Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, decide transmitir por Instagram su discurso que debía ser a puertas cerradas y rechaza la tesis negacionista de Lula da Silva sobre lo que en realidad ocurre en Venezuela.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou salió al paso a su colega de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva durante la cumbre de presidentes en Brasilia y rechazó que lo que ocurre en Venezuela sea calificado como una simple narrativa construida.
En lo que ha supuesto el momento público más álgido de este encuentro a puertas cerradas, Lacalle decidió transmitir sus duras palabras a través de la red social Instagram, aunque la diplomacia brasileña había cortado la transmisión del acto después de las palabras inaugurales de Lula.
«Presidente debo decirle que quedé sorprendido cuando se habló que lo que sucede en Venezuela es una narrativa. Ya saben lo que nosotros pensamos con respecto a Venezuela y al gobierno de Venezuela. Si hay tantos grupos en el mundo tratando de mediar para que la democracia sea plena en Venezuela», lo peor que se puede hacer es «tapar el sol con un dedo», dijo Lacalle en su intervención.
El gobierno de Uruguay ha calificado al régimen chavista que encabeza Nicolás Maduro como «una dictadura».
El punto dos de la declaración conjunta que se está negociando en este encuentro, «habla de democracia, habla de derechos humanos y habla de proteger las instituciones. Si ese punto no hubiera existido yo no tenía por qué hablar de este tema. Pero lo vamos a suscribir, vamos a ver si llegamos a un acuerdo para suscribirlo y obviamente cuando pongamos la firma, no tenemos la misma definición que creo que es una sola según la Academia Española de lo que son el respeto a las instituciones a los derechos humanos y a la democracia», dijo el presidente de Uruguay.
Lacalle además dijo que envió a Venezuela una representación diplomática porque su afinidad es con el pueblo venezolano y no con los gobiernos.
«Hasta hace poco no teníamos embajador en Venezuela y nombramos embajador, como lo tenemos en Cuba y en tantos otros lugares, porque nuestra afinidad es con el pueblo venezolano y no nos compete elegir un gobierno, pero tenemos la posibilidad de opinar», dijo el uruguayo.
«Pongamos el nombre que tiene y ayudemos», dijo sobre Venezuela.
También rechazó la propuesta de Lula de crear un nuevo organismo de integración regional. El presidente brasileño tiene la intención de resucitar Unasur, el proyecto de integración basado en la afinidad ideológica que fundó en 2008 junto a su entonces colega venezolano Hugo Chávez.
Esas iniciativas terminan transformándose en «grupos ideológicos», sujetos a los intereses y políticas de los gobiernos de turno, señaló Lacalle.
«Basta de instituciones, vayamos a las acciones» dijo el presidente Lacalle, al proponer usar más bien las herramientas y organizaciones ya existentes en la región.
Según medios de prensa y analistas brasileños, la encendida y criticada defensa que hizo Lula da Silva de su cuestionado colega Nicolás Maduro terminó opacando los fines del encuentro de presidentes. Esta es la primera vez que Maduro regresaba a Brasilia en ocho años y fue recibido con todos los honores por el gobierno de Lula, que ofrece reinsertar al gobernante venezolano plenamente en la comunidad regional y en los esquemas de integración.
En Venezuela varias organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y líderes políticos y ciudadanos comunes mostraron su rechazo a las palabras de Lula, pues el brasileño ignora por completo hechos como las constantes denuncias contra Maduro y el régimen chavista. Muchas de ellas cursan en organismos como la Corte Penal Internacional o el sistema de Naciones Unidas.
Paradójicamente, este martes en su propio discurso Lula atribuyó a las ideologías las divisiones de la región.
«Dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran esfuerzos de integración, abandonamos canales de diálogo y mecanismos de cooperación, y con eso todos perdimos», afirmó Lula en su discurso de apertura antes de una reunión a puerta cerrada con los demás líderes en el palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería, citado por la agencia AFP.
«Los elementos que nos unen están por encima de las diferencias ideológicas», añadió.
El gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) «cerró nuestras puertas a socios históricos» y «optó por el aislamiento» internacional, perjudicando la relación con los vecinos, dijo Lula.
Once mandatarios participan del encuentro, que el anfitrión izquierdista definió como un «retiro» para hablar de forma distendida y con franqueza.
A la cita asisten el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el argentino Alberto Fernández, el chileno Gabriel Boric, el colombiano Gustavo Petro, el paraguayo Abdo Benítez, el ecuatoriano Guillermo Lasso, el boliviano Luis Arce, el uruguayo Luis Lacalle Pou y el surinamés Chan Santokhi.
«Es el inicio del regreso de Maduro» al plano regional, y el encuentro con los demás líderes será «la vuelta de la integración de América del Sur», dijo el lunes Lula, definiendo el momento como «histórico».
Maduro dijo que llevará a la reunión su pedido de que se «solicite al gobierno de Estados Unidos el levantamiento de todas las sanciones contra Venezuela».
Un encuentro entre los líderes suramericanos no ocurría desde 2014 en Quito, durante la cumbre de Unasur.
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