Presidente de Chile: violaciones a derechos humanos en Venezuela son realidad seria

El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, también refutó este martes las palabras de su colega Luis Inácio Lula da Silva acerca de la supuesta narrativa creada en torno al régimen de Nicolás Maduro, y dijo que en Venezuela las violaciones de los derechos humanos son una realidad inocultable.

Boric, el joven presidente chileno salido de las protestas contra su antecesor, Sebastián Piñera, acudió a la cumbre de mandatarios convocada por Luiz Inácio Lula da Silva para relanzar la integración regional y a la vez reinsertar a Maduro en el concierto internacional.

“Para muchos de nosotros es la primera oportunidad que tenemos de compartir en un mismo espacio multilateral con el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, y la verdad nos alegra que Venezuela retorne a las instancias multilaterales porque creemos que en estos espacios se resuelven los problemas y no con declaraciones en donde nos atacamos los unos a los otros”, dijo Boric, citado por el medio chileno La Tercera.

“Eso, sin embargo, no puede significar hacer la vista gorda frente a temas que son de principios e importantes, y ahí yo manifesté respetuosamente que tenía una discrepancia con lo que señaló el Presidente Lula el día de ayer, en el sentido de que las violaciones a los DDHH eran una construcción narrativa», dijo Boric en su intervención.

«No son una construcción narrativa, es una realidad seria, y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria y que exigen también una posición firme y clara respecto de que los DDHH deben ser respetados siempre y en todo lugar independiente del color político del gobernante de turno”,agregó Boric.

De esta manera coincidió con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en refutar a Lula, quien afirma que respecto a Venezuela lo que hay es una narrativa internacional que debe ser contrarrestada por el propio Maduro.

Boric es de extracción izquierdista, lo que llevó en su momento a activistas del régimen militar cívico que gobierna Venezuela bajo las consignas de un supuesto socialismo, a esperar apoyo del presidente chileno que sustituyó al derechista Piñera.

Chile enfrenta serios problemas migratorios asociados a la ola de migrantes y refugiados venezolanos que han llegado a su territorio escapando de la crisis económica, política y social de Venezuela.

Más de 7,2 millones de personas han salido de Venezuela en los últimos años y cada día familias enteras siguen saliendo, en lo que representa una de las peores crisis migratorias en el mundo y la peor en la historia americana.

Chile es el quinto país receptor de esta ola migratoria, con 444.000 venezolanos registrados en calidad de migrantes y refugiados. Se teme que la cifra sea mayor considerando varios miles en situación irregular.

Esta cifra de venezolanos equivale a la cuarta parte de todos los 1,7 millones de extranjeros viviendo en este país de 19,4 millones de habitantes.

La crisis migratoria llevó al gobierno de Boric a establecer varias medidas de control.

Pese a las discrepancias políticas el gobierno de Boric, al igual que el de otros países de la región, incluyendo Uruguay, ha nombrado embajador en Caracas, tras cinco años de ausencia de este cargo.

Las relaciones bilaterales se llevaban a cabo a nivel de encargados de negocios, como ocurrió con muchos otros países que desconocieron el gobierno de Maduro por haber salido de unas elecciones en las que estaba proscrita la oposición, y que fueron convocadas fuera de los plazos constitucionales por una Asamblea Constituyente que terminó usurpando las funciones de la legítima Asamblea Nacional (Congreso).

El poder legislativo electo en 2015 con mayoría absoluta de la oposición en Venezuela fue desconocido y desmantelado por Maduro y sus instituciones, lo que precipitó la grave crisis que todavía vive el país.