“Es ridículo. No importa cuanto consiga durante el estándar ridículo de los primeros cien días, y ha sido mucho (incluido la Suprema Corte), ¡La prensa lo rechazara!”, dice un tuit escrito por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en buena medida resume su mandato.
Desde 1933, época del ex mandatario Franklin Delano Roosevelt, los primeros 100 días son un termómetro del desempeño de un recién llegado jefe de Estado estadounidense, en el caso de Roosevelt fue cuando el gobernante indicó cuál sería su plan y las medidas para salir de la gran depresión de 1929. Volviendo a 2017 el magnate, a su manera, busca disminuir las expectativas al no haber cumplido con todas las promesas de campaña que aseveró llevaría a cabo en el centenar.
Pero ¿Que logró el magnate inmobiliario y que no?
El 21 de noviembre Trump enumeró lo que haría en sus primeros 100 días de mandato:
1) Nombrar jueces que defiendan la Constitución y la segunda enmienda. Lo alcanzó con el nombramiento del magistrado Neil Gorsuch.
2) Construir un muro en la frontera sur y limitar la inmigración ilegal para así dar a los estadounidenses desempleados una oportunidad de conseguir y ocupar trabajos con buenos sueldos. No ha construido ni un metro del muro, pero si ha limitado la entrada a ciudadanos de 7 países de África y Medio Oriente de mayoría musulmán. Sin embargo, no ha afrontado el asunto de fondo, el problema de la inmigración ilegal viene en su mayoría de personas que exceden el tiempo de su visado y se quedan en el país.
3) Revaluar los acuerdos comerciales con otros países y la debacle de compañías que han enviado trabajos a otras latitudes.
Ha revaluado -no modificado- los acuerdos y obligado a ciertas compañías a garantizar lainauguración de plantas en el país, en detrimento de otras naciones. Sin embargo, no ha habido una ley, sino un proceso más cercano a la coerción.
4) Rechazar y reemplazar la ley de protección de salud conocida como Obamacare. No lo logró, tuvo que retirar en marzo la propuesta de modificación ante el Congreso por el rechazo republicano. Aunque, ha manifestado que presentará prontamente una propuesta alterna.
5) Eliminar las restricciones federales en la producción de energía. Sí lo hizo y ha impulsado a la industria petrolera sobre las energías limpias.
6) Impulsar una enmienda en la Constitución para imponer límites con términos en el Congreso. No lo hizo.
7) Eliminar las zonas libre de armas. No lo hizo.
8) Formular una regla en las leyes en las que por cada nueva regulación, dos de las existentes deben ser eliminadas. No lo hizo.
9) Instruir al jefe del Estado Mayor Conjunto que desarrolle un plan para proteger la infraestructura vital de Estados Unidos de posibles ciberataques o de cualquier forma de ellas. Pudo haberlo hecho pero se desconoce si el plan fue efectivamente desarrollado.
10) Nombrar a China como un manipulador de divisas. No lo hizo.
11) Establecer leyes y limitaciones contra el comportamiento injusto de subsidios de esa nación. Instruir al representante estadounidense para que lleve casos contra China en Estados Unidos y la Asociación Mundial de Comercio. No lo hizo.
12) Usar todo el poder presidencial para remediar las disputas comerciales, incluyendo la aplicación de las tarifas de 45% de acuerdo a la sección 201 y 301 de la ley de Comercio de 1974 y la sección 232 del ley de expansión de comercio de 1962 para detener las actividades ilegales de China, incluyendo el robo de secretos del comercio estadounidense. No lo hizo.
De los 12 puntos presentados en noviembre logró 2 –la confirmación de Gorsuch fue a través del Congreso y modificando el método para su ratificación–, no alcanzó otros 8 y 2 más están más cerca de ser incumplidos que alcanzados. Además, se quedó corto en realizar la reforma impositiva y en el trabajo de invertir 1 trillón de dólares en infraestructura.
Arduo camino
Tras su triunfo de noviembre y su juramentación como el presidente número 45 de Estados Unidos el transitar para el mandatario no fue fácil, empezó con protestas desde su inauguración y con la denuncia de la supuesta injerencia rusa que según detractores afectó los comicios electorales y fue lo que lo llevó a la Casa Blanca.
El magnate también sufrió los embates de su inexperiencia política, sus decretos para bloquear la inmigración de 7 países de África y Medio Oriente fueron bloqueados.En el Congreso, y a pesar de contar con la mayoría republicana en ambas cámaras, no pudo hacer que se aprobara la ley de salud que reemplazaría el Obamacare que tanto criticó y aseguró eliminaría al llegar a la presidencia.
El FBI mantiene la investigación por la interferencia rusa en las elecciones y por los nexos entre el Kremlin y su gabinete. Además, se ha visto muy inconsistente con giros de 180 grados entre lo que ofrecía en campaña y la realidad de la política.
Historiadores y analistas señalan que este lapso es uno de los menos productivos para un gobernante norteamericano. Como ejemplo se establece que su antecesor Barack Obama había nominado a 169 funcionarios de 554 que requerían confirmación en el Senado para su gobierno y 69 de ellos ya habían sido aceptados para los cargos de la administración pública. Trump en cambio sólo ha hecho 24 nominaciones y 20 han sido ratificados.
