Artemio Arreola, de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados, declaró que la concentración realizada frente a la Alcaldía, podría superar el cálculo inicial de los organizadores de reunir a 10.000 personas.
Los manifestantes, que planeaban marchar desde la plaza hasta las oficinas de Inmigración ubicadas a pocas cuadras de distancia, desplegaron carteles donde se leía cierren los campos de concentración, en referencia a las instalaciones donde son recluidos inmigrantes en la frontera, en particular niños.
También se leían carteles que rezaban, «detener ahora las deportaciones», mientras que un gran cartel colgado del edificio del Daley Center, donde funcionan las cortes del Condado de Cook, se leía: «Fin de las detenciones, bienvenidos los inmigrantes».
En un acto realizado en la plaza, el congresista demócrata Jesús «Chuy» García, afirmó: «Hay que decirle a este presidente racista que tiene que parar con la criminalización de los desesperados».
El representante del Distrito 4, que incluye a vecindarios latinos como La Villita y Humboldt Park, calificó de cruel e inhumanas las políticas de Trump. Otros oradores exigieron el cese inmediato de los ataques contra las familias inmigrantes, y de las políticas migratorias opresivas del gobierno.
Arreola indicó que la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, no participó en la protesta, y se dedicó a recorrer varios vecindarios. Entre los participantes figuraron varios políticos locales y concejales, pero estuvieron ausentes algunas figuras notorias de la lucha proinmigrante, como el senador demócrata por Illinois, Richard Durbin.
«A Durbin no lo invitamos, porque los organizadores consideran que no ha enfrentado con fuerza los embates de Trump para conseguir recursos para construir el muro en la frontera», afirmó Arreola.
El legislador participó este viernes por la noche en una reunión de Comunidades Unidas, un grupo comunitario del noroeste de Chicago. Allí declaró que es vergonzoso que Estados Unidos haya llegado al punto de rechazar a gente que simplemente pide una oportunidad de tener una vida mejor, y de ser parte del futuro del país.
Las protestas contra las redadas, que comenzarían mañana en Chicago y otras 9 ciudades del país con gran concentración de inmigrantes, se iniciaron el viernes por la noche con vigilias de Luces por la Libertad, en otras ciudades de Illinois, como Aurora, Galena, Waukegan y Oak Park.
Antes de la concentración de hoy en la plaza, representantes de la Asociación de Inmigrantes Asiático-Americanos se reunieron en el Centro Cultural de Chicago, y otros grupos realizaron actos en vecindarios del noroeste y suroeste de la ciudad.
Debido al calor de 32 grados centígrados, la Empresa Municipal de Transporte estacionó varios autobuses con aire acondicionado cerca de la plaza, para que los manifestantes pudieran refrescarse.