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Migrantes venezolanos siguen su viaje a EEUU y se agrava un problema regional

Miles de refugiados y migrantes venezolanos en tránsito por varios países son hoy parias sin documentos, sin dinero y ya sin esperanza de poder entrar a Estados Unidos, lo que agrava un problema regional humanitario de muy compleja solución. Por lo pronto, por donde pasan piden limosnas a la gente en las calles y encuentran ayuda de organizaciones públicas y privadas, como ACNUR, de la ONU. Pero son tantos que sobrepasan la capacidad de respuesta.

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Venezolanos migrantes y refugiados AFP

Desde Colombia hasta Panamá y toda América Central, hasta México y el propio Estados Unidos, enormes grupos de venezolanos refugiados y migrantes quedaron varados desde el 12 de octubre, ya sin la esperanza que los atenazaba en una aventura a veces desquiciada de llegar por tierra hasta la frontera entre México y Estados Unidos.

Pese a los cambios en la política migratoria, la mayor parte todavía siguen su viaje, aunque algunos buscan formas de regresar a su punto de partida.

Las llegadas de migrantes a través del Darién se mantienen estables en cerca de 3.000 por día, cerca del 80 % de ellos son venezolanos y de ellos 70% viene directamente de su país de origen, o sea Venezuela, explica vía telefónica Margarida Loureiro, representante adjunta de ACNUR en Panamá.

«Creemos que estas personas que todavía están llegando a traves del Tapón del Darién empezaron su viaje antes del anuncio de Estados Unidos que tomó efecto el 19 de octubre», explica en conversaciones con El Estímulo.

En Panamá y la zona del Darién operan unas 15 organizaciones nacionales e internacionales, incluyendo ACNUR. Además hay organizaciones de la sociedad civil y de la iglesia católica. Todas están trabajando en la atención a los migrantes y refugiados.

«Esta es una situación de ámbito regional y como tal tiene que tener soluciones regionales por parte de los países que son testigo de este flujo de personas. Es un flujo sustancial con una misma motivación, de refugiados y migrantes, es mixto, y muchos de ellos llenan los criterios de asilo. Optan por continuar su viaje al Norte porque creen que allá tienen otras posibilidades, y hay gente que tiene su familia allá», observó.

«Pero con las nuevas políticas no hemos visto un gran cambio en el número de personas entrando y siguiendo al Norte. El cambio que hemos visto es que están accediendo a nuestra página de ayuda a buscar información sobre las políticas de Estados Unidos», resumió.

La respuesta humanitaria encabezada por ACNUR incluye reforzar el monitoreo en el Darién, en los centros de recepción de los migrantes y refugiados y en las comunidades para evaluar las necesidades humanitarias y de protección porque «llegan con problemas físicos y de salud mental».

La información real, sustentada y útil es uno de los activos más valiosos brindados por estas organizaciones, según se desprende de esta situación.

Loureiro cuenta que están facilitando toda la información y apoyo no solo acerca de este proceso migratorio de Estados Unidos sino también acerca de los peligros de las rutas migratorias hacia el Norte y sobre los trámites para solicitudes de refugio en Panamá, que han aumentado en estos días.

Esta labor incluye información en línea, a través de Whatsapp y otras redes sociales y en el terreno, en los sitios de acogida y de tránsito.

«Continuamos nuestro apoyo de protección y asistencia humanitaria en el terreno, para dar no solo protección internacional sino también humanitaria, como Acnur. Además de acceso a servicios de salud, apoyo mental y psico social, apoyo con bienes, alimentos, colchones, ropas, y atenciones, comunicamos los riesgos de seguir al Norte, las persona están siguiendo tanto por bus como caminando, una vez que llegan a Panamá y son registradas», explicó.

Migrante venezolano pide limosnas para continuar su viaje a Estados Unidos, en San Jose, Costa Rica, este 5 de octubre de 2022. El día 12 el gobierno de Joe Biden anunció una nueva política migratoria que solo deja la oportunidad de establecerse por dos años legalmente en ese país a 24.000 venezolanos con recursos y un patrocinador sólido en Estados Unidos. Foto: Ezequiel Becerra, AFP.

