«Hemos dado las grabaciones (…) a Arabia Saudita, a Washington, a los alemanes, a los franceses, a los ingleses», declaró Erdogan en una conferencia de prensa televisada.
La presidencia turca precisó luego que les dejaron escuchar las grabaciones, pero que no compartieron ningún documento escrito.
Khashoggi fue asesinado el 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul, donde había acudido a hacer un trámite administrativo.
Tras negar inicialmente el asesinato, las autoridades saudíes hablaron primero de una «pelea» que acabó mal, antes de afirmar que el periodista de 59 años murió durante una operación no autorizada y sobre la que el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán no había sido informado.
Varios medios de prensa turcos aseguraron rápidamente que Ankara tenía una grabación del asesinato, y que había sido compartido con la directora de la CIA Gina Haspel, durante un viaje a Turquía a finales de octubre.
Pero la existencia de tales grabaciones no había sido confirmada oficialmente.
Según indica este sábado el diario turco Sabah, los asesinos de Khashoggi, se deshicieron de su cuerpo echándolo por el sistema de desagüe después de haberlo disuelto en ácido.]]>