Internacionales

Representante de Guaidó en Viena pide a europeos que reconozcan embajadores

William Dávila, representante en Austria del líder opositor Juan Guaidó, planteó que los países europeos reconozcan a los embajadores designados por el jefe del Parlamento venezolano como gesto simbólico para aislar cada vez más al régimen de Nicolás Maduro.

Publicidad
Foto: Andrea Hernández

Dávila explicó que entiende la prudencia europea en este asunto y que sus funciones están todavía en una fase «muy inicial» de primeros contactos con el Gobierno austríaco, pendiente del nivel de reconocimiento que éste le conceda.

«Todo es una situación bastante inédita, en muchos casos complicada de manejar (…) Por ahora, el tema está siendo muy despacio, y así lo tenemos que mover: hay que ser muy prudentes», precisó.

Resaltó la complicación de la situación actual de Venezuela, pues Nicolás Maduro sigue ejerciendo el poder, a pesar de que Guaidó fue reconocido como presidente interino por más de 50 países.

Dávila espera que la cuestión se resuelva pacíficamente, a pesar de la represión de Maduro que impidió la entrada de ayuda humanitaria internacional el sábado, más concretamente con ayuda de hordas criminales armadas por su gobierno, según Dávila.

«Es el uso de la fuerza, pero ya ni siquiera la fuerza organizada. Lo que esperamos ver en los próximos días es cada vez más esta actuación», apuntó.

Consideró que Maduro no es el presidente del país porque las elecciones presidenciales de mayo de 2018 fueron fraudulentas, así que debe terminar su «usurpación» para que un gobierno «constitucional de transición», el de Guaidó, convoque elecciones.

«La ayuda internacional de los países vecinos, de todas las democracias más importantes del mundo -indicó- es esencial porque, si no tenemos esa presión constante, no hay otra forma».

Pero efectivamente, Guaidó no tiene el control de los mecanismos necesarios para convocar elecciones justas, reconoció.

Sobre la presión que puede hacer la comunidad internacional, Dávila recordó que desde hace un mes, se han dificultado los ingresos procedentes del exterior por las sanciones de Estados Unidos sobre la exportación de petróleo; y en Europa se han empezado a incrementar las personales a responsables del régimen.

«Ha habido mucha presión en este sentido en los países vecinos, donde se ha empezado a reconocer los embajadores (de Guaidó). En Europa, es algo que todavía está en fase de discusión, pero es una cosa simbólica que debería ser interesante que suceda y empezar, de alguna forma, a aislar cada vez más al régimen», planteó Dávila.

Sobre una posible contradicción de los gobiernos europeos reconocieran a un «embajador» de Guaidó y mantuvieran a otro de Maduro, Dávila señaló que se trata de una situación inédita, en la que hay que hacer camino poco a poco.

Países con embajadas en Venezuela cuidan mucho lo que pueda pasar por sus propias legaciones y ciudadanos residentes en el país, describió.

«Por lo tanto, entiendo la prudencia y, claro, mi deseo es que toda la situación se regularice y que más pronto que tarde podemos encargarnos de las diferentes embajadas para pasar a lo que va a ser lo importante, reconstruir el país», indicó.

El día que le entreguen la embajada en Viena, anunció: «iré con un auditor y con un exorcista para saber lo que hay dentro», tras 20 años de régimen y un embajador actual, Jessi Chacón, que es del círculo del terror del chavismo, aunque reconoció que hay personal que no apoya al régimen y habrá que pasar página algún día.

Según Dávila, todas las opciones están sobre la mesa, aunque suene mal. En caso contrario, no es creíble ninguna de las medidas internacionales que se tomen para presionar a Maduro, recalcó.

Pero Dávila matizó «nadie está pensando en invasiones ni nada de esto, que es algo superado».

Opinó que todavía falta la implicación de la ONU, aunque reconoció que la Secretaría General tiene una posición bastante compleja y ha de manejarse entre dos aguas: «No es tan fácil hacer una declaración por el presidente Guaidó tan clara».

En el Consejo de Seguridad, China y Rusia tienen intereses importantes en Venezuela y, de alguna manera «temen por ellos».

En cuanto a la posición de la cúpula militar, indicó que hay más de 2.000 generales, es decir: «está todo tan atomizado a propósito que no va a haber grandes bloques sino deserciones puntuales» de jefes castrenses.

Publicidad
Publicidad