Manifestación y muerte: cifras de las protestas venezolanas en el primer trimestre de 2019

En medio de una crisis generalizada que encuentra un punto de quiebre en cada rubro, los venezolanos transitan por un camino agrietado y oscuro en el que los planteamientos del representante chavista no han generado mayor efecto positivo a tantas problemáticas, lo que alimenta jornada tras jornada las manifestaciones para dar a conocer sus exigencias.

Con un promedio de 69 diarias, el mapa no esconde rincones en los que sus ciudadanos revelen sus padecimientos y qué esperan desde el lado del Estado. En Distrito Capital, según cifras de la ONG, se acumularon la mayor cantidad de movimientos, con 626. Miranda, con 548 y Mérida, con 485, le siguieron.

De acuerdo con la fuente, de las más de 6.000 protestas, 2.820 fueron motivadas por derechos a la participación política; no obstante, el punto que le siguió encontró en un percance histórico razones suficientes para que cada sector marchara.

1.668 manifestaciones tuvieron en los servicios básicos su epicentro, con más de mil, añadió la fuente, centradas bajo la crisis eléctrica que encontró pico más alto en los apagones masivos del mes de marzo, cuando más de 20 entidades quedaron a oscuras durante días, ejercicio repetido en las siguientes semanas.

Para Maduro y su equipo, la mano extranjera se involucró en un tema anunciado con antelación por expertos, quienes sugirieron que la falta de mantenimiento a la industria. El resultado: un plan de administración de carga eléctrica (racionamiento) durante el mes en curso.

Violencia como carta de presentación

Mientras la sociedad civil tiene en la figura de Juan Guaidó a un líder opositor, pieza que desde el mes de enero devolvió a gran parte de los venezolanos la organización suficiente para poner sobre la mesa sus peticiones al oficialismo, las acciones convocadas también tuvieron su contraparte.

Jornadas en las que la represión terminó acaparando los titulares elevó las críticas contra el sucesor del fallecido Hugo Chávez.

Según el OVCS, 51 personas fueron asesinadas en protestas, 15 de ellas en Bolívar, estado que concentró la mayor cantidad de bajas, con el 23 de febrero como fecha sensible por la dinámica violenta durante una jornada destinada al ingreso de la ayuda humanitaria organizada por la Asamblea Nacional y la comunidad internacional.

Aquel sábado, las fronteras con Colombia y Brasil se mancharon de sangre, con los límites con el país amazónico como zona más impactada, con al menos siete muertes.