«Ya sabemos que no todos estamos de acuerdo con una o quizás dos cosas que está haciendo la actual Administración estadounidense», dijo Clinton, antes de que el grupo irrumpiera en el salón de conferencias bajo paraguas rojos para denunciar los estigmas y la criminalización que sufren las prostitutas en todo el mundo.
Una portavoz del grupo pidió a Clinton que hiciera «todo lo que esté en su mano para descriminalizar» la prostitución en Estados Unidos y en el resto del mundo porque las trabajadoras sexuales se ven «obligadas a ejercer en condiciones poco humanas» en la calle.
«Sabemos que a ti sí te gustan las trabajadoras sexuales. Por favor, ayúdanos a lograr respeto. Somos trabajadoras sexuales y lo nuestro es un trabajo más», añadió una prostituta transexual.
Las leyes que oprimen a las trabajadoras sexuales «son una sentencia de muerte» y «a través de la legalización de la prostitución también» se puede terminar con el sida y el VIH, agregaron.
Tras interrumpir en varias ocasiones el discurso de Clinton y retrasarlo unos 30 minutos, el grupo de prostitutas abandonó la sala a gritos, imitando la violencia callejera que sufren cuando están trabajando.
El expresidente estadounidense acudió a la Conferencia Internacional contra el SIDA como fundador de la Fundación Clinton y para dar uno de los últimos discursos de esta semana en la que diferentes voces han criticado las políticas del presidente Donald Trump contra el aborto, la prostitución y las ayudas internacionales para la lucha contra el VIH.
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