Opinión

La Ruta del Coraje y el nuevo liderazgo compartido

El economista y ex ministro Felipe Pérez Martí bosqueja las líneas maestras de una estrategia política de contrapeso, centrada en una consulta nacional como la del 16 de julio de 2017, ante una eventual elección parlamentaria espuria y engañosa. Hace un emplazamiento a María Corina Machado y razona por qué la circunstancia actual se presenta como la oportunidad postrera para Juan Guaidó

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Introducción: la fe mueve montañas

En estos momentos, muchos venezolanos están poseídos por la desesperanza. Muchas cosas les han fallado, como la dirigencia opositora, además del desgobierno.

Pero vemos signos muy positivos en el futuro cercano. Y la fe mueve montañas: si creemos que lo bueno va a ocurrir, nos activamos, cada quien llevando su granito de arena al lugar indicado. Y la montaña va cobrando forma con esos aportes. El optimismo es vital. Pero los aportes reales son lo que van a convertir esa fe en una profecía autocumplida.

El enemigo ha entendido bastante bien esta doctrina. Tanto el desgobierno como la oposición corrupta. ¿Por qué? Porque el primero, con el liderazgo goebbeliano importado de Cuba, nos trata de infundir terror y desesperanza de manera sistemática, haciéndonos creer que no podremos contra ellos. La segunda, porque nos predica la falsa idea de que el desgobierno es más fuerte que nosotros, y que lo único a lo que podemos aspirar es a una esclavitud domesticada mediante la cohabitación. De hecho, los analistas políticos de la cohabitación están, una vez más, predicando el “realismo”, “que no soñemos imposibles”, convirtiéndose con esto de nuevo en flautistas de Hamelín (los que llevan con bonitas melodías a los inocentes directo a la muerte, como ha pasado hasta ahora), apoyando de nuevo las elecciones y el “diálogo” que impulsa el desgobierno.

Anular la profecía autocumplida

Si creemos lo que nos dice ese enemigo, sea rojo o del color que sea, perderemos la esperanza y la fe. Y no nos activaremos, sino que abandonaremos la lucha; nos resignaremos a la presunta derrota y se producirá lo que se llama un “equilibrio de coordinación” goebbeliano: no habrá montaña, pues no habrá material ni acción para erigirla. La nefasta profecía autocumplida.

En contraste, nosotros estimulamos al pueblo venezolano, tanto a tener fe como a aportar cada quien su parte para la victoria. De hecho, aun en circunstancias objetivas extremadamente adversas, se puede lograr la victoria, como la lograron los sobrevivientes del accidente de avión siniestrado de Los Andes:

Identificamos en el video, para lo que viene en nuestra propuesta, cuatro puntos claves para el éxito:

1. Tener fe, que consiste en responder al “No” con un “Sí”.

2. Cambiar la realidad con las acciones.

3. Trabajar en equipo.

4. Tomar decisiones gerenciales fuertes y ser consecuentes con ellas.

Con esa inspiración, aquí proponemos para la coyuntura unas elecciones parlamentarias y de Junta Patriótica del Coraje en una consulta tipo 16-J. Alternativa a las elecciones ilegítimas que nos pretenden imponer los cohabitadores y el régimen de la muerte. Pero, pase lo que pase en esa coyuntura, seguiremos la ruta de la dignidad. Jamás se doblegará la voluntad del pueblo venezolano por la libertad, la justicia y la realización plena en lo social, lo político, lo económico, lo ético y lo espiritual.

Las condiciones objetivas también nos favorecen

Además de lo dicho sobre nuestra voluntad inquebrantable, por si fuera poco tenemos condiciones objetivas a favor. Estas sustentan adicionalmente la fe que nos motiva. Veamos brevemente esas razones adicionales en el análisis de la coyuntura actual. Partamos de que quien gana este juego de la soga y del halcón y la gallina es quien tiene más fuerza relativa. Aunque es cierto que el desgobierno y los corruptos tienen fuerza absoluta, nosotros tenemos más.

Cabe hacer notar, en principio, que esa fuerza relativa depende no solo de las acciones a favor ejercidas por cada contendiente, sino también de las acciones en su propia contra: los autogoles. Esto tiene tanto peso que, de alguna manera, este juego no lo gana quien mete más goles, sino quien mete menos autogoles. En lo cual, afortunadamente, nos llevan ventaja el desgobierno y la oposición corrupta.

