En un quinquenio la calidad de vida en Venezuela decayó notablemente bajo el mandato de Nicolás Maduro, heredero de Hugo Chávez. La crisis empeora con hiperinflación rampante, escasez de alimentos y medicinas, problemas de infraestructura y servicios, una emigración de más de 3 millones de personas, problemas de seguridad y proliferación de bandas criminales organizadas y de narcotraficantes.
El continente y el planeta se preocupan porque el “problema venezolano” ya le está ensuciando sus casas.
El panorama es aún más turbio con la inestabilidad política que se plantea este año. El presidente de la Asamblea Nacional, diputado Juan Guaidó, asumió con la anuencia de millones de personas y la anuencia de más de 50 países del planeta como presidente encargado de Venezuela.
La medida contra la usurpación hecha por Nicolás Maduro al momento de su juramentación ante el Tribunal Supremo de Justicia –señalado como exprés pues sus magistrados fueron electos a la carrera, aun cuando no tenían los requisitos para ocupar tan altos cargos- es el detonante de una situación compleja que divide al mundo, entre apoyar a Maduro, con escasa legitimidad de origen y de ejercicio, o seguir al interino Guaidó.
Las distintas embajadas han hecho llamados de emergencia a sus ciudadanos para que se resguarden ante el temor de una escalada violenta que puede causar derramamiento de sangre, al menos así lo ven desde otras tierras.
Muchos países del mundo han mostrado algún tipo de apoyo a la juramentación. Incluso naciones lejanas como Australia y algunas desconocidas como Kosovo han mostrado apoyo a Guaidó como nuevo presidente de Venezuela.
Un peón en el ajedrez mundial
Félix Arellano, Internacionalista, y experto en relaciones internacionales señaló que Venezuela no es más que una pieza para Rusia que busca mostrar su liderazgo en el caos y desorden que impera en Venezuela y que exporta a la región.
“Rusia vendió chatarra militar y no se molestaría en recibir minas de oro, cobalto y coltán. Somos una ficha para Rusia, no entramos en su estrategia militar que se restringe a lo que consideran su zona de influencia como lo pueden ser sus vecinos Ucrania, Georgia y la expansión en territorios que cree le pertenecen. Allí es donde es capaz de usar sus tanques, a mi juicio el avión es parte del show”.
El analista consideró que el Kremlin juega a ser una potencia global, en los continentes y en Venezuela gracias a Nicolás Maduro.
Juan Francisco Contreras, presidente del Colegio de Internacionalistas comparte la opinión. “La realidad es que Venezuela participa en muchos intereses de países, el gobierno de Maduro es un peón en el juego de ajedrez y no hay intención de inmolarse por Venezuela.
Evidentemente hay intereses por los recursos minerales del país, además de una de ser ubicación geopolítica muy interesante para muchos países pero no quieren enterrarse por un gobierno que parece va salida, en especial Rusia y China”.
Arellano también cree que Venezuela es una ficha en las negociaciones de inversiones, finanzas y servicios de China con Estados Unidos. En la región tiene muchos intereses y es delicado para Pekín que preferiría prosperidad en sus negocios.
Afirmó: “Si se encaminan bien, y el empresariado estadounidense en Venezuela quiere eso, China disminuirá su influencia en el país. Si por el contrario se deterioran las negociaciones China jugará la ficha de Venezuela, porque somos una provocación contra el ‘imperio’”.
No es una Guerra Fría
Oscar Hernández, internacionalista y embajador de carrera asegura que la situación venezolana no es una Guerra Fría. “La Guerra Fría fue un hecho concreto y real que puso en jaque a la humanidad con una Tercera Guerra Mundial, nuclear. No es el caso de Venezuela, no hay una disputa ideológica. Aquí lo que hay es un tema de crisis interna; violación de derechos humanos; de compromisos internacionales; y preocupación de la comunidad regional sobre la crisis del país.
Ahondó en que la preocupación por el país es que se perdieron las garantías constitucionales y hay una lucha de poder interno que afecta la región, por el tema migratorio que afecta la estabilidad hemisférica.
