Migración

¿Por qué la Ley anti migración de Texas enfrenta a los poderes públicos en EEUU?

Además de la detención de migrantes por fuerzas estadales, en Texas el gobernador también ha lanzado iniciativas para construir muros y barreras en la frontera

archivo
Publicidad

La polémica ley anti migración indocumentada lanzada a fines de 2023 por el gobernador de Texas mantiene enfrentado a ese Estado fronterizo con México con el gobierno federal que encabeza Joe Biden, y además ha generado un cruce de decisiones judiciales entre distintas cortes de Estados Unidos.

La disputada ley, en caso de aprobarse, tendría un impacto regional de envergadura en materia migratoria, ya que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha fustigado a esta ley estadal (ya que aplica sólo para Texas), anunció que en caso de entrar en vigor este instrumento legal México dejará de recibir migrantes de otras nacionalidades en su territorio que hayan sido deportados por EEUU.

La ley que el gobernador de Texas, Greg Abbott, aprobó en diciembre permite que cualquier agente policial estatal de Texas arreste a personas que sospeche que entraron al país sin autorización. La Casa Blanca insiste en que el control de los migrantes lo realizan y lo deben realizar agentes federales, que dependan del gobierno central y no de un estado.

Según lo aprobado por Abbott, y que está en disputa en los tribunales, si son detenido por uniformados texanos los migrantes pueden aceptar una orden de un juez de Texas para dejar Estados Unidos o ser procesados por cargos de delito menor por entrada ilegal. Los migrantes que no se vayan, sin embargo, pueden ser arrestados de nuevo bajo cargos de delito más grave.

Abbott sostiene que la ley no permitirá abusos ya que los agentes policiales, para poder detener a un migrante, deben tener motivos fundados, como presenciar la entrada ilegal o verla en video. Las organizaciones de derechos migratorios, en tanto, adelantan que podría generarse una suerte de cacería de brujas para perseguir a los migrantes sin que haya pruebas, dada la situación de vulnerabilidad que tienen éstos al ingresar sin documentos a EEUU.

Además, el gobierno de Texas que ha convertido esta ley en una de sus principales banderas, aclaró que la misma no puede aplicarse a personas presentes de forma legal en Estados Unidos, incluidos aquellos que recibieron asilo o que están inscritos en programas de protección, por ejemplo, migrantes que llegaron siendo niños a territorio estadounidense.

La ley que se conoce como SB4 también aumenta de dos a 10 años la sentencia mínima de prisión por trata o tráfico de migrantes sin documentación.

Además de la detención de migrantes por fuerzas estadales, en Texas el gobernador también ha lanzado iniciativas para construir muros y barreras en la frontera, un asunto que le ha generado abierta simpatía por el candidato republicano a la presidencia, el ex mandatario Donald Trump.

La ley del gobernador Abbott, sin embargo, está lejos de entrar en vigor por una serie de decisiones y cruce de recursos judiciales en las cortes de Estados Unidos. El gobierno de Biden, que tiene en el tema migratorio una de sus principales debilidades según los sondeos de cara a la reelección en los comicios de noviembre, evita quedar como una administración débil ante la oleada migratoria masiva y ante el desafío de un gobernador republicano y abiertamente hostil ante los migrantes.

Este 19 de marzo, el Quinto Circuito de Apelaciones dejó sin efecto nuevamente a la polémica ley de Texas, horas después de que una mayoría de magistrados conservadores de la Corte Suprema aprobara la entrada en vigencia del instrumento legal.

Como hemos indicado, el aspecto que divide las aguas está en la facultad que se quiere adjudicar Texas de expulsar a migrantes, una potestad exclusiva del gobierno federal hasta ahora.

La Administración Biden demandó al Gobierno de Texas y acudió al Circuito Quinto de Apelaciones al considerar que la SB4 “altera el estatus quo que ha existido entre Estados Unidos y los Estados en el contexto de la inmigración por casi 150 años”.

Sin embargo, lo que decida esta instancia no será definitiva. Cualquiera de los dos gobiernos (estadal o nacional) pueden recurrir a la Suprema Corte tras lo que decida la corte de apelaciones, ubicada en Nueva Orleans.

El gobierno de México sostiene que si está legislación entra en vigencia se creará un “ambiente hostil” en Texas para los migrantes. Este estado de EEUU, cuyo territorio una vez fue parte de México, cuenta con 10 millones de personas de origen mexicano entre sus 29 millones de habitantes.

Entre todos los estados estadounidenses fronterizos con México, Texas tiene la línea divisoria más extensa. Son algo más de 2.000 kilómetros. Es una frontera tan extensa como la que existe entre Venezuela y Colombia.

Publicidad
Publicidad