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Aylan Kurdi: el niño que navegó 4 minutos por el sueño de una vida mejor

La imagen de esta inocente vida, quedará grabada en nuestras mentes por siempre, al igual que la de otros eventos quedaron grabadas en la historia, como por ejemplo, la “niña del napalm”, Phan Thị Kim Phúc, que aparece en una famosa fotografía de la guerra de Vietnam y quien afortunadamente sobrevivió.

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Foto: EFE

Quizás cuando la familia del pequeño tomaba la improvisada embarcación que durante un corto, pero peligroso trayecto, los iba a llevar desde las costas turcas a la isla griega de Kos, nunca imaginarían que en tan solo 4 minutos, el destino, el “Ananké” representado en la diosa Moira, la que hila la hebra de los hombres desde su nacimiento, saldría al encuentro de esa inocente familia, rompiendo los sueños de una merecida mejor vida a la que tienen derecho todos los seres que pueblan este extraño planeta, llamado Tierra.

Rabia, tristeza, decepción, desesperanza y miles de adjetivos más, al igual que falta de respuestas rodearán siempre la corta vida de este pequeño niño, al que quizás le pareció divertida, al igual que a su hermano, la aventura que sus aterrados padres iniciaban sin saber que sería tan corta.

La imagen de esta inocente vida, quedará grabada en nuestras mentes por siempre, al igual que la de otros eventos quedaron grabadas en la historia, como por ejemplo, la “niña del napalm”, Phan Thị Kim Phúc, que aparece en una famosa fotografía de la guerra de Vietnam y quien afortunadamente sobrevivió.

Estas y otras imágenes, son solo reflejos de una realidad muy cruel que avasalla la imagen en sí y que si pudiera ser totalmente densificada en una sola, nos enloquecería al punto de perder la fe en la humanidad y confirmar su cariz de posible experimento fallido.

Desde nuestra mas tierna infancia nos educamos para apreciar el poder de las imágenes y de las palabras y por ello muchas veces tratamos de aprehender el todo a través del instante, aunque éste solo sea eso.

Las cifras de ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los desplazados indican una realidad alarmante. Año a año, el número de desplazados forzosos por guerras y conflictos se incrementa. Para el 2014, cerró en 59 millones y medio. 42.500 diarios! (8 millones 300 mil más que en el 2013). En el año 2014, la cifra de refugiados alcanzó los 19 millones y medio.

Para el año 2013, de acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Población, los migrantes alcanzaron el número de 232 millones, 57 millones más con respecto al año 2000. Ni hablar de las 24000 personas que mueren diariamente por hambre o de las incontables que mueren asesinadas o por falta de atención médica.

La imagen del pequeño y bendito Aylan nos recuerda que la mayoría de los seres humanos son víctimas de desequilibrios geopolíticos y económicos, con los que nada tienen que ver, pero sobre todo de los desequilibrios que moran internamente en muchos de los hombres y mujeres que fueron llamados o que se hicieron llamar, por un afán mas egoísta que de servicio, líderes del mundo.

Religiones, y corrientes dentro de las religiones que divergen por cuestiones de forma, que después se convierten en fondo. Hombres que matan inmisericordemente porque creen que su dios personal les susurró en sus oídos que eran los dueños de la verdad y los destinados a conquistar el mundo con ella.

Hombres que se creen predestinados a mandar eternamente y a matar a quienes los opongan. Hombres y naciones que temen desequilibrar sus intereses económicos si se atreven a romper el infernal status quo, basados en una mal calculada seguridad que palidece, al lado del tamaño de las innumerables chispas que se prenden diariamente en cada rincón del mundo.

También naciones que después de mucho sufrimiento alcanzaron una estabilidad que no quieren sacrificarla por las irresponsabilidades de otros. Al final de todo, hombres, mujeres y países que son víctimas, algunos de su grandeza, otros de sus propias miserias.

Solo me pregunto, como la canción de Queen “El Mundo que nosotros creamos”. “Si hay un Dios en el cielo, mirándonos, ¿Qué pensara de lo que hicimos con el mundo que El creó?”

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