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Venecia es salvada de las aguas por el Mose, una obra faraónica

El Mose, un complejo sistema de diques móviles que costó más de 6.000 millones de euros entre acusaciones de sobreprecio y corrupción en las obras, finalmente funcionó, tras años de retraso. Este 3 de octubre fue histórico para esta ciudad que atrae a miles de turistas en cada temporada.

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Miguel Medina |AFP

El 3 de octubre 2020 será recordado como un día «histórico» para Venecia, al comprobarse que la prueba de funcionamiento del «Mose», -el multimillonario proyecto de diques móviles que evitará inundar la ciudad mientras duran las mareas altas-, dio óptimos resultados. Fue posible caminar normalmente en la famosa plaza San Marcos que lucía sorprendentemente seca en la hora punta.

Los venecianos estaban preparados para el «agua alta», como llaman aquí a la marea, que se calculaba llegaría a 1,35 m. Ya estaban dispuestas las pasarelas que permiten caminar sobre ellas cuando se inundan las calles y se dispuso la prueba definitiva del Módulo Experimental Electromecánico (MOSE por sus iniciales en italiano). Poco después de las 9:30 comenzaron a levantarse las 78 barreras móviles, a las 10:00 era evidente la diferencia del nivel del agua entre la laguna y durante el pico, entre las 11:30 y las 12:00 no se presentó ninguna dificultad en la ciudad.

La célebre basílica de San Marcos, que el 12 noviembre de 2019 resultó dañada por la inusual marea de ese día, esta vez resultó intacta.

Una obra faraónica y cuestionada

Después de muchos años de grandes polémicas y de enormes costos que sobrepasaron los presupuestos iniciales, llegando a superar los 6.000 millones de euros, la activación de esta fase del Mose funcionó protegiendo por primera vez la frágil joya del Adriático, por lo que el alcalde, Luigi Brugnaro, entre aliviado y eufórico, calificó este día de «histórico».

Un hombre frente al MOSE (Modulo Experimental Electromecánico, en amarillo) que ahora protege a Venecia de las mareas e inundaciones. Durante el fenómeno de la marea alta del 3 de octubre la faraónica obra que costó miles de  millones de euros funcionó, para regocijo de la ciudad y sus negocios del turismo. Foto: ANDREA PATTARO / AFP

«Ver cómo se frenó el mar… Solo en Venecia podía ocurrir algo así», dijo, manifestando su optimismo para enfrentar el futuro en un año particularmente difícil como el actual, cuando a los fenómenos climáticos se agregó la inesperada pandemia de covid-19, afectando seriamente una economía basada principalmente en el turismo.

Igual entusiasmo compartieron los directivos de la Asociación Veneciana de Hoteleros (AVA), quienes manifestaron la «dicha y conmoción de todos los venecianos en este momento tan esperado» y la «esperanza de quienes viven y trabajan en la ciudad».

«Se trata de una noticia que esperábamos desde hace años y que ahora se puede comunicar a todo el mundo», dijeron el presidente y el director de la AVA, Vittorio Bonacini y Claudio Scarpa, respectivamente. Agregaron que las grandes obras de infraestructura solo se pueden evaluar en un período largo e instaron a seguir con «la próxima gran batalla sobre el constante financiamiento y costes de mantenimiento del Mose, que no deben y no pueden estar a cargo de la ciudad de Venecia», aludiendo a la imperiosa necesidad de recibir fondos del Estado para hacer frente a estos gastos.

La Asociación informó en un comunicado que indicará a los hoteleros venecianos informar a todos sus clientes de este cambio tendiente a marcar una nueva era en la actividad turística veneciana y  que se retomará una campaña informativa mundial para «borrar para siempre los temores de los turistas, muchos de los cuales han cancelado sus reservaciones en estos días por miedo».

«Hoy Venecia renace con el mejor regalo en los 1.600 años de su fundación, otro motivo más para celebrar el evento el año próximo y para trabajar junto a las instituciones para relanzar nuestra economía turística», concluyeron Bonacini y Scarpa.

Cuando se presentó por primera vez el proyecto, la sigla MOSE dio pie a relacionar esta gigantesca obra con Moisés (precisamente, en italiano el personaje bíblico se llama Mosé) que, así como él fue salvado de las aguas del Nilo, ahora salvaría a Venecia de las mareas periódicas.

El funcionamiento del Mose es una noticia muy propicia para que Venecia vuelva a ser una de las metas turísticas más apreciadas por los visitantes del mundo entero, hay que esperar que la pandemia china, aún no totalmente derrotada, no arruine los alentadores planes de los empeñosos venecianos.

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