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"No vengan a Europa", pide Consejo Europeo a los migrantes

Después de visitar Grecia, el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, se entrevistará este viernes en Estambul con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tres días ante de una cumbre crucial con Turquía sobre la actual crisis migratoria en Europa.

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Foto: AP

Por su parte, el presidente francés François Hollande recibirá por la mañana a la canciller alemana Angela Merkel en el Elíseo para intentar encontrar juntos remedios a la crisis.

Tusk pidió el jueves a los migrantes económicos que no vengan a Europa y abogó por nuevas medidas para frenar un flujo migratorio «demasiado alto».

«Quiero lanzar un llamado a todos los migrantes económicos ilegales potenciales, de donde sean. No vengan a Europa. No les crean a los traficantes», dijo Tusk en una conferencia de prensa en Atenas tras reunirse con el primer ministro griego Alexis Tsipras.

«No pongan en riesgo sus vidas y su dinero», añadió.

Tusk estuvo en Atenas como parte de una gira regional por los países más afectados, antes de una cumbre UE-Turquía sobre la crisis migratoria, el 7 de marzo.

Tusk se dirigió luego a Ankara donde se entrevistó con el primer ministro turco Ahmet Davutoglu.

«Estamos de acuerdo en cuanto a que el flujo de refugiados sigue siendo demasiado elevado y que son necesarias más medidas», declaró Tusk ante la prensa, sugiriendo la puesta en marcha de un «mecanismo rápido y a gran escala destinado a mandar de vuelta a los migrantes irregulares que llegan a Grecia».

Davutoglu respondió: «ni Turquía, ni Europa son responsables de la crisis siria. Pero son quienes sufren las consecuencias», afirmando que su país hará «todo lo necesario» para luchar contra la migración clandestina.

La UE propuso el miércoles ayuda humanitaria por 700 millones de euros (en tres años) a los países más afectados por esta crisis, entre ellos Grecia, donde cerca de 10.000 migrantes que buscan llegar al norte de Europa siguen bloqueados en la frontera con Macedonia, como consecuencia de nuevas restricciones impuestas por varios países de los Balcanes.

Tusk criticó estas «decisiones unilaterales», que perjudican el espíritu europeo de «solidaridad».

Más de 130.000 migrantes han llegado a Europa desde enero, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La mayoría de éstos pasaron por Grecia tras cruzar el Egeo desde Turquía.

Según el viceministro de Defensa griego, Dimitres Vitsas, el número actual demigrantes en su país es de casi 32.000, de los cuales «6.857 se encuentran en las islas (del Egeo) y 24.985 en el continente».

– «Grave crisis humanitaria» –

La ayuda de la UE podrá ser destinada a cualquier país del bloque en situación excepcional, pero «irá, en gran medida, a Grecia, que vive la crisis humanitaria más grave», dijo el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides.

Grecia advirtió el martes que «no está en capacidad de gestionar a todos los refugiados que llegan» al país, y que necesitaría 480 millones de euros para acoger a unos 100.000 migrantes.

Macedonia dejó pasar el miércoles por su frontera con Grecia apenas a 300 refugiados sirios e iraquíes.

Fueron los primeros autorizados a cruzar su frontera, punto de paso de la ruta de los Balcanes para seguir hacia el norte europeo, tras los choques del lunes entre refugiados y policías macedonios.

Cerca de la localidad griega fronteriza de Idomeni, en un campamento para 1.600 personas, la situación humanitaria seguía degradándose. «Entre el viernes y el domingo, el número de personas en este campamento pasó de 4.000 a 8.000. Y ahora estamos en 9.000», explicó Jean-Nicolas Dangelser, de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Austria por su parte exhortó este jueves a Grecia a no dejar pasar más migrantes hacia el norte de Europa.

– Desmantelamiento en Calais –

En Francia, el desmantelamiento de una parte del campamento de inmigrantes en Calais (norte) se reanudó este jueves. Como en días precedentes, tenían lugar con presencia de un importante dispositivo policial de protección.

Según las autoridades francesas, una hectárea ha sido evacuada en lo que va de semana, del total previsto de 7,5 hectáreas.

Entre 800 y 1.000 personas viven en el sector sur de la «jungla» que será desmantelado, pero las asociaciones estiman ese número en 3.450. El objetivo es recibirlas en albergues en Calais o en otras ciudades de Francia.

En todo el campamento hay entre 3.700 y 7.000 migrantes, en su mayoría sirios, afganos y sudaneses que quieren ingresar en Gran Bretaña.

En este contexto, el presidente francés François Hollande pidió este jueves en Amiens (norte de Francia) al primer ministro británico, David Cameron, que los migrantes menores solos que se encuentran en Calais puedan irse «rápidamente» al Reino Unido si tienen familia allí.

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