Al mismo tiempo, la Junta, presidida por el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, destituyó a cinco de sus 22 miembros, mientras que una orden de detención fue emitida contra nueve jueces del Tribunal Supremo del país.
Según informa el diario Hürriyet en su versión electrónica, los jueces fueron aparentemente destituidos por ser sospechosos de estar relacionados con el predicador Fetullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y enemigo del gobernante partido islamista AKP.
El Gobierno turco y el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, aseguran que los llamados «gülenistas» se encuentran detrás del intento de golpe de Estado.
La violenta intentona causó entre 181 y 265 muertes, según las diferentes fuentes, así como 1.440 heridos, mientras que 2.839 supuestos soldados golpistas fueron detenidos.