Por su parte, el desgobierno está más débil que nunca. Como una rata acorralada. Cometiendo muchos errores, que vienen tanto de su probada incapacidad (contrariamente a la falsa prédica de que lo tiene todo fríamente calculado), como del miedo y la entropía resultantes ante una inminente derrota. Hay quien ve, por ejemplo, en lo de la importación de gasolina de Irán, una ganancia para el régimen. Pero no tienen en cuenta los efectos negativos del hecho, que en neto representan un autogol.

El tablero geopolítico

De manera similar a la vez que Rusia trajo los cien soldados para apoyar a Maduro, cuando hasta los demócratas en EE.UU hicieron un llamado a Trump para que no permitiera eso, lo de Irán ha desatado una reacción favorable muy importante para nosotros en el mundo de la inteligencia estadounidense y de Occidente en general. Hasta se ha visto la inconveniencia de la Junta Gatopardiana de Elliott Abrams, pues se ha puesto en claro que aun si quitas cuatro zamuros narcoterroristas, incluyendo a Tareck El Aissami, encargado de los trámites con Irán, y no quitas la carne, el sistema interconectado que los alimenta, muy pronto vendrán otros zamuros a tomar su lugar. Con las consecuencias negativas para los intereses geoestratégicos de EE UU y de todo Occidente.

Esto, sin contar con la decepción interna en Venezuela por el desabastecimiento continuado de gasolina luego de la importación, a cambio de grandes cantidades de divisas en un país que tiene las reservas más grandes mundiales de petróleo. Sadim (Midas al revés) mató a la gallina de los huevos de oro. Hay enojo por la carestía y la mala calidad de esa gasolina; por la segregación injusta que favorece el bachaquerismo oficial y militar, que incomoda inmensamente hasta al chavismo, al verse en su mayoría excluido con todo esto; además de la constatación del contrabando de gran parte de esa gasolina hacia Cuba, que, junto con la mafia militar corrupta, es la mafia más beneficiada de nuestro orden de cosas, reconocido ya hasta por el pueblo madurista mismo.

Historias de gasolina colas

Desorden descomunal, carestía descomunal, escasez descomunal de bienes y servicios, en particular de comida y de medicinas. Deterioro descomunal de las condiciones básicas de vida, incluyendo internet, telefonía, electricidad, gas, agua, transporte, sistema de salud, trámites administrativos, libertad de tránsito y comercio, etc.

La necesidad de mirar el bosque

Estamos acostumbrados a ver solo la parte negativa de todo esto. Pero, realmente, mirando el bosque, esto merma tremendamente la base de sustentación del desgobierno. En lo popular y en lo militar también. El esclavismo no es capaz de alimentar a sus esclavos, ni de reproducir el sistema esclavista, ni de mantener a los capataces que someten a los esclavos que quedan. Las pugnas internas entre esos capataces son notables y notorias. Por ejemplo, entre los militares corruptos y los consejos comunales, los colectivos y milicianos.

A estas alturas, los cazarrenta radicales (Maduro, Diosdado, los cubanos y la banda de los siete) son tan voraces que están imponiendo un CNE gatopardiano, desconociendo hasta la AN dominada por los cazarrenta moderados. Eso es otro autogol del sistema cazarrenta, que bien podría aprovechar el ofrecimiento de la Junta Gatopardiana que han ofrecido el G-4, Abrams y Guaidó, dando un salvoconducto a los facinerosos tarifados por el Departamento de Justicia de EE UU.

La fortaleza potencial adicional: cómo activarla

Las fuerzas determinantes en este conflicto, que es de facto más que de jure, son cuatro: las internacionales, las militares, la calle y la político-partidista. La sociedad civil independiente, actor principal de las luchas de calle, ha estado irrumpiendo con mucha fuerza, y con muchos mártires, no solo en Venezuela, sino en todo el mundo, contra el abuso. El movimiento antipartidos y anti-Estado no es casual, más allá de conspiraciones políticas y geopolíticas, que sí existen. Ahí allí un inmenso potencial, prácticamente huérfano en lo político, aunque hay esfuerzos para coordinarlo. Por ejemplo, el Movimiento Libertadores.

Está claro que en la unión está la fuerza. El problema en Venezuela ha sido que la “oposición” no representa a los ciudadanos, y que estos ya se han dado cuenta producto de tantas traiciones y arreglos en las sombras. Como estas elecciones ilegítimas que se pretende imponer. El conflicto es, pues, contra los abusadores: los corruptos ligados al sistema cazarrenta, del color que sean. Se trata de la unión, pues, pero de los honestos. Que son los que han jugado al coraje, en principio, en este juego de la política venezolana.

