Internacionales

Venezolanos llegan al top 5 en pedidos de asilo en EEUU (y qué chance tienen)

Miles de venezolanos arriesgan la vida y sus bienes por irse a EEUU en busca de asilo. Ya superan en número las solicitudes de los cubanos, pero, ¿qué posibilidades reales tienen de quedarse a vivir en la primera economía del mundo?

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Venezolanos migrantes

Varios miles de migrantes venezolanos buscan o sueñan hoy con conseguir asilo humanitario en Estados Unidos y ya son tantos que están junto con los de Guatemala, Honduras, El Salvador y México en el tope de las cinco nacionalidades de origen de esta ola migratoria que tiene en jaque al gobierno de Joe Biden.

Dese 2021, el grupo de venezolanos es el que más ha crecido entre todos los nacionales que buscan el amparo del asilo como fórmula para permanecer en Estados Unidos y llegar a vivir allí con todas las de la Ley.

Según un acucioso análisis de datos federales procesados por el centro de estudios Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Syracuse, (TRAC) el número total de casos de solicitudes de asilo pendientes de audiencias en cortes de migración o ante oficinas del Servicio de Inmigración (USCIS) alcanza niveles históricos y llega a 1.565.966 a noviembre pasado.

De ese total de retrasos, 787.882 personas esperan por jueces que revisarán sus casos en cortes de Inmigración, mientras que 778.084 esperan por las audiencias del USCIS.

El reporte aparece justo cuando se intensifica la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos y miles de migrantes y refugiados de varias nacionalidades esperan en instalaciones precarias en México, bajo condiciones climáticas de frío intenso debido al inusual invierno en Norteamérica.

Muchas otras personas en busca de asilo tienen permitido entrar a Estados Unidos para seguir sus procesos, pero todavía no han presentado las solicitudes, señala el estudio.

En cuanto a las solicitudes de asilo atrasadas, -cerca de 1,6 millones- representan el mayor número total de aplicaciones pendientes desde que hay registro, y exceden la capacidad de las agencias del gobierno para procesar estas solicitudes de una manera rápida y justa, agrega el documento.

«En los últimos años, con la inestabilidad política, económica y medioambiental en lugares como México, Venezuela, Haití, América Central, Ucrania y otros lugares, Estados Unidos ha visto un crecimiento de las necesidades de los inmigrantes que supera incluso el creciente número de jueces de inmigración y funcionarios de asilo añadidos tanto por las administraciones demócratas como por las republicanas».

«Aun así, 1,6 millones de solicitudes son muchas solicitudes, y muchas vidas humanas representadas por esas solicitudes, muchas de ellas niños».

Tres de cada 10 solicitantes atrasadas, son de niños o adolescentes, menores de 18 años.

Los solicitantes de asilo procesados en estos casos ante las cortes provienen de 219 países, donde se hablan 418 diferentes idiomas, además hay apátridas o provenientes de países que ya no existen.

Pero algunos países destacan: seis de cada 10 solicitantes (59%) provienen de solo cinco países, incluyendo Venezuela. Guatemala tiene el mayor número de solicitudes (111.184), seguida por Honduras (101.195) y El Salvador (97.260).

Juntos, esos tres países del llamado Triángulo Norte de América Central comprenden el 39% de los casos de asilo procesados por las cortes de migración.

México, con 82.837 solicitantes y Venezuela, con 71.991, completan la lista de los primeros cinco.

Los casos de venezolanos subieron en 41.593 personas, comparando 2021 con noviembre pasado. Esto revela el mayor aumento individual de ciudadanos de cualquier país, y la suma acumulada equivale ya al 10% de los casos pendientes de resolución.

Con respecto al cierre del año fiscal, en dos meses hubo un incremento de 11.500 nuevos casos pendientes de solicitantes venezolanos.

Entre los cinco primeros países solo hay aumentos de casos en nacionales de Venezuela y de Honduras (en una proporción mucho menor, solo 4.850 personas).

«A finales del año fiscal 2012, había más de 100.000 casos de asilo pendientes en el Tribunal de Inmigración. Una década más tarde, el retraso se había multiplicado por siete hasta superar los 750.000 casos en septiembre, a finales del año fiscal 2022. Desde entonces, sólo en los dos primeros meses del año fiscal 2023 (octubre-noviembre de 2022), el retraso en materia de asilo aumentó en más de 30.000 nuevos casos y ahora asciende a 787.882», señala el estudio.

Posibilidades racionales

En la práctica, los ciudadanos venezolanos parecían estar favorecidos como solicitantes de asilo.

«La composición cambiante de las nacionalidades refleja no sólo el volumen de personas que llegan a nuestras fronteras en busca de asilo, sino las políticas y prácticas del país sobre a qué nacionalidades se les permite realmente entrar en EEUU y solicitar asilo», señala el informe.

Los solicitantes procedentes de los países del Triángulo Norte y de México solían ser rechazados inmediatamente en virtud del Título 42 y no se les permitía entrar y solicitar asilo.

Este martes 27 de diciembre la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió dejar firme la vigencia plena del Título 42 mientras se resuelven las controversias pendientes, reportó CNN.

«La Corte Suprema de Estados Unidos decidió este martes que la controvertida restricción fronteriza conocida como Título 42, implementada bajo el gobierno de Trump, seguirá vigente mientras se resuelven los recursos legales pendientes. La medida garantiza que los funcionarios federales podrán seguir expulsando rápidamente a los migrantes en las fronteras de EEUU durante los próximos meses», explica un avance en internet de CNN.