Además, las encuestas le dan la peor aprobación para un mandatario en sus primeros 100 días, un tiempo que suele ser una luna de miel para los gobernantes estadounidenses. Trump tiene cerca de 40% del apoyo, menos que 46% que lo eligió para la presidencia y su desaprobación es de 54%. El mandatario tiene hoy 20% menos que el promedio de los presidentes desde la elección de Dwight Einsehower.
El presidente firmó 26 decretos Ejecutivos –más que ningún otro mandatario– aunque casi todo lo rubricado tiene poco alcance. Además criticó a su predecesor Barack Obama, por su exceso de presidencialismo y dijo que era incapaz de gobernar con la oposición republicana en el Legislativo. Ahora Trump con el Congreso a su favor, sigue los pasos del demócrata.
El gobernante también hizo todo lo posible, hasta el último momento, en lograr avanzar un recorte de impuestos en los primeros 100 días, pero no pudo consolidar ningún logro legislativo y su promesa de derogar Obamacare quedó en animación suspendida.
Su plan del muro fronterizo con México también ha sido detenido por la oposición demócrata, e incluso por miembros de su propio partido en el Congreso, que amenazan con cerrar el gobierno el 5 de mayo. Los legisladores intentan impedir la aprobación del presupuesto, lo que causaría el cierre de las oficinas y dependencias federales, si no elimina el pedido de dinero para esa partida en el presupuesto.
Los legisladores temen que los 21 millardos de dólares que se sospecha podría costar la obra, deban ser tomados del dinero de los contribuyentes. Muchos ya han manifestado su rechazo a la idea de Trump por los elevados costos y por ello representantes y senadores en Washington intentan impedir la aprobación, pues la onerosa idea del magnate podría terminar costándole el cargo en las próximas elecciones.
A los 100 días, Roosevelt había firmado 15 leyes importantes y unió al país para salir de la Gran Depresión. Barack Obama había impulsado, en el Congreso dominado por los demócratas, una ley para expandir el cuidado infantil, y había dado un espaldarazo al proyecto de paga igualitaria por género. También había provisto 800 millardos de dólares en un paquete de estímulo. George W. Bush había sometido y ganado la aprobación en la Cámara de Representantes para su recorte de impuestos que entraría en vigor en junio.
Pero sus predecesores también tuvieron momentos difíciles en los primeros 100 días de su mandato. John F. Kennedy lanzó la fracasada invasión de Bahía de Cochinos a Cuba, Bill Clinton inició la discusión de los homosexuales en el Ejército, que causó mucho ruido en la población y George W. Bush no tuvo una buena inteligencia y no previó el ataque de septiembre de al Qaeda, que iniciaría la era de la lucha contra el terrorismo que aún se vive.
Complaciendo a la base
A pesar del inicio lento de Trump, el mandatario ha logrado sostener el apoyo en su base antisistema, aunque los republicanos clásicos lo miran con desconfianza.
Según un sondeo de ABC Noticias y Washington Post 6 de cada 10 estadounidenses duda de la honestidad y la confiabilidad de Trump.
Sin embargo, 96% de su base ha dicho que volvería a votar por él y sólo 2% afirma que lamenta haberlo seleccionado para ser presidente.“Las encuestas son muy buenas considerando que muchas de las noticias de los medios son falsas y casi todas negativas”, tuiteó el magnate.
Los mayores aciertos ante la opinión pública llegaron de sus actuaciones en los conflictos internacionales.
La aviación estadounidense bombardeó en Siria una base desde la cual se produjo un ataque químico que mató a cientos de niños, según alegan. En Afganistán lanzó la llamada “madre de todas las bombas” contra el Talibán y a Corea del Norte le dijo que debía cesar sus pruebas armamentísticas nucleares y desplegó un grupo de guerra entre ellos el portaaviones Carl Vinson.
Sin embargo, los expertos señalan que las medidas son efectistas y no tienen una estrategia definida lo que perjudica los intereses internacionales de su país y sólo en el caso de Siria la mayoría de los estadounidenses valoró como positivo su accionar. El mandatario ha tenido además problemas de comunicación con Irán.
A pesar de tener muy poco que exhibir sus seguidores aún ven positivo y sustancioso sus primeros cien días. Afirman que en ese período ha firmado más leyes y órdenes ejecutivas que cualquier presidente los últimos 50 años. La nominación de Gorsuch fue la primera en el lapso de 100 días desde 1881.
Los cruces ilegales en la frontera sur con México han caído a su punto más bajo en 17 años y la confianza del consumidor está en su mejor marca en 16 años. Además de revertir las regulaciones sobre negocios, ambiente e impulsar el uso del oleoducto Keystone XL.
Resta ver si se mantendrá la misma tónica –tanto en la ciudadanía como en la clase política y los medios de comunicación– por los próximos 1.361 días de su gobierno, si seguirá dando giros en sus opiniones, o transitará su camino para dejar un legado que perdure y quién sabe si hasta conseguir un segundo mandato.
Lo único claro es el caótico encuentro que ha tenido el gobernante con el poder. “Amaba mi vida previa y la extraño. Tenía muchas cosas andando y en esta faceta trabajo mucho más. Pensé sería más fácil”.