El «cazarrentismo», enemigo sistémico

La unión que genera fuerza no es, pues, con los cohabitadores. Estos son parte del enemigo, por estar capturados por el cazarrentismo, nuestro enemigo sistémico. Pero no siempre los partidos y líderes políticos que se presentan como honestos son consecuentes, y no generan un liderazgo capaz de representar a esa sociedad civil huérfana en ese sentido.

Como han dicho los supervivientes de Los Andes, hay que trabajar en equipo. Pero los del coraje no lo hemos hecho, y llegó el momento de hacer público lo que ha pasado ahí.

Debemos capitalizar los esfuerzos

El Movimiento Libertadores ha hecho denodados esfuerzos para sumar en una misma alianza a todos los del coraje (salida por la fuerza, no necesariamente violenta: primero cese de la usurpación). Muchos han aceptado el reto. Entre otros, Alberto Franceschi, Douglas Bravo, Roland Denis… También las organizaciones Partido Nacionalista ORDEN, Derecha Democrática Popular, Movimiento Republicano Liberal, Plataforma Gritemos con Brío, Coalición Sindical, Partido Fuerza Nacional, Proyecto Republicano, Tercer Camino, Fuerza Libertaria, Unión de Resistencia Popular, entre muchos otros.

Con María Corina Machado, Antonio Ledezma y Julio “Coco” llevamos más de dos años tratando de sumarlos a una gran coalición del coraje. Sabemos que la plataforma Soy Venezuela no es suficientemente amplia, ni está diseñada para el largo plazo, como corresponde en un equilibrio de coordinación que pretende sacar Maduro, pues los miembros de la coalición deben saber qué va a pasar después de la salida para poder hacer su parte en el equilibrio. Mucho más si somos conscientes de que el enemigo no es solo Maduro, sino el cazarrentismo. Pero no ha sido posible, a pesar de la tremenda oportunidad de tener una tercera opción alternativa frente al desgobierno y la oposición corrupta, y pese a los grandes esfuerzos que hemos hecho.

Un llamado público

Llegó la hora de buscar las razones de manera sincera y transparente, y hacer un llamado público a María Corina Machado. Pues, como decía Jesús, si un hermano peca contra ti, habla con él en privado. Si no funciona, habla con él y con varios de sus amigos como testigos. Si no escarmienta, habla con él en público. Las dos primeras etapas las hemos cumplido. Pasamos ahora a la última, a ver si así funciona el proceso para la unión de los del coraje.

Ella tiene una gran oportunidad para servir al pueblo. Y no servirse de él con un propósito electoral presidencial, que no está planteado en este momento. Estamos dispuestos a corregir errores, si es que somos nosotros quienes no lo hemos hecho bien. Todo, en función del interés del pueblo venezolano y del país, como debe ser.

Transparencia y honestidad

En ese sentido de la transparencia, buscando con honestidad las razones y sabiendo que nuestra lealtad es con ese pueblo, debemos decir en público que, cuando ya lucía inminente el inicio de conversaciones, hace alrededor de un mes, se nos dejó “colgados”. No se nos contestó, a pesar de las promesas y de nuestras repetidas solicitudes. Y luego salieron los comunicados de Soy Venezuela y de la misma María Corina en los que se pide pizza de nuevo. Soy Venezuela se presentó como la plataforma alternativa frente a la AN y a Juan Guaidó; mientas María Corina, en su comunicado, se presentó como la líder política del futuro, luego de la salida de Maduro. Ella planteó de nuevo lo que muchos  ya hemos planteado: una intervención militar, usando los principios de responsabilidad de proteger y del TIAR.

Una campaña electoral presidencial en este momento es totalmente extemporánea. Y tanto Juan Guaidó como María Corina Machado (y otros políticos, como Leopoldo López) parecen estar jugando ese juego, sin que lo reconozcan ante el pueblo. Eso es inaceptable, sobre todo en momentos en que la ciudadanía se ha visto engañada por tantos políticos. Hace falta ser consecuente, y asumir cada quien su responsabilidad histórica. Como corresponde a los políticos que son estadistas, tienen visión y no son miopes en lo íntertemporal.

