El partido conservador alemán CDU optó este sábado 16 de enero por la continuidad con la línea política de Angela Merkel, al elegir al moderado Armin Laschet como nuevo presidente de la formación.
Con una mayoría de 521 votos a favor sobre un total de 1.001, Armin Laschet, de 59 años, recibió más apoyos que Friedrich Merz (466 votos), rival histórico de la canciller y favorable a un giro a la derecha en el partido, según los resultados de esta votación interna.
«Quiero que nos reunamos, que hagamos que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) llegue a la cancillería en septiembre», dijo Laschet tras su victoria.
Estas elecciones en la CDU eran decisivas para el futuro de Alemania, ya que el ganador, en este caso Laschet, queda en muy buena posición para ser el candidato a canciller del partido en las elecciones legislativas del 26 de septiembre para suceder a Merkel, de 66 años, que lleva en el poder desde 2005.
Pero la presidencia de la CDU no le garantiza automáticamente ese privilegio, ya que el líder del partido para las elecciones se designa más adelante y puede haber otros pretendientes al cargo.
Los 1.001 delegados de la formación tuvieron que elegir entre Laschet, Merz y el independiente Norbert Röttgen. Los tres vienen de la misma región, Renania del Norte-Westfalia, pero sus perfiles eran muy diferentes.
Laschet reemplazará en el cargo a la que fue considerada durante mucho tiempo la mano derecha de Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, que la sucedió en la presidencia en 2018 y dimitió en 2020 por no lograr aunar los apoyos necesarios en el el partido.
Estas elecciones en la CDU fueron aplazadas varias veces por culpa de la pandemia del coronavirus.
El viernes, Laschet, que dirige desde 2017 la región de Renania del Norte-Westfalia, la más poblada del país, recibió el apoyo de Merkel, quien pidió la continuidad de una línea «centrista» y el rechazo de la polarización.
Panorama complicado
Friedrich Merz, enemigo jurado de la canciller desde que le derrotó en la presidencia del grupo conservador en el Bundestag (cámara baja del Parlamento) en 2002, soñaba con su revancha, pero perdió de nuevo este sábado.
Este empresario ya fue derrotado por una escasa diferencia en 2018 por Kramp-Karrenbauer. Su postura contraria a la inmigración, que gusta a los electores más radicales, seguirá pesando en el futuro de la CDU ya que Merz perdió este sábado pero logró muchos votos a favor.
Frente a él, Laschet, un experiodista de ojos risueños, favorable a la acogida de migrantes, agrada al electorado más centrista y, si fuera candidato en septiembre, podría incluso formar una eventual coalición con los Verdes, segunda fuerza del país.
Finalmente, su criticada gestión de la pandemia en Renania del Norte-Westfalia no le pasó factura en esta elección interna. En primavera, Laschet defendía una flexibilización de las restricciones, un movimiento que los expertos consideraron demasiado precoz.
Pero el camino a la cancillería no será sencillo. Otro responsable, Markus Söder, dirigente del partido aliado Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán), también está muy bien situado ya que se ha convertido en una de las personalidades más populares del país, por su defensa de severas restricciones durante la pandemia.
El responsable sueña con que la CDU le invite a presentarse al cargo y convertirse, tal vez, en el primer canciller de su partido.