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Con mucho dolor e indignación despiden a Úrsula Bahillo, víctima de femicidio

Nos entregaron a nuestra hija degollada, con un dedo cortado y toda punzada", dijo a la AFP su madre, Patricia Nasutti, en la sala velatoria de Rojas, una ciudad de 18.000 habitantes consternada por el crimen

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Úrsula Bahillo
EFE

Los restos de Úrsula Bahillo, la joven de 19 años asesinada a puñaladas en Argentina, fueron despedidos este miércoles en medio de un clamor de justicia en un caso por el que está arrestado su exnovio policía.

«Nos entregaron a nuestra hija degollada, con un dedo cortado y toda punzada», dijo a la AFP su madre, Patricia Nasutti, en la sala velatoria de Rojas, una ciudad de 18.000 habitantes consternada por el crimen.

«En memoria de mi hija, que estuve arriba del cajón besándola constantemente, se lo prometí a ella que voy a hacer justicia», dijo Nasutti conmovida por el respaldo de decenas de personas que acudieron a acompañar a la familia.

El crimen ocurrió la noche del lunes. Bahillo fue hallada muerta con heridas de arma blanca en un paraje rural cerca de Rojas, en plena pampa húmeda, a 240 km al noroeste de la capital argentina.

La autopsia reveló que la joven recibió al menos 15 puñaladas en el torso, en el cuello y en la espalda, por lo que se presume intentó escapar de su agresor.

En el lugar fue arrestado un policía de 25 años con el que la joven había tenido una relación sentimental y al que había denunciado por violencia en reiteradas ocasiones. La justicia le había impuesto al policía una restricción perimetral.

La víctima había solicitado un botón antipánico, pero no lo obtuvo.

El exnovio presentaba algunas heridas leves, por lo que fue hospitalizado bajo arresto.

«No podemos recibir más maltrato así sea un empujón, una agresión, lo que sea. Que hablen, que cuenten con sus amigos, que le cuenten a alguien, que lo digan», sostuvo Belén Miranda, una expareja del policía que también lo había denunciado por violencia y acudió al velatorio.

El caso causó conmoción en Rojas, donde la población reaccionó a la noticia del crimen con una marcha hacia la comisaría que terminó en disturbios, cuatro arrestos y una camioneta policial incendiada.

«Hay que terminar con estos hechos definitivamente en la Argentina. Hay que ser inflexible con los autores de estos casos», dijo este miércoles el presidente Alberto Fernández, según declaraciones publicadas en la cuenta de Instagram Militanciafeminista.ar.

En los primeros siete meses de 2020, hubo en Argentina 160 feminicidios, 97 de ellos mientras estaba en vigor la cuarentena, denunció la ONG regional MundoSur.

La ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, subrayó que «no alcanza» con la indignación. «Vamos a buscar las responsabilidades».

De rodillas

En la plaza principal de Rojas, las imágenes con la fotografía de Úrsula se multiplicaron con leyendas pidiendo justicia y ramos de flores en su homenaje.

Las calles también se llenaron con imágenes del acusado en su uniforme policial y con la leyenda «asesino».

Tras el velatorio, los restos fueron llevados a la iglesia San Francisco de Asis, la principal de la ciudad, adonde cientos de personas participaron de un responso durante el cual la madre de la víctima permaneció de rodillas junto al ataúd.

El silencio sepulcral fue quebrado por un aplauso. Al terminar la ceremonia, el cortejo partió hacia el cementerio y recibió en el camino una lluvia de claveles blancos.

«Yo creía que acá en Rojas no iba a pasar», dijo Juan Manuel Nicussi, un joven amigo de la víctima. «Hoy fue Úrsula, pero mañana puede ser otra».

Después del crimen salieron a la luz audios desgarradores donde Úrsula relata en llanto a sus amigas las golpizas y amenazas que recibía y les pedía ayuda.

El acusado se desempeña como policía en la vecina ciudad de San Nicolás, pero tenía licencia por problemas psiquiátricos.

En los últimos 12 años, hubo en Argentina 3.251 muertes de mujeres, niñas y mujeres trans, según la entidad humanitaria Casa del Encuentro.

«Todos los días tenemos casos y situaciones vinculadas a violencias extremas, femicidios o travesticidios. El caso de Úrsula es la regla, no la excepción», lamentó la ministra Gómez Alcorta.

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