El ex arzobispo honorario de Washington, primer cardenal excomulgado en el marco de un escándalo de pedofilia que sacude a la Iglesia católica, fue durante largo tiempo una pieza clave para recolectar fondos destinados al Vaticano en Estados Unidos.
Según el Washington Post, que cita a exjerarcas religiosos y consultó archivos de estas transacciones financieras, McCarrick entregó desde 2001 más de 600.000 dólares a eclesiásticos, empleados del Vaticano, asesores papales y a Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Varios de estos destinatarios (más de 100) eran encargados directos de investigar las acusaciones de agresiones sexuales a McCarrick, que hoy tiene 89 años, señaló el diario estadounidense.
En Washington, el prelado disponía de un fondo especial por intermedio del cual recaudaba dinero y lo redistribuía con escasa supervisión.
¿Cuánto recibió cada Papa?
Juan Pablo II habría recibido 90.000 dólares entre 2001 y 2005, y Benedicto XVI, 291.000 dólares, en 2005. Portavoces de los antiguos papas y del Vaticano no han comentado hasta ahora estas informaciones. El dinero podría haber sido destinado a obras de caridad, precisa el Washington Post.
Estos regalos «jamás influenciaron las decisiones del cardenal en tanto miembro de la Santa Sede», declaró un vocero del cardenal Leonardo Sandri, que recibió 6.500 dólares de parte de McCarrick en los años 2000.
¿Qué pasa con el Papa Francisco?
En agosto de 2018, el arzobispo italiano Carlo Maria Vigano generó una bomba mediática al acusar al papa Francisco de haber guardado silencio durante largo tiempo sobre los comportamientos predatorios del cardenal McCarrick, excomulgado unas semanas antes tras la difusión de agresiones sexuales concretas.
Francisco anunció luego el inicio de una investigación en los archivos del Vaticano.
El papa no aparece en la lista de destinatarios de los fondos de McCarrick revisada por el Post. El líder de la Iglesia ha prometido «tolerancia cero» y en mayo aprobó una medida histórica para obligar a quienes saben de abusos sexuales en la Iglesia a denunciarlos a sus superiores.