La prioridad ha sido el suministro de alimentos, en un país que importa el 80% de lo que se consume, explicó la ministra en una entrevista con Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba.
Por este motivo, «a veces» faltan productos como los de higiene, «que en estos momentos presentan un déficit en los mercados», indicó el diario, mencionando el «jabón de lavar, de tocador y el detergente». Según la ministra, el país cuenta ahora con las materias primas para producirlos, lo que debería permitir el regreso a la normalidad en los próximos meses.
Cuba enfrenta desde hace unos diez días una grave escasez de combustible relacionada a las sanciones estadounidenses contra las navieras que transportan petróleo de Venezuela, el principal proveedor de crudo de la isla.
La producción de cigarros ha sufrido también «una ligera afectación» en septiembre, ya que la principal fábrica de la isla ubicada en Holguín (este), cerró por mantenimiento y cuando volvió a abrir no pudo vender sus productos por falta de transporte y de combustible.
La isla, normalmente enfrentada a la escasez de alimentos (pollo, harina, aceite…), ha experimentado una «compleja situación presentada en los primeros meses del año», indicó el periódico, haciendo eco de las palabras de la ministra.
La ministra prometió que han sido adoptadas distintas medidas para mejorar la situación, a la vez que reconoció de todas formas que el arroz, alimento básico para la cocina cubana, a veces falta porque tiene una gran demanda y la crisis actual de gasolina no permite reponer de manera rápida las existencias.
«Tal situación ha motivado a tomar otras medidas, como ubicar los artículos más demandados en sitios más cercanos a la población y a los mercados, o buscar tiendas con mayor capacidad de recepción desde donde puedan distribuirse esos productos utilizando medios (de transporte) alternativos», explicó la ministra.
Durante el fin de semana, aún se observaban muchas colas, a menudo con varias horas de espera, frente a las gasolineras del país, pero el lunes por la mañana la situación parecía estar en ligera calma.
El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, prometió la llegada de petroleros a finales de septiembre y la vuelta a una «situación relativamente normal» en octubre.