Opinión

Nelson Mandela: ¿por qué necesitamos más líderes como Madiba?

Madiba dejó muchos ejemplos de cómo ser ese gran líder que necesitamos hoy y en esta nota, Luis Vicente García resalta sus cuatro principales características como líder

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Nelson Mandela

El liderazgo es algo que todos debemos conocer, ya que en algún momento de nuestra vida personal o profesional lo vamos a necesitar. Por ello entenderlo es algo realmente importante ahora.

Cuando hablamos del tema, hay muchas palabras que nos vienen a la mente. Visión, conocimiento, comunicación, carácter, motivación, podrían ser algunas de esas. ¿Tienes otra en mente? Puedes agregarla a la lista. Escribirlas en una hoja. Es una buena tarea porque son palabras de acción, de hacer las cosas y hacerlas bien. De hecho, eso es lo que hace un verdadero líder: ser mejor, capaz, íntegro y cargado de valores.

Un ejemplo de ello es Nelson Mandela, un gran líder de nuestro tiempo y de la historia.Abogado, nacido en Sudáfrica, luchador incansable,logró rescatar a su país de las opresiones del apartheid, ese sistema de segregación racial que se instauró formalmente en el territorio en 1948. Durante ese período, y con la ayuda de leyes, se despojaron de múltiples derechos a la población negra mayoritaria.

Sin embargo, años después, el 10 de mayo de 1994, Nelson Mandela se convirtió el primer presidente negro de su nación. Algo impensable tan solo una década atrás y algo que no fue ni fácil ni sencillo, pues fue una lucha de casi toda una vida.

En sus memorias, Nelson Mandela escribió:

«Durante mi vida, me he dedicado al sufrimiento de la gente africana. He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He deseado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la cual las personas vivan juntas, en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y el que espero alcanzar. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado hasta morir».

¿Por qué hablo de él? Porque ser un líder ocurre de esa manera: no es ni fácil ni sencillo, pero hay que aceptar el reto en ciertos momentos.

Ejemplos los vemos a diario en las noticias, en nuestros vecindarios, en nuestras organizaciones. Y a lo largo de su vida, así fue ese Nelson Mandela que conocimos y que ayudó a crear una nación donde la gente desde fines del siglo pasado tiene la oportunidad de vivir libre y en paz, una nación que hoy en día se desarrolla con oportunidades de crecimiento.

Nelson Mandela fue la única persona que fue capaz de hacerlo, de unir a su pueblo, a su dividida sociedad, a su nación. Y con ello, logró ser el gran líder que todos hoy conocemos.

Madiba, como lo llamaron en su país, nos dejó muchos ejemplos de cómo ser ese gran líder que necesitamos hoy y por ello creo importante resaltar sus cuatro principales características como líder, muchas de las cuales pueden ser de gran utilidad en este 2022:

  • Pasión y perseverancia

Una causa por la que vale la pena luchar, te hace un gran apasionado. Y la pasión alimenta el fuego de la perseverancia.

Mandela lideró una acción no violenta contra el apartheid en Sudáfrica, lo que lo llevó a prisión por 27 años. A su salida de la cárcel, y por esa vida de dedicación a su país, pudo votar por primera vez y se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.

Ese camino de Mandela estuvo por supuesto lleno de enormes desafíos, pero nunca abandonó la lucha. Cuando te involucras en algo en lo que crees profundamente, tu energía aumenta y te conviertes en un imán para las personas que comparten las mismas convicciones.

“La prisión en sí es una tremenda educación sobre la necesidad de paciencia y perseverancia. Es sobre todo una prueba del propio compromiso.”

  • Perdonar es la clave

No estamos totalmente libres de problemas y conflictos, pero somos totalmente libres de tomar una posición en lugar de ellos.

Mandela no «eligió» vivir en un mundo lleno de racismo, pero pudo decidir cómo respondería a ese mundo y optó por perdonar y vivir en el presente y el futuro en lugar del pasado.

No significa olvidar, pero sí significa soltar y seguir. El liderazgo transformacional como el de Mandela, requiere mucha compasión y su resultado fue crear un futuro más brillante para su país.

«No tenemos que ser víctimas de nuestro pasado; podemos dejar de lado nuestra amargura y que todos podemos alcanzar la grandeza».

  • El cambio comienza desde adentro hacia afuera

Mandela fue capaz, contrario a lo que sus amigos y aliados le insistían, de crear dentro de sí mismo lo que más deseaba para Sudáfrica: paz, reconciliación, igualdad, armonía y libertad.

Quizás su impacto más profundo y su mayor legado fue enseñarnos, a través de ejemplo personal, a ser humanos antes que cualquier otra cosa.

La autoconciencia es un signo de gran liderazgo y Mandela entendió que, si iba a sacar a su nación de la discriminación racial y llevarla a una democracia pacífica, tendría que “ser el cambio”.

Él entendió que esta diferencia comienza con quiénes somos y cómo influimos en los demás como líderes. Su carácter alegre y contagioso despertó la esperanza de millones de personas que quisieron soñar en grande y perseguir sus sueños sin limitaciones opresivas, y vivir en un mundo de tolerancia, inclusión y esperanza.

“Nunca puedes tener un impacto en la sociedad si no te has cambiado a ti mismo.”

  • La ética genera cambios positivos de largo plazo

La ética se enfoca en hacer lo correcto, ya que es la clave para comportarse de acuerdo con ciertos valores fundamentales en todos los dominios de influencia de una persona.

El comportamiento ético genera un cambio positivo que comienza con uno mismo y que luego se multiplica en todas las interacciones que tenemos y direcciones en las que nos movemos.

Mandela abrazó la idea de la no violencia porque sintió que había cosas que eran moralmente correctas y moralmente incorrectas desde un punto de vista humano. Y ese gran líder nos enseñó que hay momentos en que es imperativo ponerse de pie y luchar para proteger a su nación, comunidad y familia, pero que la no violencia y la ética son las que van a prevalecer en el largo plazo.

“Como he dicho, lo primero es ser honesto contigo mismo. Nunca puedes tener un impacto en la sociedad si no te has cambiado a ti mismo… Los grandes pacificadores son todas las personas íntegras, honestas, pero humildes”, escribió.

El gran liderazgo es generativo. Es decir, se preocupa por el cuidado y crecimiento de las generaciones futuras, ayudándolas a vivir con dignidad y elevándolas a nuevos niveles de moralidad y motivación. Son personas como Mandela, los grandes líderes de la historia que nos deben inspirar cada día a ser mejores.

Sabemos que hoy, nuestro país, la sociedad y el mundo necesita de nuevos y mejores líderes, y quizá llegó el momento de buscar a un nuevo Madiba como el líder del cambio y la transformación que necesitamos. La pregunta entonces es: ¿iniciamos la búsqueda de otro Mandela, o buscamos a un líder nuevo y diferente?

Quizá debamos mirar al norte y al sur, al este y al oeste para encontrar otro Mandela porque, si solo un porcentaje muy pequeño de los lideres del mundo, de América del Sur o de Venezuela, puede llegar a ser como Madiba, el mundo y nuestro continente serán un lugar mejor. La búsqueda, al parecer, comienza hoy.

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