Opinión

Primarias YA

Tras dos años en los que se esperaba que otros viniesen a Venezuela a recomponer las cosas, hoy estamos ante el enorme desafío de emprender otras acciones, otras estrategias. Personalmente creo que no podemos quedarnos cruzados de brazos y rendirnos ante una realidad, que sin duda es dura. Nos toca, a quienes apostamos firmemente a la democracia, seguir de pie

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Primarias ya

Se va construyendo en Venezuela el camino que nos llevará a las elecciones regionales y municipales del venidero 21 de noviembre. Personalmente, estoy de acuerdo con acudir a estos comicios. La mía no es una postura ingenua o interesada. Como ciudadano que vive en Venezuela creo que deben encontrarse salida a la crisis, construida de abajo hacia arriba.

Las elecciones de noviembre no son la panacea. Por arte de magia no acabarán los problemas del país y seguramente el 22 de noviembre, el día después de votar, Nicolás Maduro seguirá siendo el gobernante en Venezuela. Pero la participación en las elecciones no debe verse, en un régimen autoritario, solamente como un proceso para alcanzar el poder central, no de una vez.

Las elecciones en dictadura, y así lo demuestran diversos ejemplos históricos, son una posibilidad para movilizar a la ciudadanía, un espacio para denunciar las irregularidades que se comenten desde el poder y una opción para re articular la lucha política democrática, en un marco de libertades restringidas.

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Debemos ubicar estas elecciones de noviembre, a mi modo de ver, en el marco de una lucha por la democracia de largo aliento. La complejidad de la crisis venezolana no tendrán respuestas mágicas, ni habrá finales al estilo Hollywood. La promesa de un cambio de la mano de una intervención extranjera fue una estrategia equivocada. Esta terminó inhibiendo a los ciudadanos, algunos de los cuales realmente soñaban con que de un momento a otro ocurriría una intervención, cosa que nunca estuvo en verdad en los planes militares de Estados Unidos.

Nos topamos con la dura realidad, pasados los dos años finales de la presidencia de Donald Trump, que coincidieron con los dos años en los cuales encabezó Juan Guaidó la presidencia de la Asamblea Nacional, gracias a lo cual se consideraba presidente interino de Venezuela por decenas de países.

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Trump es ahora el expresidente de Estados Unidos, Guaidó ya no está (en términos fácticos) al frente de la Asamblea Nacional, y lo peor de todo, es que después de estas dos años de “presión máxima” por parte de Washington, Nicolás Maduro sigue siendo el inquilino de Miraflores. Su poder es ilegítimo, sí, sin duda, pero tiene el poder.

Tras dos años en los que se esperaba que otros viniesen a Venezuela a recomponer las cosas, hoy estamos ante el enorme desafío de emprender otras acciones, otras estrategias. Personalmente creo que no podemos quedarnos cruzados de brazos y rendirnos ante una realidad, que sin duda es dura. Nos toca, a quienes apostamos firmemente a la democracia, seguir de pie.

El chavismo ha tenido éxito no sólo en permanecer en el poder. Ha sido exitoso en hacer añicos a la unidad opositora, ha sembrado de rencillas y enfrentamientos a los líderes democráticos, ha envenenado el ambiente político en general.

Estuve esperando, como muchos, no sólo la designación del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), en cuya directiva (principales y suplentes) están algunas personas que comparten un compromiso y honradez con el país de los que no tengo ninguna duda. Tampoco son ingenuos. Asumieron un desafío y como ciudadano los voy a acompañar.

Entiendo y respeto que no todos los líderes políticos estén ganados a ir a unas elecciones, pese a que han cambiado de forma radical las condiciones y perspectivas entre diciembre de 2020 y ahora. Como lo escribí en aquel momento, no compartí la decisión de Guaidó y de los principales referentes parlamentarios de no acudir a las elecciones.

De cara a quienes sí llamarán a participar, siendo activistas democráticos genuinos, es hora de asumir la democracia de forma plena. La ciudadanía debe tener voz y voto para definir quiénes serán los candidatos y candidatas opositores (de la real oposición democrática) para alcaldes y gobernadores.

Recientemente leí la posición de Elías Santana, una voz ciudadana independiente que respeto. Deben organizarse a la brevedad, con apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral, unas elecciones primarias para escoger a quienes representarán a los venezolanos que apostamos por un cambio democrático.

Escribo en nombre de quienes creemos que sí puede gestarse una transformación positiva, paulatina sin duda, y el primer paso es que desde dentro de los factores que defienden la democracia se establezcan métodos democráticos. Las primarias deberían ser este primer paso.

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