Protestas en Hong Kong se radicalizan en cinco años
La naturaleza de las protestas en Hong Kong ha cambiado en cinco años, pasando del pacífico "movimiento de los paraguas" a las manifestaciones iniciadas en junio pasado, mucho más radicales.
La naturaleza de las protestas en Hong Kong ha cambiado en cinco años, pasando del pacífico "movimiento de los paraguas" a las manifestaciones iniciadas en junio pasado, mucho más radicales.
Bunny era aún una estudiante cuando en 2014 miles de hongkoneses ocuparon las calles de la excolonia británica durante 79 días, en un ambiente festivo.
Ahora se describe a sí misma como una luchadora en la primera línea en las manifestaciones de este verano.
«He cambiado mi posición. De ser racional, me he convertido en los últimos cinco años en alguien más duro», dice la joven usando un seudónimo.
«Si ser racional conduce a resultados ¿por qué nuestras demandas no fueron satisfechas en 2014?», se pregunta.
Este sábado se celebra el quinto aniversario del inicio del Movimiento de los paraguas.
– Un»fracaso total» –
Comparadas con el actual conflicto –dieciséis semanas consecutivas de manifestaciones y a menudo batallas callejeras– las protestas de 2014 fueron muy moderadas. Los estudiantes no dejaban de hacer sus tareas durante el movimiento, reciclaban los desechos y evitaban conflictos con la policía tras algunos enfrentamientos iniciales.
Muchos de los que participaron en aquella movilización aseguran que el hecho de no obtener entonces concesiones de parte de Pekín en favor de una mayor democracia ha conducido a la radicalidad y a la violencia que asolan ahora la ciudad.
Para Jackool, un técnico de 30 años de edad, el Movimiento de los Paraguas fue «un fracaso total», afirma usando un seudónimo.
Sin embargo, evoca el año 2014 con afecto, y asegura que fue la primera vez que se involucró en política.
«Empezamos de cero» asegura, aunque el optimismo inicial se ha desvanecido cinco años después.
«Si perdemos» nuestro combate «Hong Kong se convertirá en el Xinjiang,» asegura, refiriéndose a la región occidental de China, mayoritariamente musulmana, donde Pekín impone su ley de forma drástica.
– ‘Volveremos’ –
Cuando los manifestantes abandonaron el movimiento a mediados de diciembre de 2014, después de que la opinión pública de Hong Kong expresara cierto cansancio por las molestias urbanas que causaban, los activistas corearon: «¡Volveremos!»
Pero varios líderes del movimiento fueron encausados, y Pekín endureció su actitud frente a los opositores.
Cinco libreros disidentes fueron detenidos en China continental, los legisladores opositores de la excolonia quedaron marginados y un pequeño partido independentista fue declarado ilegal.
Cuando la jefa del ejecutivo de Hong Kong, la prochina Carrie Lam, planteó en junio pasado un proyecto de ley autorizando las extradiciones a territorio chino, el movimiento democracia se reactivó de forma súbita.
El artista local Perry Dino, de 53 años, ha dibujado escenas de ambos movimientos, pero asegura que su trabajo en 2019 es más difícil puesto que las protestas no son estáticas.
«Soy optimista cuando veo cuánta gente de Hong Kong ha salido a la calles, sin temor a ser arrestada, bajo la luvia o un sol inclemente», agrega el artista.
El estudiante de medicina Wong también se muestra optimista, pese a que China ha rechazado hasta ahora todas las demandas de los manifestantes en favor de más democracia.
«Hemos demostrado que después de 2014, nos hemos fortalecido y estamos de vuelta otra vez» agrega. «Pase lo que pase en el futuro, retornaremos y seguiremos nuestra lucha», asegura.
«Somos más fuertes que antes», coincide Bunny. «No vamos a renunciar tan fácilmente como en 2014», advierte.