Una fiesta «de traje»

No basta, además de lo dicho, con pedir una intervención extranjera. Pues si EE UU no ve una contrapartida adecuada en nuestro país (como les pasó en Irak, y han aprendido), no va a hacer su parte en el potluck (fiesta “de traje”, en criollo), en que traería la pizza. No se trata de pedir la pizza y no cocinar internamente. Para la fiesta que está planteada, cada participante debe aportar su comida y compartir todos con todos los demás, como se hace en un potluck.

Sembrar para cosechar

La solución no es solo externa, sino también interna: civil, político-partidista, y militar patriótica. Hay que ser responsable también en esto: no pretender cosechar sin haber sembrado. Y esta es una obligación ineludible de quienes se quieren presentar como líderes políticos presidenciables en el futuro, como María Corina Machado y Juan Guaidó. Pues ya el pueblo ha dado su aporte, lo mismo que los militares patriotas y muchos partidos y líderes políticos del coraje.

Sobre la fuerza internacional potencial disponible, es de prever que Estados Unidos -luego de que salga de los problemas internos de protestas y coronavirus, en un proceso de reactivación de la economía, incluso antes de las elecciones presidenciales- puede estar disponible para liderar una acción militar quirúrgica, con participación sustancial de los militares patriotas venezolanos.

 La fuerza militar patriota: significado de Gedeón

De hecho, a pesar de los errores ya reconocidos, la Operación Gedeón produjo resultados sumamente positivos para nosotros. Lo primero es que puso a pelear a los corruptos opositores entre sí, y a tratar de quitarle poder a Juan Guaidó. El presidente interino, por eso mismo y por lo que se supo, por la presión del desgobierno sobre él y la presión popular, se ve emplazado a pedir ayuda militar externa y a apoyar, de una vez por todas, a los militares patriotas, a quienes ha desdeñado por demasiado tiempo ya.

Además, EE UU ahora se ve catalizado para actuar de manera más decidida. Esto, al evidenciarse el cazarrentismo opositor y la inconveniencia del plan Abrams para nuestro país. Por lo dicho sobre Irán y teniendo en cuenta el plan de convertir a Venezuela en su punta de playa para una agresión definitiva a Occidente.

Adicionalmente, el pueblo venezolano, a pesar de la propaganda de J.J. Rendón, que coincide con la de Diosdado, sabe que realmente hay militares institucionales dispuestos a dar su vida por la libertad.

Honrar el heroísmo

Por eso, debemos dejar de lado la condena a la operación, y agradecer su heroísmo y sus caídos, como el Capitán Pantera. Así como no debemos condenar la lucha de Óscar Pérez y de los héroes de la resistencia civil, como Neomar Lander, José Pernalete y muchos otros. Es cierto que su lucha, plena de coraje, no rindió todos los frutos esperados. Pero en vez de quejarnos por eso y exigir perfección, debemos tomar sus acciones como ejemplos dignos de seguir. Para continuar y culminar exitosamente la lucha, como los sobrevivientes de Los Andes.

Los militares de Gedeón, bajo el liderazgo del general Javier Nieto Quintero, que se han reorganizado luego de la batalla perdida, para continuar la guerra, no son mercenarios, como erróneamente se ha dicho, sino que, como dijo el Sargento Nagasaki de sí mismo, al responderle al general traidor: “Nadie me paga; lucho por mi familia y por mi patria”. Como todos nosotros.

No a elecciones del desgobierno; sí a una consulta tipo 16-J

Está claro que no podemos aceptar ir a una elección con un CNE gatopardiano, nombrado ilegítimamente por el TSJ ilegítimo. Eso es lo que pretenden los cazarrenta radicales, para realizar unas elecciones ilegítimas a su medida y designar una AN ilegítima. Esto, con el fin de sustituir a Juan Guaidó y lograr hegemonía político-institucional completa. Ya ni el propio chavismo cree en eso, y el radicalismo del desgobierno lo va a llevar al foso definitivo.

También denunciaremos cualquier intento en la AN de validar un acuerdo político en ese sentido entre los corruptos de la cuarta y los de la quinta repúblicas. En efecto, hay un movimiento entre los corruptos opositores para validar, mediante la AN, ese CNE gatopardiano, acordado en la sombra con Diosdado y Jorge Rodríguez. Perdiendo así toda dignidad, además de legitimidad, al reconocer las instituciones ilegítimas del régimen y al régimen mismo. Rechazamos esto como una nueva traición al pueblo venezolano. Y a cualquier partido que asista a tales elecciones, lo calificaremos como lo que es: traidor.

