Trump visitó las instalaciones de la CIA en Langley (Virginia) en su primer día completo como presidente de EEUU y, tras ofrecer su apoyo a la comunidad de inteligencia, cargó contra los medios.
El presidente se declaró en «guerra» con los periodistas, de quienes dijo que están «entre los seres humanos más deshonestos de la tierra», y explicó que la multitud asistente a los actos de su investidura este viernes «parecía» englobar a entre un millón y 1,5 millones de personas.
«Amo la honestidad, me gusta la cobertura (de prensa) honesta», declaró Trump.
A falta de datos oficiales, las fotografías aéreas dejan claro que las cifras de asistencia a la investidura de Trump han quedado lejos de los históricos 1,8 millones que asistieron a la primera toma de posesión del ya expresidente Barack Obama en 2009.
Las autoridades de Washington habían estimado en los días previos que unas 800.000 personas asistirían a la toma de posesión de Trump, tanto para celebrar su llegada a la Casa Blanca como para manifestarse en su contra.
Durante su comparecencia en la CIA, Trump no hizo ninguna referencia a la multitudinaria marcha que se celebraba en Washington, donde cientos de miles protestaron en defensa de los derechos que ven amenazados por su llegada a la Casa Blanca.
Nueva York y las principales ciudades de Estados Unidos también se sumaron a la denominada «Marcha de las Mujeres».