Moreno, en el poder desde 2017, lamentó en una entrevista concedida al diario británico The Guardian que el anterior gobierno de su país hubiera proporcionado equipos en la embajada que permitieron «interferir en los asuntos de otros Estados».
«No podemos permitirnos en nuestra casa, la casa que abrió sus puertas, convertirnos en un centro de espionaje», declaró Lenín Moreno. «Esta actividad viola las condiciones de asilo», añadió, asegurando que la decisión de retirar el asilo a Assange «no es arbitraria, sino que se basa en el derecho internacional».
El presidente ecuatoriano denunció también la actitud «absolutamente reprensible y escandalosa» de Julian Assange en la embajada y su «comportamiento inapropiado en materia de higiene».
Según Quito, Assange habría manchado las paredes con sus excrementos.
Interrogada por la cadena Sky News la mañana del domingo, la abogada de Julian Assange, Jennifer Robinson, rechazó estas acusaciones, que calificó de «escandalosas».
Robinson declaró el domingo que el fundador de WikiLeaks está dispuesto a cooperar con las autoridades suecas si reabren el caso de violación contra él, pero que su prioridad sigue siendo evitar una extradición a Estados Unidos.
«Estamos absolutamente felices de responder a estas preguntas si y cuando estas se presenten», declaró Jennifer Robinson a Sky News.
«La cuestión clave por el momento es la [petición de] extradición de Estados Unidos», agregó.
Assange está detenido tras su arresto el jueves en la embajada de Ecuador en Londres, donde encontró asilo hace siete años para escapar a una orden de detención británica por acusaciones de violación y de agresión sexual en Suecia, que siempre ha negado.
La denuncia por agresión sexual prescribió en 2015, y Suecia abandonó después los cargos en el segundo caso en mayo de 2017, al no poder hacer avanzar la investigación.
Pero con el anuncio de su detención, la abogada de la denunciante reclamó la reapertura de la investigación.
El australiano de 47 años fue detenido también en relación a una orden de extradición de Estados Unidos, que le acusa de haber ayudado a la exanalsita de inteligencia estadounidense Chelsea Manning a obtener una contraseña de acceso a miles de documentos clasificados.
Esta orden será examinada por la justicia británica el 2 de mayo.
Si Suecia pide su extradición, «pediremos las mismas garantías que ya hemos formulado, que [Julian Assange] no sea enviado a Estados Unidos», declaró Robinson.
La letrada explicó que su cliente se refugió en la embajada de Ecuador ante la falta de estas garantías.
Más de 70 parlamentarios británicos firmaron una carta dirigida al ministro del Interior en la que piden dar prioridad a una posible orden de extradición sueca.
«Julian nunca ha estado preocupado por hacer frente a la justicia británica o la justicia sueca», aseguró Robinson. «Este caso es y siempre ha sido sobre su preocupación de ser enviado frente a la injusticia estadounidense».
El presidente ecuatoriano declaró a The Guardian que recibió «garantías escritas» de parte de Londres de que Julian Assange no será extraditado a un país en el que pueda ser víctima de tortura, de malos tratos o condenado a la pena de muerte.
Según WikiLeaks, la cónsul australiana visitará el lunes al embajador de Ecuador en Londres, Jaime Marchán.
Por otra parte, la eurodiputada española Ana Miranda (del grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea) y dos diputados alemanes del partido de izquierda Die Linke, Heike Hansel y Sevim Dagdelen, acudirán a Londres el lunes, cuando tenían previsto visitar a Julian Assange en la embajada de Ecuador, informaron Die Linke y WikiLeaks.
Los tres diputados ofrecerán una conferencia de prensa a las 9H00 GMT ante la prisión de Belmarsh, al sudeste de Londres, donde está detenido Assange.