Hora de definiciones

Si Juan Guaidó quiere salvarse políticamente, no le va a quedar otro remedio que buscar una alternativa a esta afrenta. Demasiado ha guabineado ya entre la ruta del coraje y la de la cohabitación. El pueblo venezolano le quiere dar una última oportunidad, tanto para lo externo (invocar el artículo 187.11, invocando él mismo el principio de necessitas, sin que haya que recurrir a la AN), como para lo interno y lo militar. Solo así no se hundirá como político, y tendrá todo el futuro del mundo, por haber facilitado la salida como Dios manda. Esta implica la necesidad de construir un nuevo liderazgo político a todos los niveles y en todas las instituciones, manteniendo la ruta del coraje.

Guaidó

 La Junta Patriótica del Coraje

Para esto, no basta con oponerse a las elecciones chimbas que pretenden imponer el desgobierno y la oposición sumisa y domesticada. Tampoco hay realmente oportunidad de nombrar un CNE desde la AN que no reconozca al régimen ni al PSUV. Este es un partido ilegal para los venezolanos, por hegemónico y dictatorial, que ha debido ser prohibido desde hace tiempo en nuestras mentes y nuestras prácticas.

La alternativa que presentamos a  Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela, lo mismo que a todos los políticos y fuerzas del coraje, es invocar, de nuevo, el principio de necessitas, y convocar un plebiscito tipo 16-J para realizar las elecciones de Asamblea Nacional.

Pero también para elegir una Junta Patriótica del Coraje. El pueblo venezolano no va a aceptar una Junta Gatopardiana como la que quiere imponer el G-4, en un diálogo-componenda entre los corruptos de la cuarta y de la quinta.

Un sólido gobierno de transición

Hay excelentes candidatos para integrar esa Junta Patriótica del Coraje, como el dream team de CAP II: Miguel Rodríguez, Ricardo Hausmann, Moisés Naím, Carlos Blanco, Gerver Torres. A quienes se debe agregar gente como Enrique Aristeguieta Gramko, Alfredo Coronil Hartmann, Blanca Rosa Mármol, Ramón Piñango, entre otros venezolanos, notables exponentes de nuestros más altos valores históricos, éticos, de capacitación y consagración a nuestro país.

Venezolanos que están plenamente capacitados en todo sentido para formar un sólido gobierno de transición. Con un equipo de unos 4.000 venezolanos de los mejor preparados en todas las áreas: económica, social, internacional, política, militar. Con unos cuatro años de gestión para poder hacer una cirugía mayor y de limpieza en todas esas áreas, y dar forma a una nueva república democrática, de derecho y de justicia, alejada por diseño institucional del cazarrentismo, dotada de un fondo petrolero-minero tipo Noruega.

Las nuevas bases de la patria

También hay que elegir gobernadores, alcaldes y consejeros ciudadanos interinos inmediatamente después de que caiga el sátrapa. Debe hacerse en asambleas ciudadanas, cabildos abiertos, con los criterios de todo este nuevo equipo: Moral, Luces, y Amor. Amor del heroísmo para levantar sobre nuevas bases nuestra patria, pues no solo hacen falta el conocimiento y la ética.

Ya el campo de María Corina Machado está prácticamente poniendo de lado a Guaidó, por sus quejas válidas sobre el comportamiento ambiguo del presidente interino. Sin embargo, todavía hay que hacer un esfuerzo de emplazamiento para que haga lo correcto. Pues hay que recordar que estamos en el juego de la soga, y hay que hacer un último intento de traérselo para el lado correcto de la lucha. Como se hizo cuando se juramentó, esperando también que Donald Trump, así como los militares patriotas y la sociedad civil independiente, lo llamen al botón. Pero hace falta que el presidente interino se desmarque definitivamente de los corruptos opositores que lo rodean. Y pida apoyo al presidente Trump para lograr también respaldo internacional para esta iniciativa plebiscitaria. Además del apoyo de los políticos del coraje y de los que se quieran sumar para medirse.

El liderazgo consecuente

Por supuesto que la iniciativa tendría el apoyo de la gran mayoría del pueblo venezolano, como ocurrió el 16-J, sabiendo ahora que lo que faltó en ese momento, un liderazgo consecuente con sus decisiones, se va a garantizar, como resultado de su decisión en un plebiscito ya mejorado, pues aprovecharía lo bueno de lo que ocurrió entonces, por un lado, y corregiría lo que no funcionó esa vez: el liderazgo político.