El repentino cambio en la política del gobierno de Joe Biden terminó con la práctica común de los migrantes venezolanos que se entregaban a la Patrulla Fronteriza de EE.UU para pedir asilo, al contrario de viajeros de otros nacionalidades que normalmente se esconden de las autoridades migratorias para cruzar la frontera sin autorización.

«Hasta el anuncio de la política del 12 de octubre, las personas venezolanas no eran expulsadas por los Estados Unidos bajo la Orden de Salud Pública del Título 42 porque no podían ser retornadas directamente a Venezuela, ni México había acordado permitir su expulsión por la frontera terrestre hacia México. En consecuencia, en general se les permitió permanecer en Estados Unidos y solicitar asilo tras cruzar de forma irregular», resume un documento de la plataforma R4V (Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela).

Esta plataforma coordina los trabajos de agencias de la ONU como ACNUR, Unicef y sus aliados en la respuesta humanitaria a la crisis migratoria de venezolanos.

Un migrante venezolano pide limosnas en San José, Costa Rica, para continuar su viaje hacia Estados Unidos este 5 de octubre de 2022. Foto Ezequiel BECERRA / AFP

El Título 42, implementado por Donald Trump durante la emergencia por la pandemia de covid 19 – y que Biden se vio obligado a mantener-, permite la expulsión sumaria de los migrantes alegando razones de salud. Muy pocos venezolanos cayeron en ese proceso.

De hecho, solo 1.022 personas migrantes venezolanas fueron expulsadas de EEUU bajo el título 42 entre octubre de 2021 y agosto de 2022, cuando en total fueron detenidos temporalmente o «encontrados» 155.553 venezolanos, según los datos de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza del Departamento de Seguridad Nacional

La vasta mayoría logró quedarse bajo los trámites migratorios del Título 8, que deja ventanas para seguir en libertad condicional los procesos legales para intentar quedarse en EEUU.

«La frontera de Estados Unidos está efectivamente cerrada para las personas venezolanas, como lo está para cualquier otra población que llegue a la frontera para solicitar asilo, incluso en los puntos de entrada, a menos que un individuo califique bajo las excepciones humanitarias discrecionales, que se aplican en función de cada caso individual al Título 42», observa un reciente informe de R4V.

En la tierra no tan prometida

Hasta el 12 de octubre los venezolanos eran mayormente fichados y procesados por las autoridades migratorias, que los dejaban en libertad libertad condicional a la espera de largos y engorrosos trámites legales.

Un migrante proveniente de Venezuela ora para agradecer cuando es capturado por los agentes de la Patrulla Fronteriza y de la Guardia Nacional en Eagle Pass, Texas, cerca de la frontera con México, este 30 de junio. CHANDAN KHANNA / AFP

En esa situación, los migrantes podían inclusive laborar a destajo por ahí, de manera informal hasta conseguir permisos de estadía o de trabajo. Todo eso se acabó y ahora son devueltos y deportados masivamente.

Pocos los llamados

«Las actividades de monitoreo de los socios de R4V a lo largo de la frontera entre Panamá y Costa Rica destacaron previamente que alrededor del 77% de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela en tránsito habían residido en Venezuela inmediatamente antes de iniciar su tránsito hacia el norte, y que alrededor del 97% estaban en ruta hacia los Estados Unidos, alentados por la información y los rumores sobre el acceso al territorio estadounidense», señala Anur.

Como parte de los esfuerzos coordinados de los gobiernos para frenar ese tránsito, las personas venezolanas que entren de manera irregular a los Estados Unidos, México o Panamá después del 19 de octubre no podrán acceder al nuevo programa de admisión humanitaria (“Proceso para Venezolanos”).