«La administración Biden ha creado algunas excepciones a esta política, excepciones que se han estructurado en función de la nacionalidad. Por ejemplo, como TRAC descubrió anteriormente, a los ciudadanos ucranianos se les permitió entrar en el país en los puertos de entrada a través de un programa especial diseñado en respuesta a la guerra en Ucrania», señala el estudio.

«Posteriormente, utilizando ese mismo modelo, la administración Biden permitió la entrada en Estados Unidos de 24.000 ciudadanos venezolanos por razones humanitarias. También ha permitido a solicitantes de asilo especialmente vulnerables entrar en el país mediante un proceso de exención, un proceso que también ha beneficiado a los haitianos, aunque en un número mucho menor y en menos puertos de entrada», agrega.

La decisión del gobierno de Biden, adoptada en octubre, persigue desalentar una creciente ola migratoria que provocó un desastre humanitario especialmente en la selva del Darién, Panamá, por donde miles de venezolanos cruzaban a pie para después transitar toda América central y México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos a pedir asilo.

La orden del Departamento de Seguridad Nacional establece que todos los venezolanos que hubieran pisado Panamá y México después del 18 de octubre -cuando entró en vigencia la norma- automáticamente quedaban excluidos de la posibilidad de pedir asilo formal.

Como contrapartida, EEUU ofrece esos 24.000 permisos temporales por hasta dos años para los migrantes venezolanos que puedan probar que tienen un patrocinador con suficiente holgura financiera en Estados Unidos como para hacerse cargo de ellos y de sus familias, dado el caso.

Pero al parecer las nuevas directrices ya comienzan a producir algunos cambios:

En noviembre solamente 668 venezolanos atravesaron la frontera entre Colombia y Panamá, comparado con los 40.593 que lo hicieron en octubre, y los 38.399 de septiembre, según los datos de Migración Panamá.

Y, según el último reporte de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza, del Departamento de Seguridad Nacional, en noviembre solamente hubo 13.565 «encuentros», o arrestos temporales de venezolanos, en las fronteras de los estados de Texas, Arizona, Nuevo México y California.

En octubre habían sido 22.672 detenciones temporales, en las que los migrantes suelen ser liberados para que sigan sus procesos migratorios en libertad ante los juzgados o las oficinas de Migración.

Hasta ahora los venezolanos también salían bien librados de la aplicación del controversial tulo 42, que permite la expulsión sumarial de los migrantes indocumentados, bajo los alegatos de razones sanitarias de lucha contra el Covid.

Pero ese trato diferencial parece haber acabado: entre octubre y noviembre la Patrulla Fronteriza expulsó de manera expresa a 11.723 venezolanos, comparado con 707 en todos los 12 meses del año fiscal terminado en septiembre de 2022.

¿Qué es exactamente el asilo?

Muchos venezolanos han recurrido o pretenden recurrir al expediente del asilo para intentar quedarse a vivir en Estados Unidos. Según analistas, en los últimos años, especialmente a partir de la pandemia del coronavirus, se acumularon y represaron los procesos burocráticos y legales, por lo que una solicitud de este tipo puede durar años antes de ser decidida.

Mientras tanto los migrantes pueden quedarse a la espera de una decisión y no son ilegales pues están dentro de un proceso de legalización.

Tal como destaca un documento del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, el asilo es un asunto complejo desde el punto de vista legal.

La Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) de 1952, tal como se promulgó originalmente, no contenía ningún de asilo. Las disposiciones al respecto se añadieron y revisaron en una serie de leyes posteriores.

«En la actualidad, la INA prevé la concesión de asilo a un extranjero que lo solicite de conformidad con los requisitos aplicables y si se determina que es un refugiado».

«La INA define al refugiado, en general, como una persona que se encuentra fuera de su país de nacionalidad y no puede o no quiere regresar a ese país debido a la persecución o a un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política», recuerda este documento.

«En virtud de la legislación y la normativa vigentes, los extranjeros que se encuentren en Estados Unidos o que lleguen a Estados Unidos, independientemente de su situación migratoria, pueden solicitar asilo (con excepciones)».

«La solicitud de asilo es afirmativa si un extranjero que se encuentra físicamente en Estados Unidos (y no está en proceso de expulsión) presenta una solicitud a la autoridad competente, en este caso al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EEUU, del Departamento de Seguridad Nacional (DHS)».

Esta solicitud de asilo es defensiva cuando el solicitante se encuentra en un procedimiento de expulsión ordinario ante la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) del Departamento de Justicia (DOJ) y solicita asilo como defensa contra la expulsión.

Un solicitante de asilo puede recibir autorización de empleo 180 días (seis meses) después de la fecha de presentación de la solicitud.

Esto hace que muchos migrantes se arriesguen a emprender este complejo camino burocrático con la intención de emplearse al menos temporalmente mientras se establecen y esperan la resolución definitiva de su caso.

Uno de los detalles de estas solicitudes es que el migrante o refugiado esté en condiciones de probar que existe un temor fundado y creíble de sufrir daños o riesgo de vida si regresa a su país.

«Según la INA, el temor creíble de persecución significa que existe una posibilidad significativa, teniendo en cuenta la credibilidad de las declaraciones hechas por el extranjero en apoyo de su solicitud y los demás hechos conocidos por el funcionario, de que el extranjero podría establecer la elegibilidad para el asilo «.

El USCIS o la EOIR pueden conceder asilo y no existen limitaciones numéricas para su concesión.

«Si se concede asilo a un extranjero, también puede concederse a su cónyuge e hijos, como dependientes. La concesión de asilo no caduca, pero puede ser revocada en determinadas circunstancias. Tras un año de presencia física en Estados Unidos en calidad de asilados, el extranjero y su cónyuge e hijos pueden obtener el estatuto de residente permanente legal, siempre que se cumplan determinados requisitos».

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