En fin, sobre si insistir con Juan Guaidó y en todo lo demás, creemos que hay que usar un principio básico de buena gerencia: “Hay que arriar con los bueyes que tenemos”. No pretender ser perfeccionistas, ni aspirar a cosas que no tenemos. Ni en lo militar, ni lo internacional, ni en lo político. Y no tratar a Guaidó como un enemigo electoral, de cara a una eventual contienda presidencial.

Definitivo adiós al caudillismo

No necesitamos un nuevo caudillo, sino un nuevo liderazgo compartido de los honestos. Opuesto al liderazgo compartido de los corruptos. Todo un equipo, como debe ser. Como funcionó con los sobrevivientes de Los Andes, aprovechando el inmenso potencial y el coraje que tenemos, por los liderazgos auténticos en todo el país y a todos los niveles. Estos han surgido al calor de todas estas luchas, en que han descollado excelentes candidatos, alejados de las corruptelas políticas de todo tinte, para ser diputados, gobernadores, alcaldes, consejeros ciudadanos.

Este excelente equipo debe contar con un plan mínimo maximizado en lo político y lo programático, para respaldar la vanguardia política que debe liderar este proceso. En particular, para el gobierno de transición. Debe ser la intersección de los intereses y aspiraciones de todos los participantes en dicha coalición. Aunque entre los del coraje hay gente de derecha, de centro y de izquierda, es perfectamente posible que se pongan de acuerdo para un gobierno de transición y para una alianza de largo plazo, usando el análisis estratégico de alto nivel y la experiencia  histórica de Venezuela. Un borrador, en ese sentido, ha sido trabajado concienzudamente aquí, tomando como modelo inicial lo bueno del Pacto de Punto Fijo, adaptándolo a nuestro momento y corrigiendo sus errores:

Movimiento Libertadores.

Recuperemos la fe

Los ciudadanos venezolanos, a pesar de los pesares, han decidido en su gran mayoría no dejarse llevar por el “No”. Hemos decidido, con coraje, decir “Sí”, como hicieron los sobrevivientes de Los Andes, a pesar de las adversidades y de las consejas enemigas, del desgobierno y de la oposición corrupta y sus flautistas de Hamelín.

Hemos decidido recuperar la fe en nosotros mismos, actuando como si todo dependiera solo de nosotros, y no de la ayuda externa, como se dice en el referido video. Lo ideal y natural, en nuestro caso, es que hay participación externa en nuestra solución, pues lo nuestro es un asunto geopolítico. Nuestra soberanía está usurpada por fuerzas enemigas internas y exteriores, con una ocupación territorial externa.

Pero hemos decidido prepararnos, incluso, para el peor escenario, manteniendo en él la ruta de la dignidad, la moral y el espíritu inquebrantable. Basado, al fin y al cabo, en la fuerza superior que Dios ha decidido poner a nuestra disposición. Por eso estamos consolidando un grupo imbatible de trabajo. Una alianza con la sociedad civil independiente, los políticos del coraje y los militares patriotas, para trabajar coordinadamente: en equipo.

Resumen y conclusión

Hemos optado por tomar decisiones fuertes, como la voluntad inquebrantable de no aceptar la esclavitud domesticada. Y, por tanto, salir por la fuerza de este régimen que ha impuesto la fuerza como única opción. Las otras decisiones fuertes son la conformación de alianzas de los honestos, que representan a la gran mayoría de los venezolanos que han adoptado la estrategia del coraje. Sabemos que podemos cometer errores, como la exclusión de honestos que, equivocadamente, han jugado a la cohabitación y la inclusión de los corruptos, o equivocados que han jugado al coraje. Haciendo filtración y aprendizaje en el camino, con las críticas y autocríticas respectivas, yendo con frecuencia contra la corriente, como con el reconocimiento del esfuerzo de Gedeón y de nuestros demás héroes civiles, policiales y militares.

Coda: salida inmediata y absoluta

Entre nuestras decisiones fuertes está que la única negociación posible con el desgobierno es para su salida inmediata y absoluta. Con el único fin de evitar, en lo posible, una confrontación final violenta, mediante la facilitación de salvoconductos a la banda de los siete para países de su preferencia, sabiendo que luego tendrán que rendir sus cuentas ante la justicia de EE UU, la justicia divina y la del pueblo venezolano.

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