Estados Unidos se ha convertido en el mayor foco del mundo en la expansión del covid-19 y Nueva York es su gran epicentro. En este lugar se recuerda una situación tan calamitosa desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 pues los expertos prevén un impacto económico «catastrófico» de miles de millones de dólares.
Pese a protagonizar las restricciones más severas en todo Estados Unidos, en donde hay más de 100.000 contagios testados, sólo el estado de Nueva York cuenta ya con casi la mitad de ellos (45.000). En la Gran Manzana, con una gran densidad de población, tiene más de 25.500 positivos y 366 muertes, una cuarta parte de todas las que hay en el país (1.544).
«El impacto económico va a ser catastrófico. Después del 11S, partes del bajo Manhattan se cerraron durante meses, pero eso fue solo una pequeña porción de la ciudad. El resto de la urbe continuó funcionando, a pesar de que, evidentemente, la gente estaba muy triste por los ataques», cuenta la economista Nicole Gelinas, del centro Manhattan Institute.
Las autoridades neoyorquinas se muestran contundentes con el cierre de todos los negocios y actividades no esenciales, lo que ha reducido drásticamente la masiva presencia de personas que acostumbran a circular por las calles y transportes de la ciudad y de los suburbios del norte. Tanto es así que la Autoridad Metropolitana del Transporte está en quiebra y ha pedido ayuda federal de 4.000 millones de dólares.
Volatilidad en Wall Street
Los mercados no son ajenos a la evolución de la pandemia e incluso el parqué de la Bolsa de Nueva York cerró el pasado lunes, permitiendo solo las operaciones electrónicas, que habitualmente ya son mayoritarias.
Pero en esta semana sin brokers, Wall Street acabó anotando ganancias semanales tras las fuertes caídas de la semana anterior. El Dow Jones sumó casi un 13 % semanal, el S&P 500 más de un 10 % y el Nasdaq un 9 %, pero los tres indicadores siguen en territorio bajista y han perdido más del 20 % de su valor desde los últimos récords.
La volatilidad ha caracterizado así a los mercados desde el inicio de esta crisis, sobre todo desde que el coronavirus ha convertido a EE.UU. en epicentro de la pandemia en el mundo.
Los efectos económicos ya están azotando al país, que la semana pasada registró un incremento histórico en las solicitudes de subsidio por desempleo, hasta 3,28 millones, reflejo de los despidos provocados por los cierres de centros comerciales, restaurantes, parques de ocio, teatros y una caída enorme de los viajes, especialmente en avión.