¿Cerrar fronteras ha controlado la migración en América Latina?

Las autoridades migratorias panameñas anunciaron recientemente un paquete de medidas con las que esperan controlar el paso de cientos de miles de migrantes por la peligrosa selva del Darién, con destino a Estados Unidos. Este ha sido un capítulo más de las distintas medidas tomadas por diferentes países del área, apuntando a la militarización y la restricción.

Andrés Besserer Rayas, doctor en ciencias políticas de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, es un crítico de las políticas restrictivas para tratar el tema migración. El experto explicó en una entrevista para la cuenta @migramonitor, que lejos de controlar la migración, hace que se vuelva más peligrosa.

“Los Estados tienen a su disposición herramientas pobres para disminuir la migración, por lo que tienden a caer en la tentación de generar soluciones simplistas, prometen mucho más de lo que pueden lograr. Estas soluciones, sin planificación ni ayuda internacional, es cerrar fronteras, vigilar, algo como lo que anunció Panamá”.

El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, calificó como “al límite” el margen de maniobra de ese país debido al intenso paso de migrantes por el Darién, lo que habría motivado a su gobierno a actuar.

Entre las medidas dispuestas por Panamá destaca la remoción de los puestos de asistencia migratoria en Canaán Membrillo y el Bajo Chiquito. También “se continuará con las expulsiones y deportaciones de los ciudadanos irregulares y con antecedentes penales, con apoyo de vuelos del Senan. Se triplicarán los vuelos de ser posible”.

Para Besserer hay medidas que empeoran una situación. “Militarizar las fronteras no disminuirán sensiblemente la cantidad de migrantes, pero sí aumentará los costos individuales de las personas, no solo en dinero sino en dificultad. Esto puede costar muchas vidas porque la gente comienza a tomar rutas que son más peligrosas”.

El experto agregó que “estas medidas no están acompañadas y desilusiona el hecho de que en pleno siglo XXI Panamá no piense aplicar políticas que sí ayudan a la migración como la regularización, adoptar sistemas robustos de cooperación internacional, coordinación de políticas de tránsito seguro y ordenado, entre otras”.

Medidas discrecionales

Desde principio de agosto el gobierno panameño anunció estar analizando cerrar su frontera con Colombia por las alarmantes cifras de pasos por el Darién en lo que va de 2023. Se estima que más de 307 mil personas cruzaron por esa inhóspita zona en su tránsito hacia Estados Unidos.

Pero una medida en específico ha llamado la atención por lo poco clara y es la del trato a los turistas en el aeropuerto. “Se les reducirán de 90 a 15 días su estadía en Panamá dependiendo del turista y lo que pueda demostrar”.

Besserer ahondó más en las interrogantes que esta le genera. “Se les pedirá que demuestren que tienen dinero para estar en el país, pero la decisión la tomarán los agentes migratorios en entrevistas cortas. Lo que sucede en estos casos es que funcionan los prejuicios y estereotipos antes de los hechos fácticos”.

El experto agregó que espera que este anuncio despierte la reacción de la sociedad civil organizada en Panamá, quien podría pedir mayores explicaciones. “Puede que la raza o color de piel del turista sea la base de una decisión. Es desafortunado prometer políticas de endurecimiento porque estas se alejan del ideal de la migración ordenada y segura que pide las Naciones Unidas”.