La autocrítica que nos quedamos esperando

Con la quietud del paso del tiempo, aprovecho para escribir estas líneas luego del último partido de la Selección Sub 20 en el Sudamericano de la categoría, que decretó la eliminación de Venezuela de la posibilidad de clasificar al mundial de Indonesia.

En este período de tiempo, menor a una semana, he podido evaluar impresiones, expresiones y otras cosas que van más allá de lo futbolístico. Aspectos que no solo giran en torno al desempeño de la selección venezolana en Colombia, sino aquellos que implican otro análisis. Y la realidad ciertamente me preocupa.

Decía Jorge Giménez, presidente de la FVF durante la rueda de prensa de presentación de la LIGAFUTVE 2023, que hay muchas críticas que lee en redes que sirven para corregir y tomar cartas en el asunto. Que acepta los llamados de atención que periodistas, comunicadores y aficionados pueden expresar en redes. Y creo que es oportuno aprovechar el momento para enviar una recomendación.

Las declaraciones brindadas por el propio presidente de la FVF y el estratega Sub 20, Fabricio Coloccini, una vez culminada la participación en el Sudamericano de Colombia, han generado duras críticas. Es obvio que una eliminación no puede ser bien considerada, pero no es solo el hecho de no acudir al mundial de Indonesia, sino que el fútbol mostrado por la selección Sub 20 dejó un mar de dudas y preocupaciones. Una generación con futbolistas buenos, como Telasco Segovia, Andrés Romero, Yerson Chacón y otros de los que se esperaba más, no dejó prácticamente nada para evaluar como positivo, más allá de la capacidad de reacción en momentos puntuales, como la clasificación al hexagonal, y en algunos compases de partido, como los primeros tiempos contra Uruguay y Brasil en la fase final.

Lo que preocupa realmente no es la capacidad de Coloccini como seleccionador. No me atrevo jamás a cuestionar las capacidades profesionales de quienes se preparan, trabajan y estudian para desempeñar su cargo, sino el poco tacto de asumir responsabilidades de cosas que no salieron bien. Siempre se puede alabar el esfuerzo de los futbolistas, porque obviamente nadie juega a perder y todos se sacrifican para obtener un triunfo, pero todos queríamos escuchar las razones de por qué costaba tanto generar fútbol ofensivo, por qué un plantel con algunos futbolistas que llaman a la puerta de la selección absoluta estuvo tan lejos de ser un equipo sólido y que no mostrara una clara idea de juego. Por qué costaba tanto aguantar físicamente los noventa minutos. Es ahí donde queríamos escuchar las razones, no para sacar la mandarria y golpear, sino tratar de encontrar las explicaciones del por qué desde dentro, de parte de quien debe conocer mejor que nadie los motivos.

Se entiende que el proceso de los argentinos al frente de los distintas selecciones nacionales está comenzando y que los resultados no serán inmediatos comprendiendo que hay muchas cosas que solo cambiarán desde la base, desde la estructura (tal como Pékerman ha argumentado desde su llegada) y para eso hace falta tiempo y trabajo, pero es necesario que haya explicaciones, que se indague en lo que se hace bien y lo que no, también.

No se puede aplaudir sin que te expliquen por qué debes aplaudir. El esfuerzo se reconoce siempre. El sacrificio, las ganas, pero hay otras cosas que necesitan ser expuestas. El aficionado no es ciego. No se puede menospreciar el criterio de todos los que vieron a la Selección y coinciden que pudo haber dado más de lo que dio.

Por favor: acerquemos las selecciones a la gente, a los medios. Lo que se hace sin informar solo aumenta la suspicacia, las dudas. Veía lo cercano que era Coloccini con los medios que viajaron a Colombia y no encuentro explicación de por qué limitar tanto comunicacionalmente la accesibilidad a los procesos de selecciones nacionales. La gente quiere estar informada y no veo ningún problema en que eso sea así.

Sé que puertas adentro de la FVF sí se hará una evaluación real del desempeño de la Sub 20 en Colombia, más allá de lo que Jorge Giménez haya declarado a los medios en Bogotá. Hay decisiones que tomar, hay compromisos inmediatos que asumir como el Sudamericano Sub 17 y otras competencias. El trabajo no puede detenerse, pero mientras más accesible a la gente sea, menos cuestionable será. Estoy seguro de eso.