Opinión

Por debajo de la MUD

Hablando sobre los temas que íbamos a tratar durante la semana en nuestro portal elestimulo.com, sostuve una corta conversación digital con uno de nuestros columnistas más queridos aquí en la redacción. No voy a mencionar de quien se trata porque estoy seguro que él lo prefiere así. De más está decir que este sujeto goza de toda mi confianza y admiración, además de ser un incondicional amigo desde hace muchos años.

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Entonces el lunes acordamos que la nota de la semana giraría en torno a las elecciones internas de la Mesa de La Unidad Democrática a celebrarse el próximo domingo. Sí. Por si usted no lo sabía, querido lector: este domingo se eligen los candidatos a las próximas elecciones parlamentarias que serán-vaya a usted a saber cuando- de lo que podríamos llamar “el último recodo de la oposición política” de este gobierno que cada día parece más perpetuo.

Muchos ni se han dado por enterados. Nadie ve afiches en la calle, muy poca propaganda electoral, muy poca actividad en las redes sociales. ¿Usted estaba enterado? ¿Usted sabe si le toca votar?

El hecho es que habíamos acordado, como lo hacemos casi todas las semanas, sobre un tópico a desarrollar: no era, en esta oportunidad, la última violación a los derechos de María Corina. Tampoco se trataba, esta vez, de la iguana bebé que adoptó Jesse Chacón ni mucho menos figuraba el nuevo tortazo de Pastor Maldonado. Quedamos en que la cosa era “las elecciones de la MUD”. Y vale la pena aclarar que no manejo la fuente política. Para nada. Pero para este evento electoral tan importante todos estamos concentrados en la cobertura.

Hace dos días recibí un mail que decía algo más o menos así:

“Epa Eric, escribí algo cercano al tema, lo que pasa es que no me sale nada sobre la MUD, etc, etc, etc…”

Inmediatamente lo entendí. Le di un espaldarazo, abrumado por lo que le sucedía a mi colega, y le dije que lo olvidara, que no importaba, que lo comprendía perfectamente. Así quedamos.

Era un argumento tan sensato como todas sus disertaciones de siempre, escritas y oratorias. Era infalible. Lapidario. Definitivo.

¿A quién puede inspirar nada sobre la MUD en este momento tan atroz de nuestra realidad social? De hecho, yo mismo, en este instante, al momento de escribir estas palabras, me empiezan a pesar los brazos y hasta me aburro, cosa que nunca me pasa cuando escribo, a diferencia del resto de la mayoría de las actividades humanas que realizo desde que nací, sean físicas o intelectuales.

La Mud…la mud…la mud… Hasta me compadecí de mi trabajo. No puede ser. Algo está mal. Algo está muy mal aquí. Y creo que no es solo la oficina de prensa y comunicaciones de la Mesa de la “Unidad Democrática”, sino la opacidad de sus líderes. ¿O debemos decir más bien la “opiaciedad”?

Sabemos que estas elecciones del domingo decidirán los candidatos en ciertos circuitos del Municipio Libertador, que a la mayoría de los caraqueños no nos toca votar pero también sabemos ,como lo dicen todos los líderes de opinión serios de este país, que estas elecciones parlamentarias son cruciales y determinantes para el futuro inmediato de los venezolanos.

Y lejos de las fútiles opiniones políticas que puedan salir en este medio y vaya que es cierto que lo último que necesitamos en este momento es más “opinadores” de oficio, hablemos entonces solamente del aspecto comunicacional. ¿Dónde están los recorridos, los apretones de manos, las ruedas de prensa, los encuentros con periodistas nacionales e internacionales?. Mi pregunta es tan fácil como la del chapulín colorado: ¿Dónde están cuando más los necesitamos?… Y ahora, ¿Quién podrá defendernos?

Señores de la MUD, candidatos. Amigos y amigas.

Ahora es el momento de brillar. Ahora es el momento de salirle al paso a la catástrofe gubernamental con declaraciones, con discursos, con manifiestos ideológicos, con ese Himno Progresista que tanto estamos esperando. A tres días de las elecciones, La MUD está ausente de la nube informativa. Más “muda” que nunca. La noticia más destacada sobre estas elecciones internas -de capa caída -fue el infortunio ese que vivió aquel señor candidato por PJ Saveiro Vivas, hace más de un mes, cuando lo sacaron a pedradas de Catia en pleno arranque de su campaña.

Me sigue pareciendo angustiante que esta célula política que me representa -ahora presidida por un reconocido periodista- pase por debajo de la mesa en el momento justo en que la realidad histórica demanda gloria y solemnidad para contrarrestar, de alguna manera, la desmoralización civil que parece haberse convertido en una epidemia ciudadana.

Uno quisiera creer que no es necesario decirles a los líderes de la MUD que la llamada “revolución bolivariana” es, fundamentalmente, la mejor propaganda política de nuestra historia republicana y que estos 16 años de hegemonía roja se lo debemos a un aparato comunicacional eficaz, colosal y demoledor, que comenzó en pantalla chica aquel oscuro día en que se acuñó la frase inmortal – y que hoy resulta macabramente sarcástica- : “Por ahora”.

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