Internacionales

Sanciones a Cuba elevan tensión comercial entre Unión Europea y EEUU

La frágil tregua con Estados Unidos que la Unión Europea (UE) busca asegurar con la negociación de un acuerdo comercial enfrenta varios escollos, el último de ellos la decisión de Washington de permitir demandas contra empresas extranjeras en Cuba.La administración estadounidense de Donald Trump se dispone a activar el 2 de mayo una norma de 1996 que permite demandar en sus tribunales a empresas extranjeras presentes en Cuba que gestionan bienes confiscados tras la revolución, poniendo fin a una exención de dos décadas.

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FOTO: RAMÓN ESPINOSA | AP

«La UE reitera su más firme oposición a la aplicación extraterritorial de medidas unilaterales relacionadas con Cuba por ser contrarias al derecho internacional», subrayaron este miércoles la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Tras dos décadas de distanciamiento marcado por la denominada Posición Común, Cuba y la UE normalizaron sus relaciones en noviembre de 2017 con un acuerdo político, de cooperación y comercial, cuando la isla comunista necesitaba la inversión extranjera para apuntalar su apertura.

En 2017, Cuba registró 600 millones de euros (unos 677 millones de dólares al cambio actual) en inversión directa procedente de la UE, según la Comisión Europea. Ese mismo año, la isla atrajo 2.000 millones de dólares, casi la mitad de lo necesario para estimular su economía.

La UE y Canadá se comprometieron a «proteger los intereses» de sus empresas afectadas por la decisión de Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y alertaron de una «espiral innecesaria de acciones legales» en los tribunales de sus países.

Tras la aprobación en Estados Unidos de la ley Helms-Burton de 1996 para reforzar su embargo sobre Cuba, los europeos se dotaron ese año del llamado estatuto de bloqueo para esquivar la ejecución de sentencias estadounidenses y permitir a las empresas europeas resarcirse.

En virtud de esta norma, por ejemplo, si una cadena hotelera de Estados Unidos demanda en su país a otra de la UE, esta podría reclamarle una indemnización por daños ante la justicia en Europa, que se podría recuperar mediante la confiscación de sus bienes en el bloque.

La UE espera que las eventuales consecuencias en el bloque para las empresas estadounidenses que se planteen demandar, las disuadan. «Hubo un levantamiento parcial [de la Helms-Burton] hace unos días y no hubo ninguna demanda», dijo el martes su embajador en Cuba, Alberto Navarro.

«Cualquier persona o empresa que tenga negocios en Cuba debe prestar atención a este anuncio», advirtió el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo. Su responsable para América, Kimberly Breier, precisó que un amplio número de empresas europeas no deberían verse afectadas.

– «Esto no es bueno» –

Sin embargo, «esto no es bueno», indicó a la AFP un alto responsable europeo sobre la decisión de Washington. «No deseamos una guerra comercial, pero defenderemos nuestros intereses», agregó en un momento en que la UE enfrenta varios frentes comerciales con Estados Unidos.

Al aprobar el inicio de una negociación comercial con Estados Unidos, España advirtió el lunes de que cualquier medida de alcance extraterritorial debería tenerse en cuenta durante este proceso, según fuentes diplomáticas, en una referencia velada al caso de Cuba.

Pesados aranceles al aluminio y acero europeos, amenazas de nuevos a sus vehículos… La UE espera desactivar toda la tensión comercial con la negociación de ese acuerdo sobre bienes industriales, que Estados Unidos querría no obstante ampliar también a la agricultura.

Pero la decisión de activar el Título III de la ley Helms-Burton parece estar relacionado también con Venezuela. «Por supuesto, las acciones del régimen cubano en Venezuela también forman parte de esto», reconoció un alto responsable de la diplomacia estadounidense.

La UE, que aboga por un cambio político en Cuba a través del diálogo y el comercio, enfrenta de nuevo el cambio de rumbo de Trump, como ya ocurrió con el acuerdo nuclear sobre Irán que le obligó a crear un dispositivo para esquivar los efectos de las sanciones estadounidense.

Cuba ya expreso en el pasado su interés por esta entidad bautizada INSTEX, un sistema de pago especial, indirecto, para ayudar a salvar el acuerdo nuclear, al permitir a Teherán negociar con compañías de la UE, especialmente con las pequeñas y medianas empresas.

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