“La falta de institucionalidad contribuye a que el país se desmembre y factores como narcotráfico, explotación minera, destrucción ambiental, trata de personas, y otros tantos que violan los compromisos internacionales, y la progresividad de las relaciones internacionales se está perdiendo. Por eso genera preocupación”, agregó.
Arellano matiza que ciertamente no se llega a esa dimensión que tuvo para la historia el enfrentamiento de las dos potencias más importantes del siglo XX. Sin embargo, afirma que hay aires que la recuerdan. Si bien, no se trata de formar un eje, Rusia y China lo que buscan es mantener sus intereses económicos y comerciales, indiscutiblemente hay una negociación en la que Estados Unidos es una pieza estratégica para contradecir y molestar.
Contreras, a su vez, indicó: “En la Guerra Fría había cabezas de playa, influencias claras, pero este no es el caso. Venezuela tiene una situación geográfica privilegiada. Es un centro del comercio para Suramérica y el Caribe, ciertamente pero no hay posibilidades de revivir una situación similar. Hay intereses comerciales sobre Venezuela, pero no es una lucha ideológica como la de esa época”.
El poder del Tío Sam
Washington saca músculo. Los pronunciamientos de todo el gobierno de Trump así lo refrendan. En la última semana han hablado sobre Venezuela, el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo –que incluso fue a la OEA y pidió tratar el tema en la ONU-, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.
La presión profundiza la presión económica, financiera y comercial, señaló Arellano. “El primer reflejo evidente de la presión de la Casa Blanca es la sanción a Pdvsa y el pago de la factura petrolera, por el único país que lo hace en divisas y al día, directamente a Juan Guaidó”.
A pesar de las advertencias norteamericanas, el uso de la fuerza no es viable, consideró el embajador Hernández. “Estados Unidos sabe que ninguna reacción de fuerza será aceptada en América, eso si hay acuerdo y solidaridad. La comunidad regional no ve ni acepta la opción de fuerza como una salida para tratar de que se resuelva la crisis”.
A juicio de Hernández, Washington está utilizando mecanismos de presión y diplomacia preventiva para trata de encarrilar al país y los principios y valores -que se han establecido en el marco de la estabilidad de la región- para lograr un proceso de negociación y acuerdo.
Es la economía
El apoyo de una de las economías más importantes del mundo da mucha fuerza a la situación de la oposición en Venezuela.
Las economías más importantes del hemisferio y del mundo tienen una posición puntual que le da fuerza y musculatura a la oposición en Venezuela.
En el tablero hay fichas más débiles que otras, pero hay una posición de fortalecimiento por el apoyo internacional que ha alcanzado la oposición y eso es un elemento concreto y real, que es relevante, no se vio hasta hace un mes tanto apoyo, aunque la comunidad internacional de países democráticos ha insistido en el tema por mucho tiempo. Nada ha cambiado radicalmente, es la consecuencia de las posiciones que se han venido desarrollando los últimos 5 años.
Es un apoyo contundente y definitivo para un cambio en Venezuela. Para que deje de ser un problema para que pase a ser un país próspero, no conflictivo y que pueda desarrollar su crecimiento.
Unidad europea
La posición europea es tal vez una de las más complejas. Los 28 advirtieron a Maduro que debe llamar a comicios libres, transparentes y verificables o reconocerían a Juan Guaidó. Países como Alemania, Francia, Reino Unido desconocieron a Maduro, pero las divergencias con otros países, llevaron a dar este plazo.
España, Italia y Portugal por sus profundos vínculos con América Latina, además de sus intereses económicos y los de sus connacionales debían dar la respuesta en cómo manejar el problema venezolano. Sin embargo, estos países no tomaron el lugar de liderazgo.
Fue la enorme presión alemana y francesa al igual que las declaraciones de Donald Tusk, presidente del Consejo de Europa y de Antonio Tajani, presidente de la Eurocámara, las que llevaron a que los 28 expresaran la decisión unitaria.
Aunque no hubo un reconocimiento directo a Guaidó, la declaración unánime expresada por la Alta Representante de Política Exterior, Federica Mogherini no deja lugar a duda. El llamado es a elecciones generales, libres y transparentes. Después del domingo el bloque también reconocerá a Guaidó.