El presidente francés Emmanuel Macron inauguró este domingo las celebraciones de la fiesta nacional de Francia, al bajar los Campos Elíseos de París a bordo de un coche de mando antes de iniciarse el tradicional desfile militar, al que asisten otros líderes europeos como la canciller alemana Angela Merkel.
Al paso de Macron se escucharon algunos silbidos. El jefe de Estado francés se ha visto confrontado en los últimos meses a un largo movimiento social de protesta de los «chalecos amarillos».
Este año, el tradicional desfile en París pone su acento en la cooperación militar europea, caballo de batalla del presidente francés.
Frente al Brexit y a unas relaciones transatlánticas un tanto debilitadas durante la era Trump, Macron ha hecho de la Europa de la defensa uno de sus temas predilectos, al considerar que para el Viejo Continente es crucial incrementar su autonomía estratégica, complementaria a la OTAN.
«Nunca, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Europa había sido tan necesaria. La construcción de una Europa de la defensa, vinculada con la Alianza Atlántica, de la que celebramos los 70 años, es para Francia una prioridad y constituye el hilo rojo de este desfile», explicó el presidente francés.
Además de la canciller alemana, entre los once invitados europeos también asistieron al desfile el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Almorzarán en el Elíseo cuando termine el tradicional desfile militar.
La primera ministra británica, Theresa May, a la que le quedan unos diez días en el cargo tras presentar su dimisión, estuvo representada por el vice primer ministro, David Lidington.
Se trata del tercer desfile de Macron desde que asumió el poder en mayo de 2017. El presidente francés y sus invitados presencian el desfile desde un tribuna, en la plaza de la Concordia, en uno de los extremos de los Campos Elíseos.
Los nueve países que participan junto a Francia en la Iniciativa Europea de Intervención (IEI), impulsada por Macron para desarrollar una «cultura estratégica compartida» están representados en el desfile: Bélgica, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Holanda, Estonia, España, Portugal y Finlandia. Todos enviaron a París a su jefe de Estado, de Gobierno o a su ministro de Defensa.
El desfile aéreo incluye un avión de transporte A400M alemán y un C130 español. También participan dos helicópteros Chinook británicos.
En total, unos 4.300 militares, 196 vehículos, 237 caballos, 69 aviones y 39 helicópteros están movilizados para este acontecimiento.
Asimismo, la fiesta nacional también sirve para destacar la innovación en la defensa, otro de las prioridades del presidente francés.
En la apertura del desfile, en la plaza de la Concordia, se exhibieron robots y drones que utilizan las fuerzas armadas, mientras que el plato fuerte del acto consistió en una demostración futurista de Flyboard Air, una plataforma que permite planear con cinco turboreactores, inventada por el francés Franky Zapata, que pilotó su aparato a varias decenas de metros del suelo.
El desfile se cerrará con un grupo de militares heridos del ejército francés, en la actualidad implicados en múltiples operaciones exteriores, de Oriente Medio al Sahel.
Asimismo, se presentan algunos de los materiales nuevos previstos en una ley destinada a aumentar el presupuesto para los ejércitos, como el vehículo blindado Griffon, sucesor del emblemático VAB, del que el ejército de tierra recibió varios ejemplares.
La Policía francesa detuvo este domingo a 152 personas en París durante los actos de celebración de la fiesta nacional.
La mayoría fue arrestada por participar en una manifestación no autorizada. También hubo detenciones por violencia contra la autoridad, destrozo de bienes públicos o posesión de armas.
Según la cadena CNews, dos de los detenidos son Jérôme Rodrigues y Éric Drouet, figuras destacadas del movimiento contestatario de los «chalecos amarillos».
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