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Qué es ese grupo de países reunidos en Margarita

La Isla Margarita, en el estado Nueva Esparta, acoge la XVII cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), en la que Venezuela asumirá la presidencia durante tres años.

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EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ

El MNOAL, integrado en la actualidad por 120 estados miembros y otros 17 observadores, nació en 1961 en Belgrado, capital de la entonces Yugoslavia socialista, en un contexto de Guerra Fría.

Tres carismáticos líderes fueron sus artífices: el indio Jawaharlal Nehru, el egipcio Gamal Abdel Nasser y el yugoslavo Josip Broz Tito, que se propusieron marcar distancia de los dos bloques que a la sazón imponían el orden internacional.

Aunque fundado oficialmente en 1961, el movimiento sentó sus bases en 1965, durante la conferencia afroasiática de Bandung (Indonesia), en la que 29 naciones en vías de desarrollo analizaron el anticolonialismo, el progreso económico y cultural y el denominado «no alineamiento», término acuñado por Nehru en uno de sus discursos.

En 1971, representantes de 25 países se unieron en Belgrado para hacer despegar un nuevo movimiento con voz propia en los foros internacionales que reivindicase el desarme, la autodeterminación y la convivencia pacífica.

Los miembros fundadores fueron Afganistán, Argelia, Arabia Saudí, Birmania (hoy Myanmar), Camboya, Congo Belga (posteriormente Zaire y hoy República Democrática del Congo), Cuba, Chipre, Egipto (entonces República Árabe Unida), Etiopía, Ghana, Guinea, la India, Indonesia, Irak, el Líbano, Malí, Marruecos, Nepal, Somalia, Sudán, Siria, Túnez, el Yemen y la ya extinta Yugoslavia (Serbia es su heredera).

Bolivia, Brasil y Ecuador participaron en la primera cumbre como «naciones invitadas».

Cinco fueron los pilares establecidos en aquella reunión como anclaje de las relaciones internacionales: respeto a la integridad territorial, pacto mutuo de no agresión, no injerencia en asuntos internos, igualdad y mutuo beneficio, y paz y coexistencia.

El carácter inicial del movimiento estuvo, sin duda, determinado por el proceso de descolonización que se registraba en la época, de ahí el marcado lenguaje antiimperialista de las primeras declaraciones redactadas al término de las cumbres.

Para afianzar su papel de interlocutor en los foros internacionales, se utilizó la estrategia de incorporar el mayor número posible de miembros, hasta alcanzar los 120, lo que ha convertido al MNOAL en la mayor agrupación internacional después de la ONU, con una estructura administrativa única, de carácter rotatorio y en la que todos los Estados miembros, al margen de su importancia, tienen igual poder de decisión.

El MNOAL ha ido perdiendo gradualmente el ímpetu con el que nació debido a las diferencias internas que fueron surgiendo ante los propósitos políticos del movimiento y su organización social y económica, todo ello fruto de la diversidad cultural y política de cada país, así como de sus particulares intereses geográficos y estratégicos, amén del fin de la Guerra Fría.

Aun así, sigue el compromiso de sus miembros y la necesidad de compartir problemas comunes en un mundo globalizado, como la pobreza, la falta de infraestructuras o mercados de exportación, la deuda externa y las tensiones étnicas, temas clave en la agenda del MNOAL.

A ellos se suman otros como el sida, el crimen trasnacional, el narcotráfico, el terrorismo, el ya resuelto contencioso nuclear iraní y el acceso de los países en vías de desarrollo a la tecnología nuclear para fines pacíficos.

Según datos oficiales, el conjunto de las naciones del movimiento supone el 51 % de la población mundial y tienen el 86 % del petróleo del planeta, el 53 % del área marítima, el 45 % de las tierras cultivables y el 44 % de los bosques.

Antes que la de isla Margarita, el MNOAL ha celebrado 16 cumbres, que tradicionalmente acontecen cada tres años.

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