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Nigeria condena a un niño a 10 años de cárcel por blasfemar

Omar Farouk fue sentenciado a 10 años de cárcel por insultar a Dios en una discusión con un amigo de su misma edad. Unicef pide que se reconsidere la pena

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Foto de portada referencial: Rfestudio / Pexels

A los 13 años es difícil manejar las emociones. Los cambios hormonales, ese vaivén mental entre la infancia y el comienzo de la adultez, complican el comportamiento y las reacciones. Muchos chicos se sulfuran rápidamente y las consecuencias, en la mayoría de los países, son una reprimenda o un castigo de sus padres o maestros. Menos en Nigeria. Allí el castigo para los niños es la cárcel.

Es lo que ocurrió con Omar Farouk, un vecino de 13 años de la ciudad de Kano, en Nigeria. El adolescente, en una discusión con un amigo, hizo comentarios despectivos sobre Dios. Lo escucharon otras personas y una discusión entre niños se transformó en un juicio con todas las de la ley en las que un tribuna islámico terminó condenándolo a 10 años de cárcel.

Todo el caso se puede resumir en una sola línea que horroriza: Un niño de 13 años fue condenado a 10 años de cárcel por un tribunal de Nigeria por blasfemar.

Nigeria niños condena
Foto referencial: Gabriele Mango / Pexels

El caso de Yahava

En Nigeria, los tribunales islámicos enjuician a los musulmanes al margen de cualquier otra justicia, y pueden sentenciarlos a morir lapidados o ahorcados según consideren sus jueces que se apropian del poder divino.

En el caso de Omar hasta se puede decir que fueron «benévolos» debido a su corta edad pues, ese mismo día, condenaron a la horca al cantante Yahava Sharif-Aminu porque consideraron que, en una de sus canciones, se refirió groseramente a Mahoma.

Yahava difundió su tema antiislámico por Whatsapp. Logró escapar de Nigeria, junto con su familia, para evadir la sanción. Su casa la quemaron los propios vecinos.

Se encienden las alarmas

Según el diario El País, Unicef (la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia) solicitó a Nigeria, y específicamente al gobierno de la ciudad de Kano, que revierta la sentencia contra Omar, el chico de 13 años.

Peter Hawkins es el representante de la Unicef en Nigeria. Según expresó en un comunicado, la condena a Omar es un error  porque niega todos los derechos de la infancia y la justicia infantil. A Nigeria debería importarle esto porque es uno de los países que se ha comprometido a respetar estos principios.

La sentencia a Omar viola los siguientes convenios: la Convención sobre los Derechos del Niño (firmada por Nigeria en 1991); la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (firmada por ese país en 2001) y la Ley de Derechos del Niño en Nigeria (de 2003).

Sin embargo, aún falta que ese país africano sentencie la Ley de Protección del Niño que evitaría que, precisamente, casos como los de Omar vuelvan a ocurrir.

Los niños de Nigeria

Aunque en su página oficial, Unicef no hace referencia al caso de Omar Farouk, sí ha registrado en varias notas la complicada situación de los niños nigerianos.

Nigeria es un país dominado por Muhhamadu Buhari, de 77 años. Buhari ya había sido presidente por dos años en 1983, después de un golpe de estado. Apoya abiertamente al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

La Unicef estima que al menos 400 mil niños nigerianos están en riesgo de grave desnutrición. Incluso advierten que 1 de cada 5 de estos niños morirá si no se adoptan soluciones.

La diarrea, la neumonía y la malaria también están aumentando entre la población infantil nigeriana.

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