Internacionales

Expresidentes de Costa Rica piden a Solís apoyar envío de observadores para el 6D

Recuerdan que "una apropiada observación requiere al menos constatar la legitimidad del padrón, la conformación y funcionamiento de las mesas electorales".

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Los expresidentes de Costa Rica Luis Alberto Monge, Óscar Arias, Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez, solicitaron al actual gobernante Luis Guillermo Solís, que se pronuncie sobre la necesidad de que observadores internacionales fiscalicen las elecciones legislativas en Venezuela.

La carta señala concretamente realizar «una acción intensa con los otros gobiernos de América Latina para idear una solución institucional con la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Europea (UE)».

Esta acción permitiría «evitar un deterioro aún mayor en las condiciones de la democracia venezolana».

La carta señala también que «el proceso de elecciones parlamentarias en Venezuela convocado para el 6 de diciembre, si se efectúa con garantías de equidad, podría ser -cualquiera que fuese su resultado- el paso inicial para que los diversos sectores puedan resolver los diversos problemas políticos, económicos y sociales que hoy aquejan a ese querido país».

«Resulta palmaria, en ese contexto, la necesidad de que en dicho proceso puedan participar misiones de observación internacional creíbles, como lo hacen en nuestro país. No obstante, el Gobierno venezolano ha negado a la OEA su participación como observadores en esos comicios y ha solicitado el ‘acompañamiento’ de Unasur», dice la misiva.

Los expresidentes recuerdan en la carta que «el Tribunal Superior Electoral de Brasil se ha negado a participar en ese ‘acompañamiento’ en virtud del veto venezolano contra el expresidente de ese Tribunal, Nelson Jobim, como cabeza de la misión, así como por la demora del Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana deVenezuela en convenir los términos del ‘acompañamiento’ con Unasur».

Y señalan que «las condiciones actuales no pueden ser más peligrosas para la vigencia de la democracia venezolana y la solución de los problemas que afectan a sus residentes».

«Un proceso electoral no observado y no creíble sería -en vez de una vía de solución- más bien una causa de deterioro adicional a la democracia».

Recuerdan, por último, que «una apropiada observación requiere al menos constatar la legitimidad del padrón, la conformación y funcionamiento de las mesas electorales, las actuaciones de los organismos públicos, la operación del sistema de votación electrónico, y la verificación de los resultados».

Un portavoz del gobierno costarricense dijo a Efe que en las próximas horas se pronunciarán sobre el tema.

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