Salud

El “corazón de atleta” se desarrolla de acuerdo al grado de entrenamiento

Los efectos de remodelación cardiaca debidos al entrenamiento intensivo de ejercicios, al menos en los atletas masculinos, se producen en etapas y pueden ser similares a los observados en los deportistas con menos experiencia y en los pacientes con formas comunes de enfermedad cardiovascular, según los resultados de un pequeño estudio longitudinal de remeros competitivos.

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Los cambios cardíacos encontrados en el trabajo incluyen una temprana fase de adaptación de aumento agudo marcada por la dilatación ventricular y relajación diastólica temprana, seguida de una fase crónica de mantenimiento, con engrosamiento de la pared y otros cambios ecocardiográficos definidos en la función ventricular, en función del trabajo publicado en línea el 14 de diciembre 2015 en Circulation: Cardiovascular Imaging.

Según el Dr. Rory Weiner (Hospital General de Massachusetts, Boston), autor principal del estudio, la mayoría de lo que se conoce acerca de la remodelación cardiaca inducida por el ejercicio, llamada “corazón de atleta”, proviene de los estudios transversales, que son, obviamente, sólo una instantánea en el tiempo.

La práctica de un esfuerzo físico que se repite con una determinada intensidad, duración y periodicidad en el tiempo conlleva una serie de respuestas por parte de nuestro organismo; sobre el corazón se van a producir unos cambios básicamente definidos por una hipertrofia del músculo cardiaco (aumento de tamaño de la fibra cardiaca), aumento de las cavidades de los ventrículos, reducción de la frecuencia cardiaca en reposo y en el ejercicio submáximo y aparición de alteraciones en el electrocardiograma basal, consistentes en alteraciones de la repolarización, trastornos de la conducción y algún tipo de arritmia, siempre benignas.

De acuerdo al Dr. Weiner, «conocer el grado esperado de remodelación dependiendo del punto en que los atletas estén en su formación es esencial». «Es importante entender esto, porque cuando se está ante un estudio de imagen cardíaca, es necesario distinguir si alguno de los cambios que se ven es patológico o de adaptación.»

La función general del ventrículo izquierdo (VI) es el resultado de la contracción y relajación de una compleja arquitectura de fibras miocárdicas y un continuo transmural entre dos geometrías de fibras helicoidales. La contracción de las fibras miocárdicas determina cambios en el tamaño y la forma del VI que son el resultado del acortamiento longitudinal, la rotación circunferencial y el engrosamiento radial simultáneos del miocardio.

– Fases aguda y crónica del entrenamiento –

Doce hombres de una edad promedio de 18,6 años, completaron el periodo de entrenamiento sin interrupción y se incluyeron en el análisis final. Ellos fueron evaluados al inicio del estudio y luego de un período agudo de 90 días de entrenamiento en equipo, prácticamente casi por completo de ejercicio orientado a resistencia y de nuevo después de 36 meses de entrenamiento de mantenimiento crónico, que fue una mezcla de entrenamiento de resistencia y de fuerza. Se realizó ecocardiografía transtorácica en reposo 12 horas o más después de la última sesión de entrenamiento.

Según los autores, se observó una fase de aumento agudo de la adaptación caracterizada por la dilatación ventricular, una relajación diastólica precoz aumentada así como una mejor mecánica de torsión sistólica del ventrículo izquierdo. Por el contrario, las adaptaciones subsecuentes crónicas de mantenimiento incluyeron engrosamiento de las paredes ventriculares, el aumento de la función diastólica tardía, y la regresión de la rotación apical del ventrículo izquierdo en reposo así como del giro pico sistólico del ventrículo izquierdo.

Específicamente, de acuerdo al Dr. Weiner, el giro sistólico pico ventricular izquierdo (normalizado para la longitud del ventrículo izquierdo) se incrementó en un 44% durante el entrenamiento de fase aguda.

En la fase crónica o de largo plazo del estudio a 39 meses, hubo un mayor incremento en la masa ventricular izquierda, aunque esto fue en realidad debido a un engrosamiento de la pared ventricular izquierda antes que un aumento en el tamaño de la cavidad.

Durante la fase de entrenamiento crónico, el giro sistólico pico ventricular izquierdo se aproximó a los niveles basales después de haber caído un 24% en comparación con los niveles documentados después de la fase aguda de entrenamiento.

El patrón de remodelación observado es importante y novedoso, según el Dr. Weiner, porque pareciera haber una respuesta de remodelación paralela paso a paso que también se observó entre los pacientes con formas comunes de enfermedad cardiovascular.

Los autores creen que estos cambios son deseables porque lo demostrado pareciera ser adaptativo. Según el Dr. Weiner, los cambios simplemente reflejan diferentes fases de donde los atletas están en su entrenamiento. “Así que a partir de una situación clínica, si un cardiólogo mira una imagen cardíaca y ve paredes algo engrosadas en un remero y el paciente ha estado entrenando durante varios años, podría esperarse eso.”

«Por el contrario, si el atleta justo ha comenzado recientemente el entrenamiento, los mismos hallazgos podrían ser una evidencia de que pudiera haber alguna otra condición patológica en él.»

En una pequeña muestra de atletas competitivos de resistencia, la remodelación cardíaca inducida por el ejercicio sigue una respuesta fásica con incremento en el tamaño de la cámara del ventrículo izquierdo, de la función diastólica precoz y del giro sistólico en una fase de aumento agudo del entrenamiento del ejercicio.

Esto es seguido por una fase crónica de adaptación caracterizada por un incremento en el grosor de la pared y por regresión en el giro ventricular izquierdo. La duración del entrenamiento es un factor determinante de la remodelación cardiaca inducida por el ejercicio y tiene implicaciones para la evaluación de la estructura y la función del miocardio en los atletas.

Es importante tener en cuenta que el presente trabajo, a pesar de tener un diseño prospectivo y de observación a largo plazo, debido a lo pequeño de la muestra y de ser exclusiva de hombres, existe limitada generalización a una comunidad amplia de deportistas.

Son necesarios estudios más amplios que recluten a una población heterogénea para comparar los efectos de la edad, el sexo y la etnicidad en la remodelación cardiaca inducida por el ejercicio, que resolverá los límites de la remodelación fisiológica normal.

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