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Pablo Fernández, primer nadador en cruzar oficialmente el río Congo

El español Pablo Fernández se convirtió en la primera persona en cruzar oficialmente a nado el río Congo, uno de los más caudalosos del mundo, al cubrir en cinco horas los 25 kilómetros que separan las riberas de la República Democrática del Congo y Angola, según explicó este lunes el propio deportista.

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Fotografía: El Mundo

La hazaña se produjo el pasado viernes, con una veintena de testigos y siguiendo las reglas de la Federación Internacional de Maratón en Aguas Abiertas.

«Los locales no se lo creían porque creen que ese río tiene espíritus y era imposible de cruzar», contó a Fernández, empresario madrileño de 38 años aficionado a conquistar los retos a nado por todo el planeta.

En total, fueron algo más de 12 millas náuticas a través de un río que el nadador califica de increíble por ser el más profundo del mundo, el segundo más caudaloso (solo superado por el Amazonas) y por tener una corriente muy rápida.

Los retos en el agua, además, habían venido precedidos por numerosas dificultades administrativas.

«Tuve que pasar ocho controles fronterizos por tierra, mar y aire para conseguir el reto, incluyendo algunos ¡en el propio río!», detalló Fernández, que acaba de regresar a España.

Partió de la isla Muíla-Nsengue (Angola) y su destino final fue la región congoleña de Muanda.

Su aventura tenía, además, tintes solidarios. Como siempre suele hacer con sus retos, el español realizó una donación económica para los más pequeños de las comunidades locales.

En este caso, su aportación fue a parar a una escuela situada en una zona de difícil acceso junto a la rivera del río.

Fernández, cofundador de una empresa de automóviles, cuenta en su haber con otros logros y récords, como haber recorrido en 2017 unos 16 kilómetros entre las costas de Senegal y Gambia, en la desembocadura del río que da nombre a este país, en una zona con cocodrilos e hipopótamos.

Más recientemente, el 25 de enero pasado, cubrió nadando los 25 kilómetros del golfo de Fonseca, que separa la costa pacífica de Nicaragua de la de El Salvador, santuario de tiburones.

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