El general retirado Michael T. Flynn, el primer asesor de seguridad nacional del expresidente Donald Trump, podría enfrentarse a cuantiosas multas como parte de una investigación del Pentágono sobre sus lazos con los Gobiernos de Rusia y Turquía, informaron este sábado CNN y The Washington Post.
Según el rotativo capitalino, las multas a Flynn podrían ser de decenas de miles de dólares.
Flynn es objeto de una investigación interna del Pentágono que intenta averiguar si violó una cláusula de la Constitución al aceptar dinero de entes turcos y rusos tras jubilarse en 2014 y sin recibir las autorizaciones necesarias.
Con algunas excepciones, los funcionarios de EE.UU., incluidos aquellos que se han jubilado, tienen prohibido aceptar dinero o regalos de Gobiernos extranjeros.
El Departamento de Defensa abrió una investigación interna en abril de 2017 y, ahora que esas pesquisas han concluido, le corresponde a la rama del Ejército decidir si sanciona a Flynn, de acuerdo a The Washington Post y CNN, que citan a funcionarios del Pentágono.
Lo primero que investigó el Pentágono fue la legalidad de un pago de 45.000 dólares que Flynn recibió en 2015 por aparecer junto al presidente ruso, Vladímir Putin, en una cena de gala de la televisión rusa Russia Today (RT).
En segundo lugar, el Pentágono analizó el pago de 530.000 dólares que recibió Flynn por su trabajo como consultor extranjero para la empresa Inovo BV, basada en Países Bajos y que fue fundada por el empresario turco Kamil Ekim Alptekin, quien tiene estrechos lazos con el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Además, ese trabajo de consultoría se produjo entre agosto y noviembre de 2016, en plena campaña para las elecciones presidenciales de 2016 y cuando Flynn trabajaba como asesor de seguridad nacional para Trump, entonces candidato.
Cuando Trump ganó, le nombró asesor de seguridad nacional, pero Flynn solo duró 24 días en el cargo.
Tuvo que renunciar tras conocerse que mintió al vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y a otros altos cargos del Gobierno sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kisliak.
Entonces, Flynn se convirtió en una de las figuras más importantes de la llamada «trama rusa» encabezada por el fiscal especial Robert Mueller, que concluyó en 2019 tras presentar cargos contra tres decenas de personas pero sin pruebas de una presunta conspiración electoral en el entorno de Trump con Rusia.
En el marco de esa investigación, en 2017, Flynn se declaró culpable de haber mentido al FBI sobre sus contactos con Kisliak, pero en 2019 retiró esa declaración y comenzó a promover teorías conspiratorias sobre la investigación de la «trama rusa», lo que le devolvió a la órbita de Trump.
Antes de dejar la Casa Blanca, Trump concedió el perdón presidencial a Flynn, lo que le libra de cualquier cargo criminal.
Sin embargo, no le sirve para esquivar la actual investigación del Pentágono o cualquier tipo de sanción económica o disciplinaria que se derive de ella.