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Perú vive desorden en su primer día de inmovilización por Covid-19

El primer ministro de esa nación, Vicente Zeballos, advirtió que las fuerzas armadas se tomarán este lunes un "tiempo necesario" para aleccionar a la ciudadanía, y que el martes será "un día en que tiene que cumplirse a plenitud este decreto supremo"

Perú
E |EFE
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Con muchas personas en las calles, vehículos en marcha y las fuerzas de seguridad intentando convencer a los ciudadanos para que vuelvan a sus domicilios, comenzó el primero de 15 días de cierre total de fronteras y estado de inmovilización ciudadana para luchar contra la propagación del coronavirus en Perú.

«Estábamos advertidos de que este primer día iba ser complicado», admitió el primer ministro peruano, Vicente Zeballos, al presentar este lunes en la emisora RPP Noticias una evaluación de las primeras horas del estado de emergencia nacional decretado durante la noche del domingo por el presidente Martín Vizcarra.

Zeballos hizo una invocación a la «responsabilidad ciudadanía» para acatar la orden, después de que muchas personas salieran de sus domicilios con el argumento común de que tenían que «trabajar», a pesar de que se ha ordenado la paralización de casi todas las actividades en el país.

Ante esto, el primer ministro de Perú anunció que las autoridades publicarán en las próximas horas los protocolos que se deberán seguir y se estudia establecer un salvoconducto para que solo los ciudadanos que lo posean puedan abandonar sus viviendas.

Acto de autoridad

El primer ministro remarcó que la decisión tomada por el Gobierno es «un acto de autoridad» y aclaró que el cierre total de fronteras y del traslado entre las provincias del país se aplicará desde «las cero horas» de este martes.

Rechazó, en ese sentido, que muchas empresas de transporte interprovincial hayan hasta cuadruplicado sus tarifas en las últimas horas, una medida que consideró «ilícita» y convocó al Ministerio Público para que intervenga con fiscales que sancionen esas medidas.

Al respecto, una joven, que prefirió no identificarse, dijo a Efe en una terminal terrestre de Lima que no había podido conseguir pasajes para viajar a la ciudad selvática de Moyobamba y se tendrá que quedar durante esta quincena con sus familiares en la capital.

El colombiano Gilmardo Romero relató a Efe que él es un malabarista en camino hacia Brasil, pero tras la decisión del Gobierno peruano ahora buscará retornar a su país, aunque los pasajes terrestres «están muy caros».

«Sé que van a cerrar fronteras, pero voy a hacer lo posible para ir a mi país, soy malabarista y no tengo recursos para quedarme», sostuvo.

En cuanto a los trabajadores formales de Perú, Zeballos aseguró este lunes que los empleadores «deben adecuarse» a la medida del Ejecutivo y que se estudia que las horas no trabajadas se recuperen «más adelante».

«De que va a haber afectación va a haber, pero tenemos que apelar a la solidaridad», sostuvo.

Situación en las calles

Desde las primeras horas de este lunes, los medios de comunicación mostraron que muchas personas salían a las calles y vehículos y taxis se movilizaban por Lima, aunque en menor cantidad que en un día de labores habituales.

Los ciudadanos señalaron que tenían que trabajar o que sus empleadores no les habían dado indicaciones de permanecer en sus domicilios, mientras que otras personas argumentaban que iban a comprar artículos de primera necesidad, algo que sí permitirán las autoridades.

Una vendedora de desayunos al paso señaló a Efe que ha salido a trabajar porque es «gente pobre» que vive de su trabajo diario y si no lo hace no tendrá para comer.

«Eso es lo cierto, para la gente millonaria habrá, pero ¿para la gente pobre», sostuvo, mientras que otra vendedora, que se identificó como Eugenia, dijo que su intención al estar en la calle era vender un saco de limones y la chicha que tiene ya preparada.

Eugenia aseguró que si no vende sus limones perdería 140 soles (unos 40 dólares) y en los 15 días de inmovilización puede perder unos 3.000 soles (unos 860 dólares).

«Creo que tiene la razón (el presidente) Vizcarra, tiene sabiduría, pero pido que nos den algo, un tiquete, para poder rematar nuestros productos», invocó.

En las calles, patrullas militares con uniformes y armamento de combate asistían a los policías en su labor de pedir a los ciudadanos que vuelvan a sus domicilios, aunque aún sin tomar ninguna medida de fuerza.

Además, se presentaron largas filas de compradores en los exteriores del Mercado de Productores y la empresa concesionaria aeropuerto internacional de Lima, Lima Airport Partners, anunció que solo se permitirá el ingreso a trabajadores, funcionarios y pasajeros que tengan programados vuelos para hoy.

Solidaridad

Zeballos informó que, a primera hora de este lunes, Perú presenta ya 86 casos confirmados de coronavirus, 15 más que el domingo, por lo que volvió a invocar a la población que sea «prudente» y que se cumpla con la inmovilización.

Dijo que el Gobierno estudia entregar alimentos o dinero a las personas de menores recursos, pero señaló que aún no quiere «generar una convulsión social diciendo que todos tenemos derecho».

Confirmó que se incrementarán las pensiones de los adultos mayores incluidos en los programas sociales y se hará el pago domiciliario a los jubilados, porque «son la población más vulnerable» ante el coronavirus.

El primer ministro de Perú advirtió que las fuerzas armadas se tomarán este lunes un «tiempo necesario» para aleccionar a la ciudadanía y el martes ya será «un día que a plenitud tiene que aplicarse este decreto supremo».

«Tómenlo como si fuera un estado de guerra, donde las medidas se toman de manera impositiva y radical, sin embargo hoy nosotros estamos siendo condescendientes. Hoy tiene que primar el interés público y la salud de todos los peruanos», enfatizó.

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