Casi 150 toneladas de flores salen cada día a bordo de más de 30 aviones entre enero y marzo, y se inspeccionan porque en años previos algunas cargas han estado «envenenadas», como se conoce a las rosas infectadas por el narcotráfico.
Colombia es uno de los mayores exportadores de flores y hoja de coca del mundo, por lo que el Día de San Valentín es una oportunidad que los narcotraficantes aprovechan para enviar droga a otros países.
«Somos un objetivo indudablemente… Hay que tomar muchas medidas y constantemente hay que estar vigilando, pero yo diría que los casos que pasan por acá son mínimos», aseguró a The Associated Press Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores.
Desde que salen de los campos de cultivo, los camiones que transportan las flores están sometidos al control de la policía, explicó a la AP el coronel Julio Triana, comandante de la compañía de control aeroportuario en Bogotá.
Una vez en el aeropuerto, 100 policías y 15 perros analizan caja por caja y los escáneres rematan la tarea. En años recientes, la manera más habitual de mandar cocaína al extranjero fue a través de la sustitución de los tallos por paquetes de droga.
«Tenemos que garantizar que la exportación de flores no sea contaminada por las bandas criminales», afirmó Triana mientras mostraba el proceso de seguridad.
«Hacemos un esfuerzo muy grande porque en el momento que eso empiece a ocurrir, (otros países) nos pueden parar la entrada de las flores y sería desastroso», abundó Solano.
En lo que va de esta temporada las autoridades no han registrado ningún incidente, pero en años anteriores, sí. En 2016, la policía dijo que encontró 90 kilos de cocaína escondida en cajas de rosas. En 2015, el desmantelamiento de una red interna en el aeropuerto desató el refuerzo de las medidas de seguridad con el llamado plan Pétalo de Asocolflores.
Colombia es el segundo exportador mundial de flores después de Holanda y es el principal proveedor de Estados Unidos, según datos de Asocolflores. Junto a Ecuador y Kenia, puntea el mercado de las rosas, principal obsequio en San Valentín, pero en otras épocas del año, exportan otros tipos de flores.
En total hay alrededor de 450 empresas en todo el país con unas 7.770 hectáreas sembradas y más de 130.000 empleados; toda una maquinaria al servicio de los galanes de otros países. «En este momento no hay una sola rosa roja disponible en Colombia», aseguró Solano, el representante de los empresarios que cada San Valentín siembran el mundo con unos 500 millones de rosas colombianas.