuellar.

La información que envían los drones es cruzada con un sistema de rastreo satelital que hace el seguimiento de cisternas que transportan combustible desde las plantas hasta los centros de venta y con otro sistema que controla la venta de combustible a los usuarios en las estaciones de servicio.

El decomiso de dos camiones con 14.000 litros de gasolina de contrabando cerca de la frontera con Perú fue el primer golpe con la ayuda de estos drones, que pueden alcanzar una altura de 2.600 metros y una velocidad de hasta 84 kilómetros por hora, dijo Cuellar.

Los combustibles están subvencionados en Bolivia y un litro de gasolina cuesta unos 50 centavos de dólar, menos que el agua embotellada. Los subsidios del Estado el año pasado alcanzaron los 900 millones de dólares, una sangría económica según las autoridades.

Una parte de esos combustibles -gasolina, diésel y gas doméstico envasado- salen de contrabando a regiones fronterizas de Perú, Chile y Brasil, principalmente.

En 2013 las autoridades decomisaron 1,2 millón de litros de gasolina y diésel y 816.200 litros en 2014, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

En la frontera con Perú los contrabandistas ganan hasta tres veces más por cada balón de gas licuado doméstico que logran pasar al otro lado de la frontera, según las autoridades.

El negocio consiste en acopiar de a poco y transportarlo hasta la frontera. Las autoridades llaman a esta actividad «contrabando hormiga», difícil de combatir. Días atrás la policía capturó a un contrabandista que había cargado gasolina 14 veces en un día.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos también ha detectado robos de combustible de los ductos mediante acoples altamente peligrosos. Los drones también apoyan en la vigilancia de la red de tuberías, dijo Cuellar.

Otros 22 drones entrarán en funcionamiento los próximos meses.

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