Ese proceso abre la esperanza de acceder a un total de 24.000 permisos temporales para los venezolanos para entrar y quedarse en Estados Unidos hasta por dos años. Eso si garantizan el respaldo legal de un patrocinador estadounidense o alguien con residencia permanente y medios económicos sólidos para hacerse cargo de este migrante.

Migrantes venezolanos en Guatemala AFP
Un grupo de migrantes venezolanos descansa en la estación de autobuses de ciudad de Guatemala el 12 de octubre, cuando Estados Unidos lanzó su nuevo programa migratorio. Foto: Johan ORDOÑEZ / AFP

México lindo y feo

El trato diferente hacia los venezolanos era evidente incluso en países centroamericanos y en México, que los dejaban seguir su camino, concediéndoles permisos de tránsito para viajar por tierra hacia el ansiado Norte.

Según algunas fuentes, eso alimentó toda una industria del transporte y tráfico de personas en varios países. Los migrantes, animados por el boca a boca y por informaciones inclusive falsas en redes sociales, salían en grupo de barriadas y campos venezolanos para embarcarse por tierra vía Colombia, cruzar en lancha en Necolí hacia las bocas del Darién, y seguir a pie por la espesa selva donde un número indeterminado de viajeros ha en encontrado la muerte, o son vejados, asaltados o violados en la travesía.

Ahora cuando pasan por México los persiguen y los cazan, para evitar que entren, o para deportarlos.

En el Estado mexicano de Oaxaca se congregan migrantes venezolanos que entraron por las rutas del vecino estado de Chiapas, a su vez fronterizo con Guatemala. Muchos tratan de llegar a los puestos del Instituto Nacional de Migración (INM) en busca de salvoconductos para atravesar el país en su viaje a Estados Unidos, reportan medios mexicanos.

Migrantes, mayormente venezolanos, caminan en el pueblo de San Pedro de Tapanatepec, Oaxaca, mientras esperan documentos de tránsito del INM, este 19 de octubre de 2022.
Foto: FRANCISCO RAMOS / AFP

«Los pocos permisos que el INM otorga al día, según los propios migrantes, son unas 200, lo que lleva a que se sigan acumulando las personas en condiciones de hacinamiento y deshumanas, quienes han comenzado a utilizar el parque central y el domo municipal como dormitorio, pues colocan casas de campaña de nylon alrededor del módulo migratorio», reseña El Universal.

Pero en México también hay gestiones solidarias para tratar de ayudar a esos miles de venezolanos varados. Inclusive el propio régimen chavista de Nicolás Maduro -acusado por los críticos de haber provocado este éxodo con sus políticas económicas equivocadas que profundizaron la quiebra del país- gestiona una forma de repatriar migrantes.

Esta semana a las puertas de la embajada de Venezuela en Ciudad de México se agolparon cada día decenas de migrantes en busca de apoyo para regresar a su país.

Migrantes venezolanos a las puertas de la embajada de Venezuela en México. Foto: Aliana González/El Estímulo

A los que no tienen papeles de viaje les están tramitando un salvoconducto que les permita conseguir pasajes en aerolíneas mientras el gobierno de Maduro tramita viajes humanitarios de repatriación, dijeron a El Estímulo fuentes desde Ciudad de México.

La Embajada gestionó un acuerdo con la aerolínea bandera venezolana Conviasa para ofrecer pasajes a mitad de precio ($230) a quienes los puedan pagar para regresar por cuenta propia, según organizaciones de apoyo a los venezolanos.

En la sede de la embajada también les solicitaban a los venezolanos ya establecidos en México -que iban a hacer sus trámites ordinarios- ayuda material para sus compatriotas varados, en forma de efectos de higiene personal y otros insumos. No aceptan donaciones en dinero.

Mientras, la organización civil Consejo Ciudadano de México pidió a todas las instancias del gobierno que se trate como un caso de urgencia nacional la situación de los migrantes venezolanos en ese país. Aboga por la garantía de los derechos humanos de estas personas deportadas desde Estados Unidos y porque se evite que sean víctimas de la delincuencia organizada.

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