«El Tribunal de Investigación Central, encargado de los casos de terrorismo y de los acusados extranjeros, entregó a Turquía 188 niños dejados por el terrorista Estado Islámico en Irak», dijo el portavoz del Consejo Supremo de Justicia, el juez Abdelsatar Birqadar, en un comunicado.
Entre el grupo de los entregados a Turquía hay «un pequeño porcentaje» que son ahora «mayores de edad», pero que fueron sentenciados en Irak cuando eran menores, dijo el portavoz.
Estos menores fueron acusados de «traspasar ilegalmente la frontera» y ya han cumplido su condena, aclaró.
También subrayó que en el grupo hay niños que nacieron en el «califato» autoproclamado por el EI en Irak en 2014, que se extendió a Siria.
A la entrega asistieron representantes y diplomáticos de Irak y Turquía, además de organizaciones internacionales como la organización de la ONU para la Infancia (Unicef), se apunta en la nota.
El portavoz no especificó cuál es el destino de los familiares de estos 188 menores.
La operación de entrega se realiza dos semanas después de que el primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, visitara Turquía para reunirse con el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Desde que se anunció la liberación de Irak del EI en diciembre de 2017, las autoridades iraquíes han ido enjuiciando en procesos, que varias ONG han denunciado como «injustos», a miles de personas acusadas de haberse enrolado en las filas del grupo extremista durante su ocupación en el país.
En estos últimos días, el Tribunal Penal de Bagdad ha sentenciado a la pena de muerte a extranjeros, entre ellos seis franceses, por haber formado parte del EI en Siria y que fueron entregados a las autoridades iraquíes por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
Las FSD son una alianza armada liderada principalmente por kurdos que han capitaneado la ofensiva final contra el EI en el norte y noreste de Siria, fronteriza a Irak, que culminó el pasado 23 de marzo con el respaldo de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
Las milicias kurdas mantienen detenidos a miles de yihadistas extranjeros y sus familias, entre ellos mujeres y niños que se encuentran en campos, y han pedido a los países de origen que los repatrien por la carga que les supone.
Algunos países, como Francia, Kazajistán o Suecia, han realizado procesos de repatriación de los menores que se encontraban en Siria.